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𝐏𝐨𝐬𝐭𝐩𝐚𝐫𝐭𝐨

Después del parto Mycroft pasa al rededor de diez días en reposo, lo único que puede hacer es levantarse para alimentar a William, bañarse, y comer, sin embargo aún siendo cosas tan simples todavía necesita ayuda de Greg, quien está siempre al pendiente cuidándolo y es una de las razones por las que más han estado discutiendo. El proceso de aceptación de Mycroft para entender que necesita apoyo es realmente lento, la enorme frustración de no poder moverse como le gustaría no ayuda y siente un montón de emociones negativas recorriendo su mente una y otra vez como un tren apresurado, está triste.

Cuando el llanto de William lo despierta lo primero que piensa es que no desea levantarse, sabe que su bebé lo necesita pero su lado apegado al niño parece estar disperso, entonces sus movimientos son automáticos, saca al niño de la cuna y lo abraza suavemente mientras los gritos del pequeño hacen que su cabeza palpite con incomodidad, la mirada de Mycroft está algo perdida, sus ojos viajan entre los rincones de su habitación y la imagen de su hijo malhumorado por algo que de todos modos no entiende.

-Shhh William

Unos minutos después y con el niño aun llorando Greg entra al cuarto y solo puede observar la forma decaída de su esposo con su hijo en brazos haciendo un escándalo.

-Oh Myc -Mientras dice eso se acerca y le retira el bebé a Mycroft para cargarlo el, le da a Will al menos cinco vueltas por todo el cuarto hasta que de nuevo vuelve a dormir otra vez

-No lo estoy haciendo bien ¿Verdad?

-De que hablas amor

-De William. Soy su padre pero no soy capaz de cuidarlo como debería

-Eres un padre maravilloso cariño

-Ni siquiera puedo levantarme de esta cama yo solo sin sentir dolor

-Por que tuviste un bebé Myc, tu cuerpo necesita descansar y aún si no puedes moverte por tu cuenta todavía eres un buen padre, siempre estás al pendiente de Will y te preocupas por él

-Me gustaría poder hacer más

Greg no dice nada más, solo se acerca a su esposo, sentándose en la cama a un lado suyo y comienza a acariciar su espalda poco a poco hasta que su caricia se vuelve un abrazo, pronto tiene a Mycroft envuelto en sus manos, dando besos tiernos en su rostro, se quedan así por no saben cuánto tiempo, solo dejando que la paz los llene, los calme.

Mycroft ha estado triste desde que dio a luz, es un sentimiento extraño, la idea de no verse tan feliz y perfecto como suelen verse los hombres y mujeres en la televisión o el internet lo atormenta haciendo un lío en su mente. Ha tenido un hijo muy lindo, está feliz por eso, pero no puede evitar estar frustrado por cosas que ni siquiera puede explicar. Lo único que desea es dejar de sentir culpa por qué a veces cuando su bebé llora él no quiere cargarlo, lo quiere lejos, el ruido del llanto aviva su dolor de cabeza como la gasolina al fuego. El solo espera ser un padre excelente, tan bueno como todo el mundo le exige que sea.

Greg sabe sobre la tristeza de Mycroft e intenta entenderlo lo mejor que puede, debe decir que para él también es complicado lidiar con eso y está cansado de que su esposo sea tan rudo y se hunda en el auto desprecio. A veces el pelirrojo tiene pesadillas en la madrugada al mismo tiempo que su bebé llora por alguna necesidad, otras Mycroft está tan decaído que es difícil hacerlo comer. Lestrade está tan preocupado al imaginar que su amado tenga algún tipo de depresión postparto que quiere convencerlo de permitir a algún psicólogo hablar con él, pero sabe que eso será la cosa más difícil del mundo y por el momento solo puede ofrecer consuelo y apoyo incondicional.

Después de unos días y en medio de su angustia Greg decide hablar con la doctora que atendió el embarazo de Mycroft y ella le explica con calma que la tristeza postparto es normal, esta ligada a la producción de ciertas hormonas y el tiempo se encargará de hacer desaparecer esas emociones, sin embargo es importante que se vigilen y se atiendan los episodios de frustración antes de que pueda subir un escalón más. Con esa nueva información Greg se siente más tranquilo y espera poder ayudar mejor a Mycroft.

Todas las mañanas cuando sale el sol Greg habré las cortinas del cuarto y deja entrar la luz, en un principio a Mycroft le molesta y luego de tres días empieza a disfrutarlo, Greg también le prepara sus comidas favoritas, lo abraza, pasa más tiempo con él, le dice infinidad de palabras dulces, lo besa y muchas cosas más, todo mientras se involucra activamente en el cuidado de William, pronto el cambio en Mycroft es enorme y evidente pues se mira más alegre, más dispuesto y cuando por fin su tiempo de reposo se termina, puede volver a recorrer su casa con tranquilidad, a salir, lo cual le regresa parte de su brillo habitual. Mycroft todavía no es apto para hacer muchas cosas pero sorprendentemente comienza a aceptar la ayuda de su esposo para algunas tareas y aún hay situaciones que insiste en manejar solo pero Greg es paciente y está demasiado enamorado de su familia como para velar por su esposo e hijo.

Agosto M-preg (Mystrade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora