Peleas y reconciliaciones

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Narra su servidor

Charlie se encontraba en shock, no sabía cómo digerir tal revelación por parte de su... no... no era su madre, entonces... ¿Quiénes eran sus padres?, ¿Ella no era una demoniza entonces?... pero, sobre todo, ¿Por qué Alastor le oculto todo eso?

Iba a estallar en cólera y exigir una explicación; sin embargo, Alucard actuó antes de que Charlotte hiciese cualquiera de esas dos opciones.

—Antes de que te enojes con tu "madre" o con Alastor, déjame explicarte los motivos por los cuales se te tuvo que ocultar toda esta información... ¿Puedo? — A pesar de la situación, el vampiro se encontraba sereno ante la inminente tormenta que se avecinaba por parte de la princesa.

—¿Escucharte? ¿Para qué? ¿Para qué me vuelvan a ocultar cosas?, ¿para qué me hagan a un lado? Dime una maldita razón para siquiera escucharte maldito infeliz de mier... — No pudo continuar, ya que vio que Alastor estaba convulsionando, de inmediato se acercó al cuerpo de su amado para socorrerlo.

Alucard y Lilith ayudaron a la princesa con el cuidado del demonio radio, hasta que este dejo de tener convulsión alguna. Charlotte miró el estado de aquel que le causaba dolor, pero a su vez felicidad... Por más que quisiese no podía odiarlo ni, aunque este le volviese a ocultar mil y una cosas sobre su pasado.

—También detesto verlo así... — Soltó el vampiro mientras miraba cómo la princesa sostenía la mano de Alastor como si su vida dependiese de ello.

—¿Tú qué sabes? Tú no sientes nada... —Tales palabras hirieron al vampiro, el cual se quedó callado por unos segundos para posteriormente contestar.

—Tal vez tengas razón, pero, aunque no lo creas... sé lo que se siente el ver a la persona que amas en un estado deplorable y que no puedas hacer nada al respecto... — Charlotte se quedó en silencio mientras observaba como el vampiro borraba aquella sonrisa sínica que lo caracterizaba y soltaba algunas lágrimas de sangre.

—Durante mucho tiempo fui la representación de su dolor, su ira... su odio... hasta que me alejé de él y empecé a hacer mi vida, fue ahí cuando empecé a sentir... felicidad, angustia, soledad... todo sentimiento que conforma a un ser vivo... Sin notarlo comencé a tener sentimientos. —Lilith solo miro a aquel fragmento de su padre, el cual mostraba claramente aquel dolor con el que su padre tuvo que lidiar por milenios hasta la fecha.

—Todavía recuerdo la última conversación que tuvimos antes de separarnos por un largo tiempo... él decía que cuando encontráramos un motivo por el cual existir sin repudiar nuestra creación, amaríamos a la humanidad y la vida al igual que él... —Soltó melancólico mientras que Charlie se quedó sin palabras por tal revelación... ¿Alastor amaba la humanidad? ¿La vida?... era tan difícil de creer que ese fuese su amado Alastor.

—¿Ese era Alastor? No entiendo... ¿Cómo es posible que él?... — Alucard simplemente sonrió por la cara de confusión de la princesa, mientras recordaba esas mismas expresiones, pero de su amada Alice.

—Por supuesto que ese era Alastor, aunque claro... seguramente algo le paso en el tiempo que no estuvo con nosotros como para cambiar su perspectiva... sin embargo, aún no abandona su lucha. —Menciono el vampiro mientras que Charlotte seguía procesando toda la información, a su vez intentaba no estallar en cólera por lo revelado.

—Hija... yo lamento ocultarte la verdad, pero... tenía miedo... nunca tuve la oportunidad de tener un hijo o siquiera crearlo como mi padre... odié el hecho de no poder tener un hijo... de... —No pudo continuar, ya que la Reina había roto en llanto, Charlie al mirarla tan desolada, se acercó a ella y la abrazo.

Dolor, Amor y Lujuria en el AvernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora