𝐏𝐚𝐭𝐚𝐝𝐚𝐬
Ya le ha dado vueltas a la casa entera pero las patadas de su hijo no paran y empiezan a incomodarlo. Ha intentado de todo, sentarse, acostarse, hablarle y masajear su vientre pero realmente nada sirve por mucho tiempo y Mycroft cree saber porque.
Cuando cumplió cuatro meses y medio de embarazo sintió la primera patada y fue realmente un momento de felicidad total para él y Greg, sin embargo a partir de ahí su hijo se volvió extremadamente inquieto, siendo una de las pocas cosas que lo calman la voz de Greg. Mycroft está un poco resentido de ser el quien soporta los cambios en su cuerpo y los síntomas y que el niño tenga preferencia por su otro padre.
Holmes sube las escaleras hasta su cuarto y busca su teléfono, tal vez una llamada en alta voz aligeren las cosas, pero aunque la llamada entra Greg no contesta, Mycroft maldice en voz alta y otra patada lo hace doblarse un poco.
—Ok, perdón, no volveré a decir malas palabras, pero tú padre no responde
Mycroft mada un mensaje a Anthea para que ella le envié la ubicación de Lestrade, la mujer no tarda mas más que cinco minutos en esa tarea, luego Mycroft llama a su chófer, sale de su casa, vestido con un traje y su paraguas y le dice al hombre que maneje dando la dirección exacta que Anthea le dio, durante el viaje las patadas cesan entre minutos.
—Sabes a dónde vamos ¿no es cierto? Espero me dejes en paz unas horas
Cuando llegan el pelirrojo baja del auto un poco desesperado y busca a Greg con la mirada, está parado frente a un cuerpo con su equipo rodeándole, antes de poder caminar hasta él, su esposo voltea y le sonríe, dice algo a los sargentos y forenses y empieza a acercarse a él con calma.
—Myc, que sorpresa
Mycroft lo besa en los labios y suspira con total satisfacción cuando los movimientos dentro de el comienzan a disminuir gradualmente.
—Este niño va a matarme
—¿De que hablas?
—El te ama, incluso antes de nacer solo quiere escucharte hablar o decide golpearme hasta cansarse
—Oh —Greg acomoda su mano debajo del abrigo de su pareja sobre su vientre —Debes dejar que tu padre descanse amor
—Gracias por tus intentos pero prefiero quedarme contigo hasta que vayas a casa
—Mmm tengo algunas personas que interrogar y pistas que seguir ¿Quieres esperar en el auto?
—Quiero acompañarte
—No quiero que te canses
—No estoy hecho de cristal Gregory
—Nunca dije eso
—Estabas tratando de decirlo
—Ok, ven conmigo, no pasa nada
—Pero cómprame un jugo
Lestrade solo se inclina y besa la mejilla de Mycroft, después le grita a un chico llamado Connor quién suelta un suspiro de fastidio del que solo Mycroft se da cuenta.
—¿Puedes comprar un jugo de manzana en la tienda por favor?
Connor asiente con la cabeza y recibe el dinero para irse desapareciendo en la esquina de la calle. Mientras ambos esperan al chico Lestrade conduce a su esposo con la mano en la cintura hasta la escena del crimen, llegando ahí nadie lo saluda más que Sally, la única persona que Holmes está dispuesto a tolerar. De pronto a Mycroft le brota la curiosidad por el chico nuevo.
—¿Tienes personas nuevas Greg?
—Solo uno, Connor, está haciendo prácticas de universidad y estudia medicina forense
—Mmm
Todos en el lugar se dispersan para buscar pistas en los callejones más cercanos y solo Greg y Mycroft se quedan mirando el cadáver, mientras lo hacen Connor regresa y le da la botella de jugo en la mano a Greg junto con algunas monedas de cambio y Greg se la da a Mycroft quien la recibe con una sonrisa.
—Gracias. Entonces Connor ¿Estudias medicina forense? ¿Cuánto te falta para terminar?
—Un cuatrimestre señor eeeh...
—Holmes-Lestrade
—Claro, Holmes-Lestrade
—Dime ¿Puedes ver algo particular en el cuerpo? —Pregunta el pelirrojo Greg solo sonríe a su lado
—Bueno, es hombre, de unos 35-40 años, estaba casado, murió desangrado por ser apuñalado
—Pero mira sus manos, tiene más información sobre él de la imaginas
—No puedo verla
—Solo piensa un poco, analiza y utiliza tus clases
—Con todo respeto señor, usted no es mi jefe
Greg se tensa en su lugar y Mycroft sonríe, sabía que no hacía falta mucho para molestar al chico que dese el principio se miraba altanero pero todo esto le resulta divertido.
—No llegaras muy lejos con esa actitud tan mediocre
—Connor, independientemente de quién sea Mycroft te exijo que lo respetes —Dice Greg
El joven los mira seriamente pero solo se queda callado con la mirada baja, luego murmura una disculpa y se va para ayudar a algún sargento, apenas está demasiado lejos Mycroft suelta una pequeña risa.
—Es un imbécil
—Pensé que ibas a gritarle o algo así
—Es joven e idiota Greg, no un criminal
—A veces me pregunto cómo es que funciona la forma en la que filtras tu empatía y consideración con las personas
—¿Eso importa?
—Supongo que no
—¿Por qué no contestaste mi llamada? —Pregunta Mycroft cambiando de tema
—Lo siento amor, deje mi teléfono en la oficina
—Bueno, más te vale empezar a no olvidarlo porque si tú hijo sigue pateándome de esa forma solo porque no escucha tu voz no voy a dejar que vayas al trabajo hasta que lo obligues a quedarse quieto
—Claro que si amor —Exclama Greg pasando un poco de saliva
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Agosto M-preg (Mystrade)
Hayran KurguUn reto de escritura de 31 días con la temática "M-preg"