El vampiro y el amor 1

132 8 8
                                    

ESTE PEQUEÑO ARCO SE OCUPARA PARA EXPLICAR LA VIDA DE ALUCARD ANTES DE REENCONTRARSE CON ALASTOR, ESPERO LES GUSTE.

Inglaterra, año 2035Narra Alucard

Amor, uno de los sentimientos más estúpidos e inútiles de la humanidad, todos dicen amar con el alma a alguien u algo, pero la verdad es que no aman. Ningún humano sabe amar, creen que la ambición y la lujuria es amor, cuando en realidad solo es pecado.

Que irónico que un vampiro esté hablando de sentimentalismo y pecado, ¿no?, bueno, eso es lo que pasa cuando te juntas demasiado con los humanos, tu forma de ser se ve alterada drásticamente, ya sea para bien, o para mal...

¿En qué me quede? Ah, sí, sobre el amor, un sentimiento tan nefasto que...

—Disculpe señor.

¿Ahora quien osa a interrumpir mis pensamientos?

—¿Qué quieres niña? —Je la dama se enojó al parecer...

—¿Podría indicarme donde sé encuentra el museo Ashmolean?

¿Una humana pidiéndome una indicación?, bueno, no pierdo nada guiándola al museo, aparte de que la mansión hellsing es demasiado silenciosa para mi gusto...

—Con gusto, querida, de hecho iba para allá, sígueme.

—Emm, está bien, señor...

—Alucard... Alucard Wingates Hellsing, un placer, querida.

Aún me acuerdo cuando Integra me dio su apellido antes de perecer, dijo que la familia hellsing debe perdurar... Así que su última orden fue que yo portara apellido de los hellsing, para que los monstruos que acechan Londres sepan que la casa Hellsing sigue protegiendo su patria...

—Es un hermoso nombre.

—Gracias, querida, por cierto, ¿cuál es tu nombre?

—Mi nombre es Alice Allen.

—¿La sinceridad más pura y pequeña armonía?

—Si ese es el significado de mi nombre y apellido.

—Queda muy bien con su persona, querida.

—También el suyo queda bien, amado por todos, una puerta para el viento, y caballero protestante real.

—Ese es el nombre de una organización si mal no recuerdo.

—También puede ser usado para el apellido hellsing, después de todo hace mención al famoso Van Hellsing.

—Es cierto, querida.

La chica Alice y yo continuamos hablando, ya sea de los significados de nuestros nombres, escudo de armas, de nuestros apellidos, un poco de historia, y también literatura... Fue... Divertido, hace tiempo que no convivo con una humana, y lo más cercano a humana que he convivido es mi aprendiz Seras, pero ella y Alice son de épocas totalmente diferentes... Seguimos hablando que no nos dimos cuenta de que habíamos llegado al museo Ashmolean.

—oh, mira, llegamos, querida.

—Vaya, es cierto, perdí la noción del tiempo.

—Ja, ja, ja, ¿en serio?

—Sí, creo que eso pasa cuando la pasas bien con alguien, ¿no?

¿Sus ojos siempre han sido tan brillantes? No, no, no, ¿En qué estoy pensando?

—Puede ser, querida.

—Bueno, ¿entramos?

—Entre más rápido, mejor querida.

Entramos al Museo y Alice se quedó embelesada por lo que sus bellos ojos veían, se ve tan tierna sonriendo... ¿Qué demonios acabo de decir? ¿Qué me está pasando?...

—Alucard, ¡mira esa joya!

—Oh, esa es la joya de Alfredo.

—¿La joya de Alfredo?

—Así es, es la joya de Alfredo, el grande rey anglosajón, del año 886 al año 899.

—Vaya, sí que sabes de historia.

—Gracias por el halago, querida, es algo que aprendes leyendo libros históricos y visitando museos.

—Que bien, hmm, ¿este violín que hace aquí?

—Ese violín es el Stradivarius Mesías-Salabue, de 1716, es un violín fabricado por el lutier Antonio Stradivari, natural de Cremona.

—Sí que sabes demasiado.

—Gracias, querida.

—No hay de que Al.

—¿Al?

—Un pequeño apodo, espero no te moleste.

—No, descuida, no me molesta, querida.

Y así estuvimos aquella dama y yo, platicando y viendo arte, objetos históricos, todo mientras yo veía su dulce sonrisa y sus ojos resplandecientes, cuál estrellas, su cuerpo tan frágil y bello, cuál cerámica... Oh querida, ¿Qué es lo que me has hecho?... Hiciste que me retractara sobre mi pensamiento hacia el amor, pero ¿por qué?, ¿Qué tienes de especial?... ¿Qué te hace tan única?... Solo el tiempo me lo dirá...

—¿Al, estás bien?

—Si, querida, solo estaba divagando en mi mente.

—Bueno, creo que ya terminamos de hacer el recorrido al museo.

—Eso es cierto, ¿le parece si le invito una taza de café o de té?

—Me parece bien, gracias Al.

—No hay de que Alice.

Acaso... ¿Se sonrojó? No, seguramente es una alucinación mía, es imposible que una dama tan bella se sonroje o siquiera se enamore de monstruo como yo... Mierda... esto de los sentimientos es una jodida

En fin... Fuimos a la cafetería y ella pidió una rosquilla y un capuchino, yo pedí un americano y un croissant. Estuvimos contándonos chistes y una que otra anécdota sobre nuestra vida, claro, yo solo conté aquellas anécdotas que viví con el viejo rey de la piedad y el dios ese... a pesar de que seamos la misma persona, hemos estado separados por tanto tiempo, que adoptamos una vida propia...

Cambiando el tema, le conté de mis anécdotas con el par de idiotas y ella se reía de mis dichas y "desdichas", en serio tiene una bella sonrisa...Después de nuestra plática amena y de haber terminado nuestros aperitivos, la llevé a su casa, ya que era muy tarde y no quería que algo le pasase. ¿Qué irónico no? El rey de los no muertos, aquel que disfruta del dolor y sufrimiento, se preocupa por la seguridad de una humana...

Llegados a su casa, ella se despidió, dándome un beso en mi mejilla, por vez primera sentí que mi corazón latía y que mi cuerpo se calentaba de un pasional sentimiento... el cual estuve reprochando al principio, pero que ahora entiendo...

El amor es un ente tan poderoso, que puede cambiar hasta el alma más pútrida de este mundo, el amor es un ser misterioso, que llega sin avisar, y cuando llega llena tu mundo de sueños e ilusiones, que se pueden cumplir, solo si estás dispuesto a que se hagan realidad... —Amor, ¿eh?... veamos que es lo que tienes para mí... espero con ansias el futuro.

Narra su servidor

Y de esa forma Alucard se retiró a su solitaria Mansión, ya que Seras estaba de viaje, él era el único habitando ahí, pero por alguna razón nuestro vampiro esperaba con ansias el mañana, para volverse a encontrar con aquella dama, que hizo que su muerto corazón volviera a latir...

Continuará...

Dolor, Amor y Lujuria en el AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora