5 meses después.
El festival del reino era en unos días, era la primera vez que Jungkook podría ir a ver, ahora que vivían más cerca del pueblo, salir era indispensable, podía pasear cerca de la casa sin problemas, sin que nadie lo siguiera de cera o vigilará lo que hacía, solo salía con su pequeño en su carreola, caminaba hasta el lugar de trabajo de Kim, eso se había vuelto una rutina.
Esperaba sentado en un tronco cortado, hablando con su pequeño, que reía al verlo, no entendía pero reía al ver a su papá decirle cosas, aplaudía con gritos agudos, saltando en su asiento, pero cuando la voz de su otro padre llegaba a sus sentidos, abría sus ojos y lo buscaba por todos lados hasta que él lo sacaba de ahí saludándolo con un sonoro beso en su mejilla que lo hacia explotar de risa.
- No tienes que venir todos los días, no quiero que les pase algo – se dirigió al azabache que solo sonreía al verlo, se inclino a besar sus labios.
- Me gusta venir y los sabes, además no es lejos, vivimos a 3 casas de aquí – señaló empezando a regresar empujando la carroza vacía.
- De todas formas, todos te conocen, alguien podría intentar algo – Jungkook no dijo nada más.
Pero nadie iba a hacerle nada, todos ahí lo adoraban, la mayoría aún tratándolo como príncipe, aunque él les dijera que lo llamen por su nombre, pero se acostumbraba a eso.
No tuvo dificultades al adaptarse a ese estilo de vida, es más, sorprendió al rubio cuando supo que podía cocinar y ocuparse de la casa, era increíblemente perfecto, pero aún así no dejaba que el haga todo, ya tenía suficiente con preparar las comidas y cuidar a Johan, así que también ayudaba con los deberes de la casa, se encargaba de lo más pesado, a veces cocinaba.
Al entrar a la casa el delicioso aroma de la comida recién hecha lo envolvió, sin duda su ahora esposo cocinaba muy bien, dejo al pequeño en su silla de comer para ir a lavarse y sentarse con ellos a comer, mientras Jungkook ponía la mesa, nunca creyó verlo así, pero ahí estaba, luciendo como si nunca vivió en un enorme castillo lleno de sirvientes que hacían todo por él.
Durante la cena platicaron un poco sobre diferentes cosas, los ruiditos que hacía su bebé, las risas del azabache, le encantaba eso, cada día agradecía el poder tenerlos en su vida, sin duda se ganó la lotería con ellos dos.
Después de recoger y ayudar a lavar lo que usaron fue a la pequeña sala, Jungkook llevo a Johan a dormir, eran las ocho, no tardó mucho en eso, lo arropó bien y salió apagando las luces, se asomo a la sala donde el rubio estaba.
- Debes estar cansado, vamos a dormir, te daré uno de mis masajes sanadores y estarás como nuevo – escrito tomando su mano, se dejó llevar a la habitación.
- No sabes cuánto necesito eso, hoy fue muy cansado – Jungkook le sonrió mientras le ayudaba a quitarse la camisa y hacer que se sentará en la cama.
Empezó por sus hombros, esparciendo la crema con sus manos, mientras hablaban del festival, Taehyung sabía cuánto quería ir a ver las ferias y todo lo que ha ría ese año, así que ha la pedido unos días para ir con él, no dejaría que vaya solo cuando toda la gente salía, venían de otros lados, no, iría con ellos.
De tener al menor sobre su espalda dándole masajes, paso a tenerlo bajo su cuerpo, mientras lo besaba con fervor, le quitó la camiseta dejándola caer en el suelo, llevando sus manos a los pechos que aunque eran más pequeños, aún eran para alimentar al bebé, pero a su hijo no le molestaría compartir, llevándose uno a la boca para succionar, el otro siendo apretado por su mano.
- Tae.. e-espera-mmgh ~ Jo-han puede despertar – jadeo apretando sus hombros,
- No lo hará, hay que aprovechar que se durmió rápido, yo te necesito está noche – mordió suave sacándole otro jadeo.
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My prince
FanfictionKim Taehyung es un rebelde que junto a otros han elaborado un plan para destruir a la familia real. Él tiene su propio motivo, por el cual le ha llevado unos años elaborarlo, por lo que piensa que logrará su objetivo, no tendrá piedad. Su trabajo es...