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Amamantar

Han pasado seis meses desde que nació Sophie, es una niña encantadora y muy tranquila, por lo regular llora para pedir comida, que le cambien el pañal o por cólicos, fuera de eso ella prefiere dormir y pasear en los brazos de sus padres por todo el jardín. Sin embargo eso no significa que no haga pasar algunos malos ratos a Mycroft. Sophie es exigente con la idea de comer, ella querrá tomar leche, Mycroft la amamantara tal vez por tres o cinco minutos y luego la niña se alejara aparentemente saciada, todo podría quedarse así pero Sophie no está de acuerdo, repite eso al menos tres veces antes de realmente sentirse llena, Mycroft se pregunta porque simplemente no come sin detenerse en lugar de fingir que ya no quiere para después llorar porque resulta que en realidad si. Al final Holmes se acostumbra lo mejor que puede a los caprichos de la niña, es mejor si ella está calmada y feliz aun si su sistema de alimentación parece ser raro. Greg cree que es adorable pero no dice nada.

...

La primer salida que tuvieron como familia fue a un pequeño restaurante cerca de su hogar, Mycroft se siente feliz de poder abandonar al menos unas horas las interminables paredes de su casa y respirar aire fresco, aún así tiene que estar rodeado de personas estúpidas, tal vez es porque extrañaba odiarlas después de deducirlas como si fuera un pasatiempo.

Sophie está sentada en su carriola rodeada de bonitos juguetes y sonajas que ella toma con entusiasmo sacudiéndolas entre risas, ni Greg ni Mycroft dejan de cuidarla mientras comen y conversan. Cuando su postre llega a su mesa Sophie los mira atentamente con su lindos ojos azules, balbucea y empieza a quejarse, Mycroft se apresura a cargarla y acunarla en su pecho, se da cuenta de que ella tiene hambre por como aferra sus manos a su camisa así que desabrocha los primeros botones de la misma para alimentarla, Greg lo mira y le sonríe con ternura.

Una mujer tal vez un poco mayor que ellos los mira desde si mesa en la esquina, lo hace de una forma tan serie que no tarda demasiado para que Greg se de cuenta de que los está juzgando, bueno, juzgando en especial a su esposo, él se mueve en sus silla con molestia pero desvía la mirada para dejar de verla y concentrarse en su plática con Mycroft, pero es demasiado tarde porque ella se ha levantado para acercarse sigilosamente como un gato hasta ellos.

—¿Disculpa? —Dice con ese tipo de voz que parece ser suave pero en realidad no da ninguna buena vibra

Mycroft voltea rápidamente y la mira con confusión —¿Se le ofrece algo?

—¿Podrías cubrirte? Estaba comiendo y me incómoda verte

El rostro de Greg se pone un poco rojo por la irá pero sabe que debe calmarse porque es un espacio público —¿Cuál es su problema?

—No me apetece comer mi comida mientras miro esto —Ella señala a Mycroft que aún amamanta a Sophie

Antes de que Greg piedad arremeter contra ella su marido lo tranquiliza con la mirada haciéndole saber que puede lidiar con eso así que Lestrade solo puede devolverse una mirada preocupada.

—Me disculpo, pero no tengo la intención de cubrir la cabeza de mi hija con una manta sabiendo que son las dos de la tarde y es un día soldado. Si lo que le molesta es la vista que involuntariamente le estoy ofreciendo, entonces lo mejor será que usted tome su abrigo y se lo eche encima para que despeje su visión de situaciones indeseadas

—¿Cómo te atreves?...

—Si mi sugerencia le incómoda ya se imaginara a mi hija que es solo una bebé

—Hablare con el gerente del local. Soy una clienta frecuente aquí, el los sacará

—Le aseguro que su amenaza no me perturba en lo más mínimo

Ella sale casi corriendo empezando a hacer un escándalo por todo el lugar, gritando para ver al gerente y empujando al personal que se acerca para calmarla, mientras todo eso sucede Mycroft continua como si nada hubiera pasado comiendo su postre mientras Sophie sigue alimentándose, Greg observa a esa mujer con vergüenza ajena e incomodidad.

—El mundo tiene demasiada gente idiota —Dice Greg recargando su cabeza sobre la palma de su mano izquierda mientras con un tenedor picotea el pedazo de pastel frente a el

—Estoy de acuerdo querido

...

Mycroft produce demasiada leche y aún si tiene que alimentar a Sophie  hay días en los que aún es mucha y tiene que usar el extractor por la presión que siente en el pecho y los derrames que manchan sus camisas o playeras. Así es la mayor parte de las veces pero otras Greg puede ser más de ayuda.

Mycroft se desmorona cuando su esposo lo acaricia con tanta adoración. Las manos ágiles de Greg recorren su cuerpo desnudo con experiencia, saben que hacer y dónde tocar para reducir a Mycroft a un manojo de temblores.

Greg envuelve sus dedos firmes en la erección de su amado y comienza a masturbar sin prisa, da algunos movimientos circulares al llegar ala punta y luego vuelve a bajar, su otra mano tira directamente de los testículos de Mycroft haciéndolo arquearse y cubrirse la boca porque Sophie duerme en cuarto de a lado. Un eco de la voz excitada de Holmes se queda solo flotando en el éxtasis del momento.

—¿Te gusta Myc? ¿Te gusta que te toque así de lento o quieres que sea rápido? —Expresa Greg ronco y en susurro

Mycroft solo puede asentir sin hablar la saliva en su boca es tanta que siente que se ahogara si dice algo así que solo se limita disfrutar.

—Eres tan bonito amor. Tan perfecto

Esas palabras hacen que el pelirrojo se sienta tan amado, incluso después de un hijo, de la forma en la que cambió su cuerpo, de subir de peso, de las estrías y si vientre aún flácido Greg nunca dejo de expresarse de esa forma tan amorosa sobre él, todos los días le recuerda cuánto lo adora y eso sana las grietas internas del hombre.

Greg se inclina para olisquear en cuello de su marido antes de morderlo suave, empezando a bajar su besos húmedos por la clavícula y finalmente hasta el pecho de Mycroft en donde lame uno de sus pezones una y otra vez. A Mycroft normalmente no se sentiría excitado por algo como eso pero las sensaciones combinadas de la masturbación más la sobreestimulación de sus pechos lo están envolviendo en una nube de lujuria densa. Algunas gotas de leche resbalan de él y Greg las lame sin dejar que ninguna caiga sobre el colchón, el sabor es ligeramente dulce y salado al mismo tiempo, tal vez ambos está disfrutando más de lo que imaginaba de esto y Greg se pregunta porque nunca intentó sacar esa leche de Mycroft con su boca antes de que Sophie naciera. Los movimientos de las manos de Greg se hacen más rápidos con esos pensamientos y mientras eso pasa él frota su entrepierna contra las sábanas debajo, rozando en ocasiones con el muslo de Mycroft, entre gemidos desesperados pero un tanto silenciosos los sentidos de ambos vuelan hasta alcanzar el punto más alto de su necesidad y se corren en un orgasmo intenso que agota sus cuerpos en segundos.

...

Esto es para mis lectores con fetiches raros que querían que escribiera esto jaja los tqm ojalá les guste ❤️

Agosto M-preg (Mystrade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora