Dulce Noche

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Narra Alastor

Estaba entrando al hotel cuando un ambiente tenso me invadió, supuse que algo había sucedido, aunque no sabía de qué magnitud era el problema.


Decidí ignorar dicha incomodidad para dirigirme a la oficina de mi socia, ahí descubrí de donde venía el ambiente pesado, ya que conforme me acercaba a la oficina sentía de cierta forma como me faltaba aliento...


Llegue a la oficina con dificultad, e intente tocar la puerta, una vez la toque, pude sentir como toda esa presión dentro de mí se iba desvaneciendo, escuche un "entre" por parte de mi socia y entre solo para encontrar un desastre, todo a su alrededor estaba roto...


-Querida, perdona mi atrevimiento pero... ¿Qué sucedió aquí?- Pregunte mirándola, se notaba su tristeza, parecía como si su alma estuviese apagada...


-Nada Alastor... nada más una ráfaga fuerte de viento- Dijo con un nerviosismo, se notaba que no era buena mintiendo.


-Cariño, tienes muchos dones, pero la mentira claramente no es uno de ellos- me acerque a ella mientras que suavemente acerque un pañuelo a sus ojos. Usualmente, odio hacer este estilo de cosas, pero decidí dejarlo pasar por esta vez, ya que se le notaba muy dolida y eso me disgustaba demasiado...

(podrá ser que...)

Vi como Charlie rompió en llanto y me abrazo, nada más escuche lo siguiente- Tienes razón, no estoy bien, hasta hoy me entero de que la persona que ame nunca me ayudo porque creyera en mí... solo me ayudo por obligación...- se notaba como cada vez la pequeña se iba quedando sin aliento...


No sé si fue instinto, o pena ajena por dicho escenario, que sin decir nada chasquee los dedos para arreglar todo el desastre que había en el cuarto. Para luego pegar a Charlie junto a mí con un cálido abrazo, era como si solamente con ella no me molestaba ser tocado...


Narra Charlie


Me sorprendió el abrazo de Alastor, sabía bien que él odiaba el contacto físico, pensé que se molestaría conmigo por haberle abrazado y haber ensuciado su saco de mis lágrimas, pero no fue así...


Él me estaba acariciando de una manera muy dulce con sus garras, me apego a él y escuchaba como este canto algo...-deja de llorar, que tus lágrimas se van a ahogar... sálvate y no te fallaré- hizo una pequeña pausa mientras tomo mi barbilla e hizo que lo viera frente a frente...


-Echa a andar... y si la vida te pisa, desenvaina una sonrisa y vuélvete a levantar...- Su voz de radio desvanecerse, paso mostrar una voz hermosa, una voz que llego a mi corazón...


Solo pude sonreír y decirle- gracias por subirme los ánimos...- a lo que este me contesto- No hay de que lindura, ahora sonríe, ¡recuerda que no estás realmente vestido sin una!- Volvió su voz a radio junto con su sonrisa un tanto aterradora.


-Bueno querida, ahora que está calmada quiero preguntarte algo- Su sonrisa se borró ligeramente mostrando un poco de vergüenza o molestia.


-Claro Al, ¿Qué es lo que necesitas?- Dije mientras que secaba las lágrimas que me quedaban con el pañuelo que me dio mi socio...

Dolor, Amor y Lujuria en el AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora