4

23 0 0
                                    

Jungkook ese día amaneció mal, tenía fiebre muy alta, tanto al punto de que deliraba por la alta temperatura de su cuerpo, su tez estaba pálida, sus labios de un tono oscuro, párpados pesados, todo su cuerpo sudaba, para empeorar, las incontenibles nauseas.

El doctor estaba ahí para revisarlo, pero ni el parecía saber el por qué de esos síntomas, le tomo algunas muestras para analizarlas y ver qué tenía, pero a su experiencia decía que trataba de la enfermedad que tenía – Tal vez está avanzando más rápido de lo que creíamos – eso no fue de ayuda para sus padres, si la enfermedad avanzaba, eso solo significaba que el tiempo de vida empezaría a reducirse.

Pero también cabía la posibilidad de que algún infiltrado en el castillo estuviera envenenando la comida que era llevada a la habitación del príncipe, ya que después del intento de matarlo, no podían descartar eso, así que desde ese momento solo Sonmi sería la encargada de preparar las comidas y medicinas del menor, aún tenían que encontrar a quien estaba detrás de eso, al parecer querían acabar con la vida del menor.

En ese momento Taehyung ponía a andar su plan de nuevo, aprovechando el momento de vulnerabilidad del azabache, si habían sospechas de que querían matarlo, entonces la ventaja era que al ser su guardia personal y tenía la confianza del rey y el mismo príncipe, solo el podría ingresar a la habitación y por su puesto podía dar órdenes a los guardias y sirvientes.

Sonmi se encargaba de ponerle compresas frías para bajar la temperatura, si no lo hacían podría empezar a convulsionar, la idea de un baño no era buena, así que solo podía hacer eso, Kim observaba desde el sofá cerca a la cama, al parecer la mujer había cuidado de él desde que era un niño, tenía la confianza del menor, y el debía hacer lo mismo, tal vez en algún momento necesitaría a alguien que le ayude después, y el era muy bueno en tomar la confianza de otros.

Aprovechando ese momento, se tomó la libertad de conversar con ella, se enteró que tenía dos hijos que también trabajaban en el castillo, uno era soldado y otro era músico, que ella ha trabajado hay desde que era una niña, toda su vida a vivido ahí, así que conocía todo lo que quería saber, pero se lo tomaría con calma, poco a poco, por el momento mi principal era conquistar al príncipe.



Dos días después y Jungkook seguía en cama, ya no tenía fiebre, pero por su bienestar el reposo era indispensable, pero no estaba en cama como a Taehyung le hubiera gustado encontrarlo cuando fue a verlo, estaba mirando por el balcón, no sabía que era lo que veía, pero parecía interesante ya que prácticamente se colgaba para ver, era como un niño, se acercó para sostenerlo, que tal y si caía, no quería perder aún la cabeza.

Tomándolo de la cintura lo alejo de ahí y dio un vistazo, no había nada fuera de lo normal, así que miro al menor con interrogación.

- Que hacías, podías haber caído, no debes colgarte así – regaño suave, lo detallo unos segundos, se veía mejor, ya no estaba tan pálido y sus mejillas tenían un bonito rubor.

- Es solo que, creí ver algo caer de arriba, pensé que sería un pájaro, pero no hay nada – no supo porque eso no le sonó para nada bien, lo hizo retroceder mientras revisaba bien.

Más abajo había otra ventana y noto que las cortinas se movían, esa ventana nunca estaba abierta, miró arriba pero no había nada antes de que algo se de, cerró la ventana con todo seguro, se volteo para asegurar la otra pequeña ventana que estaba a la cabecera de la cama, Jungkook solo lo observaba con ojitos dormilones, se sorprendió cuando Kim se acercó y lo cargo como si no pesará nada, un extraño revoloteo en su estómago, acaso iba a vomitar de nuevo?
- A-a dónde me llevas – pregunto sosteniéndose de su cuello y ver qué salían de la habitación, pero no tuvo que volver a preguntar cuando el se adentro a la habitación que usaba.

- Creo que alguien entro a la torre, tengo que asegurarme que estés a salvó, alteza, te dejare unos minutos aquí en lo que voy a revisar – dijo bajándolo en la cama, pero la idea de que alguien que quería hacerle daño estaba en la misma torre, le aterro, agarró la camisa del contrario para evitar que se fuera.

- No, no quiero quedarme solo, porque no envías a los guardias, t-tu debes estar conmigo – sus ojos lo miraban con súplica, ah empezaba a creer que era una técnica de manipulación porque estaba cediendo, hasta que un ruido muy fuerte se escuchó afuera, más seguro de la habitación del príncipe.

- Espera aquí, no tardaré, lo prometo – se inclinó a besar su frente y con eso dejo al menor sin palabras, con los ojos abiertos y mejillas encendidas, sonrió para sus adentros.

Salió y vio a los guardias que también habían escuchado, se hicieron señas en silencio para entrar, con sigilo dos de ellos se pusieron a los lados de la puerta, se podía escuchar como si buscarán algo, a la señal abrieron la puerta y vieron al perpetrador, con prendas oscuras y una bolsa en sus hom6, al verlos corrió a la ventana y salto, Taehyung trato de alcanzarlo pero solo pudo arrancar un poco de su prenda superior.

Lo vieron bajar por una cuerda y correr por el jardín, al parecer los otros no lo habían visto porque nadie fue tras el, pero ellos si, avisaron a los que estaban abajo, pero no pudieron alcanzarlo.



Solo observaba en silencio cómo el rubio caminaba de un lado a otro, llevaba ya unos 20 minutos así, pensativo y con el ceño fruncido, por ratos gruñía y golpeaba la pared, el solo lo seguía con la mirada sin atreverse a decirle algo, pero así se dio tiempo de verlo mejor, era muy atractivo, su altura y cuerpo bien formado, cómo se marcaban sus brazos, los músculos de su espalda, esa mandíbula definida.

Nunca había sentido atracción hacia otra persona, tal vez porque no se relaciono con ninguna, pero estaban los guardias que siempre lo acompañaban a la biblioteca, o los que le ayudaban con las cosas para su baño de espuma, pero ninguno lo atraía así como el rubio ajeno a su intensa mirada, pensó por unos segundos, que se sentiría estar enamorado, tener a alguien que cuide ti, se preocupe, te quiera y de amor, mimos, el conocería a alguien así.

No sabía porque al pensar en eso, su mente aginaba esas cosas con Taehyung siendo protagonista, pero de repente esos pensamientos se volvieron más intensos, que se sentiría ser besado, tocado, o… sus mejillas ardieron al imaginar cosas más subidas de tono, se avergonzó, el no tenía ese tipo de pensamientos, por qué en ese momento decidían aparecer, negó llevando las manos a sus mejillas, piensa cosas bonitas, cosas bonitas…

- Estás bien – la grave voz del contrario lo hizo dar un brinco en su lugar, alzó la mirada y esos ojos lo miraban, una ceja enarcada… y Taehyung siempre había sido tan sexy o era causa de que aún se sentía un poco mal y con poco de fiebre.

- N-no, quiero decir si!! No es nada, solo.. solo, que haces – trago saliva cuando el se acercó y quitó las para tocar su frente y cuello, un escalofrío recorrió su espina dorsal, era normal eso?.

- No tienes fiebre, seguro estás bien, estás sonrojado, creía que tenías fiebre de nuevo – inquirió colocando las manos en su cadera, Jungkook se abrazo así mismo, ahora se sentía nervioso, que le estaba pasando.

- S-si, estoy bien, solo.. solo quiero dormir, si eso, dormir – asintio y gateo en la cama hasta acomodarse en medio de esta y meterse bajo las mantas, se tapo hasta dejar solo sus ojos a la vista, pero le daba la espalda al mayor que ladeo la cabeza confundido.

- Sabes que esa es mi cama cierto, no pensarás dormir aquí o si – apretó los ojos.

- Da igual, aún es temprano, solo será una siesta corta, estoy enfermo, ten consideración – se quejó y el solo rió negando.
- Bien, te despertaré cuando sea la hora de tu medicina, que sueñes con los angelitos~

Su sonrisa se borró al salir de la habitación y miro por el pasillo, diciéndoles a los guardias que estuvieran al pendiente del príncipe, entonces bajo hasta el gran salón, cruzó con calma mientras saludaba con quiénes se cruzaba, siempre con una sonrisa que desaparecía cuando salían de su vista, sin que nadie lo viera se dirigió al lugar donde le enseñan al menor arquería.

Ahí, en un rincón algo oscuro, vio al sujeto que esperaba por él, se acercó mirando a los lados, pero no había nadie más ahí, pero lo hacia por precaución.

- Que haces aquí, vas a hacer que sospechen, paso algo – hablo entre dientes jugando con una flecha,  miro al otro que ladeo una sonrisa quitándose la capucha.

- Ha habido un pequeño cambio de planes, se ha alargado la fecha, así que tómatelo con calma, y no olvides lo que te di, eso ayudará mucho – un hoyuelo apareció en una de sus mejillas cuando sonrió, el también lo hizo.

- Lo hare, ve con cuidado hermano, dile a Seokjin que extraño su comida – rieron por eso.

- Se lo diré, tu también cuídate hermano, te enviaremos un mensaje para la próxima reunión, no bajes la guardia.
Con un asentimiento leve se despidieron alejándose cada por su lado, regreso al castillo, no podía estar demasiado tiempo lejos del menor o levantaría sospechas, y era lo que menos quería, ahora que había cambio, necesitaba con más razón apresurar las cosas.

My princeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora