Historia de un padre y su hija 3

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ANTES DE EMPEZAR, ESTE CAPÍTULO SERÁ UNO UN POCO SUBIDO DE TONO, YA QUE ABARCAREMOS UN TEMA MUY PERO MUY SENSIBLE, ESPERO TENGAN DISCRECIÓN, Y SI NO TOLERAN TEMAS; COMO LA PEDERASTIA Y LA VIOLACIÓN. LES RECOMIENDO NO LEER EL CAP.

SIN MÁS QUE DECIR, COMENCEMOS...

Narra su servidor

Alastor se encontraba durmiendo, ya hacía tiempo que no descansaba bien después de estar protegiendo a su pequeña Nifty, ya habían pasado 2 años desde lo acontecido, su pequeña ahora tenía 8 años, era una hermosura sin igual.

Aunque últimamente nuestro querido locutor ha tenido sueños un tanto extraños y este no 

era la excepción...

Narra Alastor

Me encontraba en un palacio, dos niñas corrieron hacía mi diciendo un nombre el cual no conocía, vi como las tocaba y les decía algo, ellas sonrieron para posteriormente decir...

-Papá, ¿dónde está mamá?

¿Papá?, ¿mamá?, yo nunca he tenido hijos, ni mucho menos una esposa, lo único que tengo de familia es mi hija adoptiva, Nifty, ¿qué está pasando?, ¿qué es este lugar?, ¿quiénes son ellas?, ¿Qué hago aquí?.

-Hola, querido, al parecer te estás divirtiendo con las niñas- Esa voz me resulta familiar, ese pelo rubio, esa piel blanquecina, ese rubor en sus mejillas... ¿Quién es?...

Al parecer le dije algo a esa mujer la cual se rio levemente tapando su boca con su mano.

-Ay... querido sabes muy bien que no me gusta que me digas Charlotte, me gusta más cuando me dices Charlie...

¿Charlie?, me suena mucho aquel nombre... pero no sé quién es... de repente todo se tornó negro y cuando todo se volvió a aclarecer, pude ver una escena desgarradora...

Aquellas dos pequeñas que no rebasaban de los diez años, atadas junto con su hermosa madre, a su alrededor se encontraba un grupo de hombres, intente correr hasta ellas, pero me encontraba encadenado, de repente uno de los hombres dijo...

-Esto te pasa por meterte con nuestro señor todopoderoso, dios de la piedad, oh cierto, ahora eres un mísero mortal, ¿sería mejor decirte rey de la piedad?.

-No sabes lo tanto que disfrutaremos este castigo que nuestro señor nos dejó hacerte- Dijo otro hombre mientras lamía el cuello de aquella mujer llamada Charlie.

Intente liberarme de dichas cadenas sin mucho éxito, seguí forcejeando desesperadamente, pero no podía zafarme...

-Descuida podrás ver en primera fila como tu amada y tus pequeñas son penetradas y llenadas de placer...- Hablo otro hombre para posteriormente desnudar a una de las pequeñas rasgando su ropa.

Entre en desesperación, empecé a gritar, a forcejear, intente de todo, dije para mis adentros <ESTO NO ES REAL ES SOLO UNA PESADILLA, SOLO UNA MALA BROMA>, pero la sensación era tan real que me asustaba... intente despertar, sin éxito alguno...

Vi de principio a fin como aquellas pobres almas, eran arañadas, mordidas y penetradas sin piedad por esa bola de enfermos, miles de lágrimas salían por mis ojos, pidiendo que pararan...

Escuchaba como gritaban de dolor, pidiendo ayuda, gritando mi nombre para que las ayudara, pero no pude hacer nada... al final sus cuerpos yacían inertes en el suelo, habían perecido de la forma más vil desamparada posible...

-Este es el castigo que dios nos dijo que diéramos a esas linduras, ahora toca tu castigo "rey de la piedad"- Menciono aquel hombre mientras se reía...

¿Dios?, ¿por qué?, ¿no se supone que él protege a las almas puras?, ¿por qué?...

Todo se volvió negro nuevamente para posteriormente verme en un escenario distinto, tenía algo que impedía que moviera mi cuello y mis manos... Me di cuenta de inmediato lo que iba a sucederme... sería ejecutado...

Solo pude ver como el filo de el hacha se acercaba con velocidad para posteriormente escuchar un crack, mientras que a la distancia se escuchaba una voz femenina...

-Este no es el final del camino rey de la piedad, aún no las has salvado...

Desperté de inmediato, estaba sudando y por alguna extraña razón... ¿Llorando?, no sabía lo que pasaba, pero tenía un miedo enorme a lo que probablemente se avecinaba en los próximos días u años...

-Pase lo que pase, no dejaré que te ocurra lo mismo que a esas pobres almas, mi pequeña- Dije entre susurros mientras me acercaba a mi hija, dormía conmigo, después de todo no podía dejarla sola, no después de lo que paso hace dos años...


No importa lo que pase, si he de dar mi vida para proteger a mi pequeña... lo haré...

Narra su servidor

Un año después, en 1929, un Alastor de 32 años se encontraba lidiando con la crisis económica del país, para su fortuna, al ser un locutor muy codiciado por los medios, lo ayudo a mantener su empleo y a la par mantenerse a flote.

Sin embargo, la pequeña Nifty ya no iba a la escuela debido a los frecuentes saqueos y la inseguridad que arribaba en el país entero, fueron tiempos muy oscuros, aunque claro, el padre de la pequeña se las ingenio para educar a su pequeña en casa.

Nada más, unos meses después del cumpleaños de la pequeña se enteró de un desafortunado acontecimiento...

Iban a visitar la casa de Rosie cuando vio que la puerta estaba abierta, las ventanas rotas y ciertos objetos que eran de la mujer afuera en el patio, Alastor ya sabía lo que pasaba, pero no quería aceptarlo. Así que junto con su pequeña esperaron a la policía para que pudieran entrar sin temor a que algo le pasara a Nifty...

La escena fue desgarradora, su amiga tan cercana, con la que alguna vez compartía cenas encantadoras, con la que vivió codo a codo, la que le ayudo a cuidar y proteger a su pequeña... Estaba tirada en el suelo, con la ropa desgarrada, moretones en todo su cuerpo y una herida profunda en el pecho... a su lado estaban sus hijos con los que jugaba y cuidaba como si fuesen suyos... Se podía ver como les abrieron el pecho y les quitaron todos sus órganos...

El padre le tapaba los ojos a su pequeña para que no viera aquella masacre, Alastor estaba devastado, una parte que él consideraba como familia había muerto, de la peor manera posible. Los oficiales le recomendaron que saliera del lugar debido a la pequeña, cosa que hizo, llevo a Nifty en brazos y la subió al coche, luego se subió él. En completo silencio el locutor encendió el coche para retirarse de aquel sitio, para dirigirse a su casa.

-Papi, ¿Dónde está la tía Rosie?- Esas palabras de su pequeña le llegaron como dagas incrustadas en su corazón... Respiro hondo, tratando de no llorar, para posteriormente sonreírle a su pequeña y decirle.

-Fue de viaje junto con sus pequeños debido a su trabajo, me dijo que en cuando pudiera nos enviaría postales.

-¿va a volver?

-Estoy seguro de que sí mi pequeña... estoy seguro de que sí...

Esa noche, cuando mando a dormir a su pequeña, aquel cazador había resurgido, y estaba sediento de venganza, esa misma noche las calles de Nueva Orleans volvieron a sentir lo que era el verdadero terror...

Continuará... 

Dolor, Amor y Lujuria en el AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora