Las ventiscas se habían hecho más fuertes cerca de media noche, todos estaban ya en la comodidad de sus camas y calidez de las mismas, todos menos ellos.
Retiró el camisón de su cuerpo y lo recostó para poder admirarlo, poniéndose de rodillas entre las piernas del menor, empezó a quitarse la camisa, lanzándola por ahí, haciendo lo mismo con el pantalón, se apoyo en un brazo para besarlo sin aplastarlo, tomando una pierna ajena y alzándola a su cadera, iba demostrarle cuánto lo deseaba y amaba.
Bajo por su cuello, dejando una que otra marca, mordió sus clavículas, jugo con sus sensibles pezones, un camino de besos se hizo por su pecho hasta el ombligo, sus manos ubicándose en la cadera, sosteniendo la última prenda que lo picaba de verlo en todo su esplendor, fue retirándola conforme besaba sus piernas, cuando estuvo fuera tiro la prenda sin importarle dónde cayera, beso el interior de sus muslos viendo cómo intentaba cerrar las piernas, pero no podía.
Subió de nuevo a sus labios, ahora quitándose la ropa interior para estar iguales, libre y sin barreras para sentirlo, se froto contra él, un jadeo sorpresivo, dando embestidas falsas, creando fricción en sus entrepiernas, llevo dos dedos a la boca del menor quien los recibió sin protesta, no podía dejar de verlo, toda esa inocencia había desaparecido y ahora era muy erótico, excitante.
Cuando sus dedos estuvieron lubricados lo suficiente con la saliva del menor, lo beso y llevo la mano hacia abajo, introduciendo uno de sus falanges en él – Avísame si te incomoda – al cabo de unos minutos o redujo otro, está vez si hubo una quema de parte del menor, dolía, pero podía soportar; cuando tuvo empezó a delirar, dolía, pero al vez le gustaba, pero pesaba a necesitar algo más, más grande.
- Tae.. – jadeo apretando sus hombros, quejándose cuando se sintió vacío, sintiendo una presión más en su entrada.
- Voy a entrar, si duele dime qué pare – beso sus mejillas y se fue hundiendo en él, jadeando por la calidez interior y la estreches, las uñas del menor clavándose en sus brazos, unas lágrimas escaparon de sus ojos, tenía la respiración atascada.
- D-duele, duele – jadeo casi sin aire, se detuvo enseguida, estaba m mitad dentro, sin moverse mucho se inclinó a besar sus ojos limpiando las lágrimas, beso sus mejillas, frente, nariz y labios, acaricio su cadera con una mano, su pierna.
- Quieres dejarlo aquí – pregunto dejando besos en sus labios, él negó abriendo los ojos, eran brillantes, dilatados, diferentes, le gustaba, lo abrazo por el cuello haciendo que con eso se adentrará más, jadeo.
- No, quiero seguir, se que cuidaras de mi – hablo cerca su oído, el beso su mejilla y lo abrazo pasando las manos por debajo de su cintura, empujó entrando por completo de una sola sacándole un grito, pero sus piernas se envolvieron en su cadera.
Estuvieron así unos minutos, dándose besos y caricias hasta que el se acostumbrara, el mayor salió solo un poco para empezar, apenas retrocedía y entraba de nuevo, así hasta que supo que ya podía salí mas, iba suave, pero presionaba profundo rozando su punto, sintiendo como sus piernas temblaban y su respiración empezaba a ser errática y inestable.
Sacudía su cuerpo bajo él, apretaba su miembro para que no terminará tan rápido, quería llevarlo al éxtasis de la locura, acallaba sus súplicas en sus labios, no quería que nadie escuchará, había puesto una almohada detrás de la cama para que no chocará y causara ruido, la puerta también tenía seguro y una silla por si acaso.
- Tae.. n-no puedo m-ahg ~ más.. por favor – sus uñas se clavaban en las piernas del mayor, mientras las suyas estaban en los hombros del mismo, todo su cuerpo temblaba, suplicaba por su liberación.
- Un poco más bebé, solo un poco más –
Y fue así, unos minutos después se libero dentro del menor al tiempo que lo soltaba y el manchaba su pecho y cuello, también parte de su mandíbula, los espasmos siendo más fuertes, sus piernas cayeron a los lados, temblaba, quería recuperar el aire, que no noto su do el rubio salió de él y se bajó para regresar con una toalla y limpiarlo, le puso la ropa interior.
Limpio el también se acostó a su lado atrayéndolo a su pecho, los brazos del menor rodeándolo por el torso, hundiéndose en su pecho, enredaron sus piernas, unos minutos en silencio hasta que escucho algo que le causó un revoltijo en el estómago.
- Te amo Tae.
No pudo responder porque fue repentino, solo beso su frente abrazándolo con fuerza, entregándose al mundo de los sueños enseguida.
…
Varios soldados iban por todos los pueblos pequeños buscando y preguntando, mostrándoles el retrato del príncipe para saber si lo vieron a él o a Kim, aún no tenían buenas noticias, pero todavía faltaba algunos lugares, irían hasta los más pobres para buscarlos, si no cumplían con las órdenes del rey, ellos y sus familias serían decapitadas, nadie quería eso.
