12

23 0 0
                                    

No estaba seguro de si tenían algún tipo de relación o si es que se le podía llamar así, por qué era extraño, pero le gusta la forma en que podía ser con él, si tenía pesadillas lo dejaba dormir en su habitación, si se sentía triste le decía palabras alentadoras, además de que aunque no volvió a besarlo, habían besos en fu frente y mejillas, a veces en su nariz, cosas pequeñas que lo hacían sentirse bien.

Aunque toda esa situación lo confundiera una poco, no podía negar que cada minuto, hora día que pasaba, sentía bonito y más, cada vez sentía más y más por él, seguridad, comprensión, claro que sus padres le daban todo eso, amor y demás, pero con Taehyung era diferente, todo era diferente y le gustaba, demasiado para su inexperiencia.

Estaba en esa etapa en la que todo era bonito, colores armoniosos, calma, dulzura, se sentía que caminaba por un camino de arcoíris, sobre un unicornio de melena brillante, con amplias alas, prácticamente se sentía en las nubes y cada vez iba más alto, más alto y más alto, pero todos sabemos que todo lo que sube, algún momento tiene que bajar y su bajada no sería la más bonita, ni suave.

Sus padres habían vuelto ya, cómo siempre después de cada viaje le trajeron muchos regalos, pero está vez fueron demasiados, aunque le gustaba abrirlos todos, quien se podía negar a qué le trajeran un regalo, así que en ese momento se encontraba abriendo cada uno, con su madre a su lado contándole cómo fue el viaje, lo mucho que lo extraño, también estaba Taehyung quien solo observaba en silencio.

Callado y solo respondiendo cuando se le preguntaba algo, ya que no podía ser como usualmente era, tenía que mantener la distancia y las formalidades mientras la reina estuviera ahí, claro que notaba las miradas del menor hacia él cada vez que se probaba alguna prenda, una tiara o cualquier cosa, ya sea la más pequeña, cómo también la mirada de la reina.

- Te ves precioso con eso, podrías usarlo cuando vayas al pueblo – soltó dando unos pocos aplausos, atrayendo la atención de ambos que la vieron como si tuviera un ojo y le salieron tentáculos por brazos.

- Lo dices en serio?! podré ir al pueblo uno de estos días – pregunto con la ilusión desbordando de todo su ser, oh la sola idea de poder ir le causaba náuseas, pero era de la felicidad, no sé alteren.

- Si, hablé con tu padre, el rey y esta de acuerdo, claro que Taehyung debe ir contigo y con otros soldados para que estés bien, ya es hora de que todos te conozcan – hablo cogiendo sus manos y sentarlo a su lado, adoraba esa hermosa sonrisa que tenía y lo radiante que se veía, ni pareciera que tenía una terrible enfermedad que lo consumía día a día.

-Cuándo, cuando podré ir? Será pronto? crees que me acepten? debo llevar algom que debo decir o hacer? – todas sus interrogantes hicieron reír a todos ahí, si incluidos los guardias que estaban cerca de la puerta.

- Cariño, tranquilo si, pero será pronto, no te preocupes por lo demás, sabrás que hacer en ese momento, por ahora cuéntame como han estado estás semanas, alguna novedad que contar, paso algo nuevo – inquirió mirando unos segundos al rubio que bu6ya ar esperaba, pero ya había hablado con el rey antes contándole todo lo sucedido, lo cual llegaron a un acuerdo.

- Nada nuevo alteza, solo una que otra visita al príncipe, eso es todo – ella pareció creerlo y solo volvió a seguir hablando con su hijo, ah ya quería que se fuera y poder respirar en paz.

La cosa era que, algunos de los sirvientes mayores le comentaron a su reina, el extraño trato que se tenían él y el príncipe, la confianza que se tenían, ya que era el único que no le hablaba con formalidades, bueno y eso no fue del agrado de la señora, así que tenía que mantenerse al margen y actuar “correcto” a sus ojos.

Cuando ella se retiró dejando a su hijo descansar un poco después de dar un pequeño paseo por los jardines, el pudo sentirse más relajado, a veces creía que la mujer lo odiaba por alguna razón, que conocía, pero hacia como si no, solo esperaba que llegara el día para hacer lo que tanto a deseado.

My princeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora