[NOVELA COMPLETA]
"Tener que actuar como todos quieren solo para encajar, sentirme vacío solo para que otros estén mejor, eso me harta como no tienes idea"
Miles Lozon es un chico que pasó por serios problemas: baja autoestima, la separación de sus...
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Definir mi situación actual es algo complicado.
Inicie con la típica familia de tres miembros o en otras palabras padres con serios problemas maritales. Sus problemas crecieron al punto de convivir entre peleas tanto verbales como físicas, en su mayoría hacia mi padre. Eso terminó con la separación definitiva de la relación. Mi madre se quedó con nuestra casa original y la mitad de nuestras cosas. Mientras mi padre se quedó con mi custodia total.
Los años no fueron mejorando, mi padre para poder mantenerlos, trabajaba hasta tarde en diferentes trabajos, hasta conseguir un trabajo fijo en donde tiene más libertad. Perfecto para él, pero para mí era todo lo contrario.
Mi situación con el divorcio no la manejé de la mejor manera, tenía pesadillas en donde escuchaba a mis padres gritar hasta que mis oídos solo podían escuchar gritos sin sentido. Las mudanzas tampoco ayudaron, tener que interactuar con chicos nuevos era difícil, más si ellos te molestaban, te golpean, te humillaban o peor aún, amararte en un árbol, tirarte globos de aguas, ponerte un ojo morado y dejarte ahí por horas hasta que un anciano te encuentra para ayudar.
No eran momentos felices.
Todo empeoro cuando crecía, mis estados de ánimo variaban a cada rato, a veces me sentía incompleto, como si me faltara tiempo para vivir en este mundo. Me costaba hablar, no quería comer, solo quería estar encerrado en mi habitación.
No solo mis cambios de actitud fueron diferentes. Si no que mi cuerpo también cambió. Estaba más delgado, incluso mi padre se preocupó tanto como para dejar de trabajar un día y ver que tenía. Claro que mi respuesta era siempre enojarme y encerrarme en mi cuarto.
Todo terminaría un día.
Un día en donde no pensaba que despertaría nunca.
Me sentía tan cansado, cansado de todo, no quería ni abrir los ojos. No recuerdo muy bien ese día, solo recuerdo estar en el baño, tirado en el suelo y varias pastillas estaban a mi alrededor. Fue mi padre quien me llevó a un hospital y todo se volvió más borroso.
Mi padre busco la mejor manera de ayudarme, por lo que fue directo con una psicóloga para que me ayudara a tratar mis problemas. No fue fácil, fueron tantas las veces que quise renunciar a todo esto. Pero gracias a la psicóloga puede tranquilizar la mayoría de mis problemas, era claro que aún podía tener algún decaimiento. Por lo que le propuse que me mudara otra vez, una nueva ciudad, un nuevo comienzo.
Quien diría que uno de los causantes de mis problemas, también sería mi salvación.
No solo porque me podía ver al espejo y decir que conseguía seguir adelante, si no que pasó algo que jamás pensé que ocurriría.
Tengo un amigo.
Pero no un amigo que es amable de cara y un traicionero por detrás.