Así que a cómo fuera, tenían que encontrarlos, no importaba si no dormían o comían, no descansarían hasta llevarlos de regreso.
…
El pequeño mercado de frutas lo tenía más que encantado, compraron algunas fresas, melón, antes habían pasado por una tienda de dulces, de los que el menor era fanático, iban solo los dos, era su cita, Kim leía la lista de cosas que aún tenía que comprar, misma que se la entrego su hermano mayor, no le molestaba, mientras esté con el menor.
- Crees que podamos comprar eso – señaló unas cerezas, asintio y se dirigieron al lugar donde exponían las rojas frutas, se volteo a ver algo y vió a los guardias del reino de Aritmania, los reconoció por el sello en sus cascos, no tuvo que preguntarse que hacían ahí, tomo la mano del menor y lo arrastró fuera del mercado.
- Que pasa, creí que íbamos a comprar las-
- Shh, tenemos que irnos, hay soldados ahí, no pueden vernos – le puso la capucha para cubrir su cabello, por como iba vestido estaba seguro que no lo reconocerían enseguida.
Llegaron al caballo y metió las cosas en la bolsa, ayudo al azabache a su ir y después subió el, puso en marcha al animal, por suerte ninguno de los guardias reales lo vio, pero las personas que los vieron en el lugar si y cuando les preguntaron obvio respondieron, pero no sabían de dónde llegaron.
Al llegar a la granja entro enseguida, Jungkook no decía nada, podía ver lo nervioso que estaba, habían estado cerca de ser vistos, él tampoco quería regresar, sabía lo que le esperaba al rubio si volvían, así lo mejor era quedarse ahí, pero al parecer tenían que buscar otro lugar.
Namjoon salió del baño y al verlos ahí tan temprano no dudo en preguntar.
- Creí que volverían tarde –
- Están aquí, debemos movernos, estoy seguro que no tardarán mucho en dar con este lugar, estaban buscándonos – él abrió la boca, porque ahora.
- Avisaré a los demás.
Y todos empezaron a moverse, recoger todas las cosas para que al salir no hubiera evidencia de ninguno, nadie estaba tranquilo al saber que posiblemente morirían, pero ellos sabían que eso sucedería después de participar, ahora solo tenían que huir.
Salieron de ahí sin dejar rastro, tal vez al pueblo más cercano, no estaban seguros, pero si de irse de ahí, pero los guardias ya habían estado de camino, empezando así una persecución a caballo.
Se dispersaron por el bosque era mejor ir separados, así no los seguirían a todos y si los capturaban podrían ir a ayudarlos, pero claro, los guardias solo querían a los Kim y al príncipe, no sé preocuparon por los otros; los seguían tan cerca, Jungkook iba con Taehyung, sus hermanos y primo con ellos, empezaba a caer un poco de niebla, era bueno, cómo también malo.
Cuando pensaron que no podía ser peor, empezaron a dispararles flechas, ahora teniendo en claro que al parecer capturarlos al parecer tenía la condición de vivos o muertos.
Los perdieron de vista cerca de unos barrancos, dónde también se separaron, Taehyung fue a unas cuevas por ahí cerca, se esconderían ahí hasta mientras, amarro el caballo una vez bajaron y sus piernas le fallaron haciendo que cayera al suelo, Jungkook se alarmó y se acercó, pudo ver claramente como su camisa se manchaba de roja sangre, le habían dado, en el costado derecho del abdomen, tuvo miedo.
- Tae, estás sangrado, cielos – lo ayudo a sentarse apoyándolo a la pared para revisar, se había sacado la flecha, y la sangre salía en abundancia, lo había atravesado, se quitó el pañuelo de la cabeza para hacer presión, sus manos temblando y manchándose, también había empezado a llorar.
- No llores, estaré bien, si – acaricio su mejilla, pero no estaba seguro, perdía mucha sangre, él negó sorbiendo por la nariz.
- No hables, si, solo no hables, voy a curarte –
…
No sabía cuánto llevaban ahí, pero empezaba a sentir frío, tenía el pañuelo empapado en su herida, Jungkook a su lado retirándome los cabellos que se pegaban a su frente, aún así lo seguía viendo bonito, le sonrió débilmente, se durmió unos segundos, solo fueron unos segundos antes de despertar por los gritos del menor.Los habían encontrado.
Y lo peor de todo era que estaba muy débil como para evitar que se lo llevarán, pudo ver su rostro lleno de miedo, sus lágrimas, cómo forcejeaba por soltarse, estirando una mano hacia el, sintió como alguien lo alzaba bruscamente, para subir a uno de los caballos sin cuidado alguno.
No podía pensar en nada más que no fuera el príncipe, ni siquiera le importaba lo que harían con él al llegar, ya sabía cuál sería su final, pero el pensar en lo que viviría el menor era lo que más lo atormentaba, no dejo de pensar en él hasta perder la conciencia.
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My prince
FanfictionKim Taehyung es un rebelde que junto a otros han elaborado un plan para destruir a la familia real. Él tiene su propio motivo, por el cual le ha llevado unos años elaborarlo, por lo que piensa que logrará su objetivo, no tendrá piedad. Su trabajo es...