13. This Fire

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Llevo casi un mes de no volver a pasar tiempo con Will... Bueno William, creo que ya no tengo esa confianza.

Lo veo cruzando los pasillos, no importa si hay gente cruzando, no tengo que verlo para sentir que nuestras miradas se cruzan por una fracción de segundo. Además, nos topamos cuando tengo que esperar a Zara de sus charlas con el grupo de periodismo o porque simplemente no quiero volver a casa. Sale a las dos y media del club de arte, casi siempre tiene la cara manchada con gotas de pintura, antes era divertido quitárselas y terminar más manchado que en el inicio. Ahora cada vez que lo veo siento que es otro, no es Will, es solo un chico manchado de pintura sin rastro de amabilidad.

Lo curioso, es que antes su aroma era una combinación de perfume y el olor a pintura fresca. Pero ahora su aroma es una combinación de basura con menta. Dejó ese gusto exquisito en la moda, por usar ropa más holgada, sin contar que sus ojos en las mañanas se tornan de un rojo casi sangre.

Quisiera hablar con él, saber que le sucede, abrazarlo hasta que suelte lágrimas pueda decirme todo. Lástima que cada vez que quiero hablar me ignora poniéndose los audífonos, en el fondo quiero pensar que no hay sonido, solo espera que lo detenga y diga que se quedará con muchas fuerzas. Quiero hacerlo, pero tengo miedo de alejarlo más.

Solo falta media semana más para terminar el instituto y empiezan las vacaciones. Zara tiene planeado un viaje familiar, entre las dos familias, con casi dos meses de relación, era inevitable no conocer al padre del otro y decir que somos pareja.

No sé cómo sentirme con ese viaje, por momentos me siento emocionado por pasar tiempo con mi novia, pero por otro lado me gustaría que Will también fuera. Él es parte de mi familia, aunque pareciera que ya no lo somos. Nunca dejaría de ser parte de mi vida.

Sé que él no quiere verme ni en pintura, así que tuve que ir solo a la tienda de Steven para comprar algo de ropa veraniega, ya que la idea de Zara es ir a una playa para cambiar un poco el clima de frío y nieve a sol y arena.

—Cariño, deja de ver los gorros, le vas a pegar esa mala actitud —Mencionó Steven mientras caminaba de lado a lado poniendo la nueva tanda de ropa.

Steven solo llevaba un corset top negro que dejaba al desnudo su ombligo, unos pantalones azul marino, unos zapatos de tacón alto color negro y unos aretes de cristal bastante bonitos. Se veía increíble con tan poca ropa, tiene suerte que su local tiene calefacción o si no se moriría de frío.

—Perdona, es que tal vez lleve uno para mi viaje. —Conteste mientras sujetaba uno de color beige.

—Si claro, y los moteles son para hospedarse y dormir —Se acercó y me revisó de arriba hacia abajo como si me estuviera escaneando— Te ves bien, así que dime ¿qué sucede, cariño?

Suspiré para decirle que solo estaba algo alterado por los exámenes finales. Steven no sabe nada de que William y yo nos dejamos de hablar, así que para no alterar nada, solo digo que está en su club de arte o haciendo otras cosas. Supongo que William hace lo mismo, por la actitud tan tranquila de Steven al escuchar su nombre. Así que, si él no menciona nada, yo también haré lo mismo.

—Que agobiante debe ser la escuela para los jóvenes, a tu edad no me estresa en clases, y mírame, claro no estoy en la fama, pero luzco como si lo estuviera. —Termino con chasqueo dedo sacándome una sonrisa.

Sin intención de interrumpirnos, un chico de pelo negro entro a la tienda con una bolsa con comida en su interior. Vestía con unos pantalones de jeans y una chamarra negra. Una totalmente una falta de respeto para el amo de la moda que es Steven.

El pelinegro se llama Carlo, sale con Steven, llevan casi medio año saliendo.

—Mi príncipe azul con pésimo gusto me salvó del hambre —Steven se acercó al chico para darle un beso.

Amantes de la Nicotina (Boys Love) | COMPLETA ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora