La guerra era definitiva, todo lo que quedaba era prepararse, por qué era claro que irían en contra de ellos ni siquiera terminaba de entender la razón por la cual los demás reinos hacían eso, solo porque no mostraba a su hijo, eso era ilógico, seguro tenía que haber otra razón oculta, por eso Kim Taehyung encontraría la verdadera razón por la que estaban declarando guerra al reino de Aritmania.
Era increíble la confianza que el rey le tenía, solo por el hecho de ser el hijo de unos de sus mejores soldados que mucho y le juro lealtad, le causaba gracia, nadie imaginaba cuáles eran sus verdaderas intenciones al entrar al castillo, tampoco es como si sospecharan de algo, en tan corto tiempo se llegó a ganar la confi5de muchos de ahí, todo iba bien conforme a su plan.
Lo mejor de todo y lo que lo tenía de un increíble buen humor, era el hecho que, desde la noche en que irrumpieron en la habitación del príncipe y no es que se alegrará por eso, ya que tenía cierto trauma y no dejaba que cualquiera se le acercara, a excepción de él, era eso, el hecho de que solo confiaba en él y se mostraba aún más cercano.
5 días después se había animado a salir al fin de la habitación, el aire fresco y el jardín lleno de flores le sentarían muy bien, así que ahí estaba, meciéndose suave en el columpio, sus ojos mirando el cielo azul despejado, con pocas nubes adornando, la brisa chocaba en su rostro removiendo sus hebras, una sutil sonrisa.
- Alteza, tengo que salir un momento, ay algo que necesito comprar por mi cuenta, le pediré a uno de los muchachos para que se quede a su lado, no tardaré – aviso poniéndose frente a él, sin que llegará a tocarlo, el se detuvo abruptamente y se levantó, sus ojos viéndose asustados por lo que acababa de escuchar.
- No, no, no, no puedes dejarme solo, no quiero quedarme con otro, porque no me llevas contigo, no seré una molestia, pero no me dejes – pidió sosteniendo sus manos, el frunció leve el ceño, no sería seguro llevarlo con él, además de que en realidad no tenía que comprar nada, pero esos ojitos lo veían de una forma tan, tan que no sabía interpretar.
- Alteza, no puedo, yo-
- Por favor, mira que te estoy suplicando, yo, siendo el príncipe deberías.. – no supo porque eso lo molesto, no había nada de mentira en ello, pero sintió irá, apretó la mandíbula y se puso serio.
- No puedo alteza, por su seguridad debe quedarse aquí, así no le guste pediré a otro que se quede con usted – dictaminó algo duro que Jungkook se encogió un poco por su tono empleado, no pudo responder ya que el solo se alejo dejándolo ahí.
Regreso a su habitación donde se encerró sin permitir que nadie más entrara con él, estaba molesto de que todos lo tratarán como si se fuera a morir por salir más allá, o porque solo por ese hecho de estar enfermo pudieran decidir por él, no era justo, ya tenía 20 años, podía tomar sus propias decisiones, si, era parte de la realiza, pero eso no impedía que pueda decidir sobre lo que quería hacer, no era un niño.
…
Apenas regreso tres horas después se topo con la noticia de que el menor no había salido para nada desde que se fue, incluso la comida habían tenido que dejarla afuera porque no quería que nadie entrara, suspiro masajeándose la frente, en serio a veces era como un niño, antes de subir a verlo fue a la cocina para le prepararán un té y de paso llevarle la medicina.
Dos gotas del extraño líquido se mezclaron con el té, lo meció para que se disolviera bien y puso la taza en su lugar y subirla con todo lo demás, el tenía llaves de la habitación del príncipe así que dándole la bandeja a uno de los guardias abrió la puerta y entro, lo el claro, lo vio acostado en la cama con las piernas estiradas en estiradas hacia arriba, sosteniendo un libro en lo alto, ni siquiera se molestó en ver quien era.
Dejo las cosas en la mesa y se enderezó a verlo, el seguía en lo suyo moviendo uno de sus pies contra la pared, tarareaba alguna canción de cuna y pasaba las páginas cada dos segundos, se veía tan desinteresado, hasta se había cambiado de ropa, se sentó en el borde de la cama sin dejar de observarlo.
- Dijeron que no has querido salir, pasa algo – cuestionó el enarco las cejas sin verlo o de dejar lo que hacía.
- Oh, vaya ya regreso, cuénteme cómo le fue señor Kim, no debió molestarse en venir a verme, estoy perfecto – soltó con algo de sarcasmo.
- Ahora que te pasa – pregunto quitándole el libro, el suspiro y solo bajo las piernas para hacerse bolita dándole la espada, fingiendo dormir.
- Estoy cansado, vete – y el ya no estaba con todo el buen humor de hace unas horas como para soportar al menor.
- Tienes que tomar ese té con tus medicinas, entonces te dejare – no recibió respuesta, exhaló por la nariz, ok, lo haría a su manera.
- O-oye que… que haces!! No!
Sostuvo sus manos a los lados de la cabeza del azabache que lo miraba entre sorprendido y solo un poquito molesto, sus grandes ojos examinando los cafés del mayor que estaba sobre el a unos 20 centímetros de su rostro, su cabello cayendo, un par de colgantes de su cuello igual, lo había girado en la cama para poder sostenerlo.
Por tal atrevimiento sabía que podía ser castigado, pero los reyes no se encontraban ahí, los guardias estaban afuera y Jungkook no haría nada, lo observo por unos segundos que se mantuvieron en silencio, se veía demasiado bonito desde esa vista, sus labios entreabiertos a punto de decir algo, su ceño levemente fruncido, su cabello alborotado, no entendió porque su mente cambio esa imagen a una más.. sacudió la cabeza.
Si no me sueltas grito – la vocecita del menor quitó esa imagen que se estaba haciendo de él, pensó en alejarse pero entonces una idea vino a su mente, tenía que apresurar las cosas con él, mientras más rápido mejor, además no sabía cuándo podía empezar esa guerra sin sentido, sonrió de lado antes de inclinarse y de manera efímera rozar los labios del menor el cual sus ojos casi se salen de sus lugares, su respiración se cortó y..
Bingo, ya lo tenía.
- Q-que.. – no podía formular palabras ante lo que acababa de suceder, no había sido un beso, apenas un roce de labios, pero sintió una pequeña corriente recorrer su cuerpo, fallando su sentido locomotor para poder hablar.
- Levántate y toma tus medicinas iré a pedir que alisten todo para un baño, hoy cenaremos en la azotea del lado sur – aviso levantándose como si nada, mientras Jungkook intentaba asimilar eso, quedándose ahí por unos segundos mirando el techo, hasta que el sonido de la puerta cerrando se lo trajo de vuelta.
- Que fue eso – logro formular con voz aguda llevando sus dedos a los labios, un débil cosquilleo en ellos, bueno ahora solo confiaba una sola cosa.
Kim Taehyung le gustaba.
…
Pasear a caballo dentro del castillo por los jardines fue una total locura, Taehyung no podía creer que en serio estaba haciendo eso, pero no se pudo negar cuando Jungkook lo miraba con esos ojitos de cordero sufrido, en verdad empezaba a creer que era un manipulador en potencia, porque lograba sus cometidos por más absurdos que fueran, como en ese momento que iba en el caballo él, suspiro negando.
Mientras tanto un muy sonriente Jungkook saludaba a todos los que trabajaban dentro del castillo, quienes solo sonreían al verlo, todo el ambiente en el castillo se había vuelto más colorido desde que el príncipe salía a los jardines o pasaba por los salones, saludaba a todos con una sonrisa cautivadora, se había ganado el aprecio de la mayoría, no podían contra sus encantos.
El caballo se detuvo en la entrada, era momento de bajar, pero el no quería, sus labios formaron un puchero, con ayuda de Kim, quien bajo primero, bajo el también, sintiéndose algo cohibido al quedar tan cerca, sosteniéndose de sus hombros y el de su cintura, no podía olvidar lo que había pasado, no era para tanto, pero para el si lo era, no podía sacar eso de su cabeza, no podía, sus mejillas se colorearon de un bonito rubor que no pasó desapercibido por el otro que sonrió.
- Se siente bien alteza, tiene fiebre – tocó su frente, el negó enseguida apartándolo despacio, empezaba a hacer mucho calor, se abanico con la mano, el solo era cubierto por las nubes, no estaba tan fuerte.
- Es por el sol, creo – murmuró caminando a la puerta y entrar, no sin antes se detenido de manera algo brusca por el contrario haciendo que chocará contra su pecho, golpeando su nariz en el hombro ajeno, se quejó cogiéndola con su mano.
- Oye, que te pasa – renegó masajeándose, ajeno a la flecha que se clavo en la puerta, Kim miro a los alrededores, los guardias corriendo de un lado a otro por atrapar al suje5ya que habían alcanzado a verlo.
- Hay que entrar de una vez – afirmó aún sosteniéndolo de la cintura y sin soltarlo lo hizo entrar, bien era un hecho que alguien quería dañar al príncipe, tenían que encontrarlo antes de que en verdad logrará su cometido.Esa situación no podía seguir así, aún faltaban 4 semanas para que los reyes volvieran y ya sentía que pasaron meses, el intruso que se entro a su habitación, el que entró en la noche, los ataques de las flechas, no entendía porque querrían hacerlo algo, todo era ilógico, pero alguna razón tenía que haber, e iba a hacer lo que sea para averiguar quién era y porque lo hacia.
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My prince
FanfictionKim Taehyung es un rebelde que junto a otros han elaborado un plan para destruir a la familia real. Él tiene su propio motivo, por el cual le ha llevado unos años elaborarlo, por lo que piensa que logrará su objetivo, no tendrá piedad. Su trabajo es...