_ ¿Terminaste de armar tus bolsos?_ Preguntó Oscu, picandole el hombro con un dedo a Ivan que se encontraba mirando a la nada con la maleta cerrada arriba de sus piernas_ Ey.
_ Si, rompe huevos_ Le respondió, mientras se refregaba los ojos con las manos. Ya habían pasado tres meses de la separación con sus dos amigos/ex novios y la idea de volverlos a ver en la gala de los premios Esland lo ponía ansioso. Había sido muy habilidoso evitandolos durante el verano, en las fiestas o los eventos amistosos, incluso en los Twitch rivals pedía que se le asignara un grupo diferente lo cual el equipo de organización solía comprender, luego del escándalo publico que había existido previamente con la pareja. No había sido fácil, sus amigos habían intentado durante un largo mes sacarlo de la depresión en la que se encontraba, incluso había tenido que comenzar terapia pero poco a poco sus ánimos volvieron y decidió retomar sus directos haciendo caso omiso de cualquier comentario que tuviera que ver con ese asunto.
Pero el problema era ahora, que tendría que estar cara a cara frente a ellos, no podía evitar que el corazón le doliera porque era consciente de que aún sentía cosas por ellos y no sabia si realmente podría manejar la situación. Sofía, su terapeuta, solía decirle qué tal vez debería volver a hablar con ellos, terminar en buenos términos, pero a Ivan las charlas incómodas le daban paja y le quitaban las ganas de vivir_ ¿Vamos al aeropuerto?_ Preguntó, mientras miraba la mueca preocupada de su amigo, que no había logrado quitarse la culpa de todo esto todavía del pecho. Oscu asintió y lo ayudó a llevar las maletas hacia el uber.
En el camino, se puso a mirar algunas historias hasta dar inoportunamente con el estado de Rodrigo, ambas manos entrelazadas en un parque de México, la fabulosa pareja había decidido ir a vacacionar unos días antes, maldita sea. Esa imagen solo agrandaba la llaga y lo hacía entender que era un hecho real y no una fantasía ¿A caso pensarían ellos en el? ¿Lo extrañarían? ¿Sentirías los mismos nervios parasitarios crecer en sus estómagos? Lo dudaba..._Sos tan lindo cuando la luz de la luna te da en los ojos marrón caca que tenes_ Le dijo Rodrigo, mientras Tomás le daba un golpecito en el hombro entre risitas molestas. Ambos se encontraban sentados en una fuente de los deseos, disfrutando de unos ricos licuados frutales_ ¿Por qué no me decís nada sobre mis ojos?_ Reclamó, mientras miraba a su novio con una ceja levantada.
_ Vos sabes que tenes los ojos hermosos Rodrigo_ Gruñó, mientras hacía una mueca molesta. El mencionado frunció el ceño.
_ Eh ¿Te levantaste con el boxer cruzado o que onda?_ Bromeo y acarició su mejilla, Tomás tenía los ojos aguados, parecía nervioso_ ¿Estas así por...
_ Ni me lo nombres al pelotudito ese, me puede chupar bien la pija_ Dijo molesto, mientras se mordia el labio. Rodrigo suspiró, durante todos estos meses no había logrado comprender que sentía Tomi con ese corte, porque no lo hablaba, mientras que él se la pasaba hablando del tema hasta que simplemente lo aceptó y lo dejó ir, o al menos eso creía hasta que supo que tendría que verlo a la cara en la entrega de premios y su corazón dio un vuelco.
_ Yo si estoy nervioso_ Susurró, más para si mismo que para él. Tomi lo miró preocupado, si bien odiaba hablar del tema sabía que Rodrigo se debía estar muriendo de ganas por ponerlo en palabras. Se miraron por unos instantes y se tomaron de las manos_ Yo se que estas molesto, yo también pero... lo extraño, era mi mejor amigo.
_ Lo sé_ Susurró, mientras lo tomaba en sus brazos y acariciaba sus rulos castaños_ Se que lo extrañas y está bien... seguro también te extraña.
_ No creo, dejó muy en claro que no quiere saber nada con nosotros_ Mufó el oji verde mientras sentía los labios de su novio posarse en su frente_ Te amo Tomi... Lo sabes ¿cierto?_ dijo. El mencionado asintió, con una sonrisa dulce.
_Yo también te amo y vamos a estar bien_ Le aseguró, mientras se guardaba sus dudas para si mismo_ Ahora vamos a el hotel que tengo ganas de cogerte en México_ Bromeó, mientras lo obligaba a levantarse. Rodrigo negó con una sonrisa de costado y lo siguió hasta la habitación del hotel para conectarse como sólo ellos sabían hacer, con la luz de la luna entrando por la ventana y el calor de sus cuerpos unidos. Habían sabido llevar la relación sólo ellos dos, pero siempre se sentía un hueco en la misma, la falta de Ivan, de su cabello oscuro y su risa melodiosa.
A veces se morían de ganas por ir a buscarlo pero la forma en la que los había echado de su vida, como si no significaran nada, era algo que aún estaba latente en sus mentes. Un dolor agudo que no dejaba de repetirse sumado al peso de la sociedad sobre sus hombros.
Parecía que tener una relación homosexual pública era más difícil que tener una heterosexual, siempre en el foco de la prensa o en los padres enojados por el consumo de sus hijos hacia un contenido "No apropiado"... Imagínense una relación homosexual poliamorosa... quizás Iván había tenido la razón en haberse echo a un lado, quizás era lo mejor... pero ¿Por qué se sentía tan incorrecto?