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𝐄𝐬𝐭𝐫𝐢́𝐚𝐬

Mycroft creció cómo muchos, influenciado por imágenes perfectas de personas perfectas. Ha visto en la televisión, en revistas, periódicos y anuncios que sus cuerpo no está bien, que debe bajar de peso, ahora está muy delgado, su cabello debe ser teñido, "pero antes te veías mejor", que sus pecas deben ser cubiertas, es muy alto, demasiado elegante, oh ahora muy informal, nada en él encaja en la sociedad superficialmente inepta sin importar cuánto lo intente y tener padres que nunca lo orientaron a amarse no ayuda.

Mycroft es un niño gordo
Un niño pelirrojo
Un adolescente delgado
Un adolescente pelinegro
Un adulto con problemas alimenticios
Un adulto con problemas de identidad
Es un conjunto de miedos
Una caja sorpresa de inseguridades
Ha sido todo, pero el mundo no lo deja ser nada.

Y un día llega alguien a su vida que le muestra al hombre un mundo nuevo que no conocía, le muestra el lado amable de la vida de la forma más pura posible, Mycroft empieza a sanar poco a poco.

Él se mira desnudo al espejo antes de su primera cita, puede ver sus piernas delgadas y largas, puede ver su estómago blando, puede ver su rostro con pecas, puede ver las estrías en sus brazos por subir y bajar drásticamente de peso y quiere ocultarlo todo pero no hay necesidad, porque existe alguien sensato que lo ama sin ningún estándar de belleza absurdo.

Él se mira desnudo al espejo la primera vez que van a tener sexo, todo va estar bien.

Él se mira desnudo al espejo después de su propuesta de matrimonio y sabe que las cosas son perfectas.

Él se mira desnudo al espejo el día de su boda, nada a cambiado y es algo que agradece con el alma.

El se mira desnudo al espejo en su primer mes de embarazo y tiene miedo.

El se mira desnudo al espejo en su séptimo mes de embarazo y puede ver qué su vientre y sus piernas se han llenado de estrías que no estaban ahí antes y que no se irán aún cuando su hijo haya nacido, no le gustan y quiere que se vayan así que compra cremas y geles especiales para cicatrices y los pone todos los días sobre las estrías esperando que desaparezcan.

Es de madrugada, Mycroft se ha levantado al baño y se ha quedado mirándose en el espejo viendo su vientre sobresalir a través de su bata, no sabe cuánto tiempo ha estado así pero sabe que el suficiente para que Greg se haya levantado a buscarlo.

—Myc ¿Pasa algo? ¿Te sientes bien?

—¿Eh? Si Greg, estoy bien, solo... Miraba

Greg sonríe adormilado y se acerca a su esposo para besar su frente y luego ponerse detrás de el abrazándolo.

—Eres demasiado hermoso

—Tengo nuevas estrías

—Si, lo he notado

—¿Te molesta?

—No amor, es algo normal, estás embarazado

—Son...feas

—Myc, estás creando una vida dentro de ti, es una de las cosas más increíbles que tú cuerpo puede hacer. Estás lidiando con tantos cambios y aún así has trabajado para gobierno hasta el último momento, haces tantas cosa maravillosas que a veces me preguntó si eres real y todas esas estrías y particularidades en tu cuerpo me regresan a la idea de que eres humano, de que eres hermoso. Tal vez no sean marcas agradables, y quieras quitarlas, pero amor, son normales y con o sin ellas no dejas de ser la persona de la que estoy enamorado

Mycroft escucha con atención cada palabra y cuando Greg termina de hablar solo puede darse la vuelta para abrazarlo con desespero, tanto como su vientre le permite, buscando calidez y consuelo.

—Eres precioso cariño

—Tu también Greg, te amo

—Yo también te amo, te amo con todo mi ser

Esa noche el sexo es realmente lento y es perfecto. Greg se toma su tiempo para tocar a Mycroft y arrancarle suspiros de placer con cada beso que deja por su cuerpo empezando desde tu frente hasta sus tobillos y acaricia su vientre con adoración, todo mientras le dice lo mucho que lo ama. Mycroft revuelve las sábanas con sus uñas, puede sentir todo, como Greg toma su pene y lo lame de la forma más erótica posible, tomándolo todo en su boca como si para eso hubiera sido hecha, puede sentir como una de las manos talentosas de su esposo tiran lentamente de sus testículos y  la otra entra dentro de él, dedo por dedo a un ritmo gentil, todo eso lo hace gritar sin restricciones y cuando por fin Mycroft está al limite, Greg no le niega el orgasmo y lo estimula tanto como puede para hacerlo sentir saciado, siente los espasmos de su pareja debajo de él y de pronto tiene la boca llena de semen que prefiera pasarse. Mycroft todavía sigue temblando unos momentos después así que Greg lo acaricia y lo calma, prefiriendo ignorar su propia erección.

—G-gracias Greg

—Siempre es un placer amor

—Déjame tocarte, puedo hacer que te corras

Greg podría sentir excitación pero en su lugar siente amor por lo considerado que es Mycroft aún estando al borde del sueño.

—Estoy bien cariño, duerme, yo iré a buscar toallitas húmedas para limpiarte ¿Ok?

—Te amo mucho Gregory —Es lo último que Mycroft dice antes de quedarse dormido

Cuando amanece el pelirrojo sabe que su cuerpo está bien, sabe que puede sentirse cómodo consigo mismo y que no hay vergüenza en la estrías, ni en su cabello, ni su peso ni en sus manos o piernas, el mundo es una mierda pero el no necesita al mundo él necesita a Greg Holmes-Lestrade.

Agosto M-preg (Mystrade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora