28

20 1 0
                                    

3 meses después.

No fueron días tranquilos como le hubiera gustado, Yoongi hablo con el consejo real de todos los reímos exponiendo todo lo que pasaba en el reino de Aritmania, tenía pruebas innegables, con las cuales empezaron una investigación al reino y sus gobernantes, solo confirmando lo que se decía de ellos, más el encierro del príncipe solo aumento todas las opiniones negativas.

El pueblo también se enteró de todo lo que ocurría, ellos adoraban al príncipe, no se quedaron sin hacer nada, así que empezaron un huelga frente al castillo, no pararía hasta ver la libertad completa del heredero, y el reto no podía hacer algo en contra de ellos, después de todo eran quienes tenían el poder de desterrarlo y quitarle el poder, para eso estaban, aunque el creyera que si eran relleno, no lo eran, y ahora se estaba dando cuenta, si reinado estaba cayendo en picada, tenía a varios delegados del consejo en su castillo, estaba con las manos atadas sin poder hacer nada.

Era su fin.

Por otro lado, el compromiso con la princesa Jeori fue cancelado al descubrir las razones por las cuales se llevaría a cabo, no eran tan graves, pero el hecho de que de esa manera seguirían con la mentira de la enfer4del príncipe, o para esconder su condición especial, a nadie le gusto eso, esconderlo de esa manera era y envenenarlo día a día para que pensaran que estaba enfermo, era imperdonable.

Con todo ese pequeño caos, Jungkook trataba de mantenerse fuerte, estaba cruzando por un embarazo, que para suerte estaba yendo muy bien, el doctor de los Min era quien iba a verlo y que asegurarse que todo siguiera yendo así de bien, aún nadie sabía de su embarazo, y tenía casi cinco meses, su vientre crecía, pero gracias a las camisas holgadas, nadie notaba su pequeño vientre abultado.

Todas las mañanas se despertaba y se paraba frente al gran espejo, veía como iba creciendo día a día, le hablaba, su mano acariciando su vientre por encima del ombligo, a veces aún no terminaba de creer que en verdad estuviera esperando un pequeño bebé, no tenía ningún género en especial, si era niño o niña, les daría todo el amor que tenía, lo que si, esperaba que tuvieran gran parecido con.. él.

Bajo a la biblioteca, ahora podía ir de un lado a otro con facilidad, sin un guardia que lo siga a todos lados, solo aquellos que eran delegados para asegurar su bienestar, nada más, estaba leyendo un libro de recetas para niños, quería estar preparado para cuando su pequeño naciera, ya que tenía muy en claro que no se quedaría ahí para cría a su hijo, ya les había dicho a los del consejo así que ellos se harían cargo de eso, comprendiendo su decisión.


- Estás bien, Jungkook – pregunto su buen amigo, el asintio con una sonrisa, pero las lágrimas no dejaban de salir, se limpio con el pañuelo, pero era inútil porque solo volvían a salir.

- No estoy bien y lo sabes, estoy solo, se que ustedes están aquí, pero.. lo extraño tanto, que no puedo no llorar al recordarlo, no puedo olvidarlo, aún lo amo y me duele – se llevó una mano al pecho y la otra a su vientre, Jimin lo vio con nostalgia, si tan solo pudiera.

- Alteza, tiene visita, en el salón de música- ambos se vieron entre sí.

- Esperabas a alguien mas.

- No, los un8que viene son ustedes, quien será, me acompañas – claro que lo acompañaría.

Fueron al lugar y antes de entrar tuvo un extraño presentimiento, un nudo en su garganta, se detuvo antes de abrir la puerta, Jimin le dio la mano para darle apoyo, espero a que se sintiera seguro y abrió la puerta, no había nadie, eso los extraño mucho, aún así entraron, los instrumentos, los sofás, una bandeja con té y uvas rojas y verdes, lo habían dejado recién.

Pero había un hermosa orquídea blanca con lila sobre uno de los sofás, bajo ella una carta, extrañado la tomo y miro alrededor, se sentó para leerla la carta ya que decía su nombre, era eso a lo que se refería con visita.

Para Jungkook,

Alteza, se que cuando reciba esto, tal vez ya no esté ahí, seguro todo no salió como pensé, así que decidí escribir esta carta anticipando las cosas, se que si el rey, su padre nos encuentra, será mi fin, lo separaran de mi, planeara algo para que tenga un vida mejor, y yo, simplemente se desharán de mi.

Pero no quiero que llore, no merezco una sa de sus lágrimas, no fui una buena persona con usted, debí ser más bueno, pero aún así agradezco el haberme enamorado, todos los momentos, aunque fueran pocos, siempre los guardaré en mi corazón, no voy a a olvidarlo nunca alteza.

Lo conozco y creo que a este punto de la carta está llorando, no lo haga, sonría, sea feliz, yo, desde donde sea que esté, desearé su bienestar y felicidad, no llore.

Jungkook rio con lágrimas al leer esa parte, sin duda estaba llorando, tomando un poco de aire continúo leyendo.

Tener la dicha de que me ame igual, fue fantástico, y me hubiera gustado tanto poder estar ahí, tener más tiempo ca su lado, verlo sonreír, llorar, escucharlo hablar, sus risas, ver sus bonitos ojos, poder besarlo más, sentirlo cerca, sentirlo mío, pero no todo sale como uno quisiera verdad, créame, estoy riendo en este momento, si tan solo hubiera detenido todo, ahora estaría ahí y no tendría que leer esto, pero me deje llevar y el que más sufre aquí, eres tú.

Lo siento, si tuviera otra oportunidad me encargaría de hacerlo tan feliz, que su sonrisa no se borre, pero creo que lo único que he hecho es hacerlo llorar, que esté triste, por eso lo siento, por dejarlo así, pero ambos sabíamos que su padre nunca aceptaría algo así.

Con esta carta, quiero decirle que lo amo, después de escucharlo decir esas palabras, me levanté a escribir esto, usted ahora duerme a mi lado, viéndose tan hermoso como siempre, no pude decirle en ese momento, pero si no tengo la oportunidad lo hago por medio de esta carta.

Te amo Jungkook”


Unas gotas cayeron sobre la hoja y la apartó para que no se mojara toda, por más que secara sus lágrimas, si brotaban muecas y más abundantes, la opresión en su pecho siendo sofocante, no se dio cuenta de en que momento se quedó solo ahí, Jimin había salido y agradecía eso, quería estar solo un rato, observo la flor y rió con nostalgia, cómo sabía que le gustaban esas, la agarró ya la acercó a su nariz, olía a él, o tal vez era su imaginación.

- Tonto, como me pides que no llore diciendo todas esas cosas, cómo quisiera que estés aquí, ahora – sorbió la nariz y sostuvo de nuevo la carta, quien pudo dejarla ahí, acaso alguno de sus hermanos la tuvo y fue a dejársela a pedido de él antes de que todo sucediera, ajeno a como la puerta se abría, se levantó, quería tomar un poco de aire, pero..

- Alteza – detuvo todos sus movimientos, acaso había escuchado mal, alzó la vista y todo su cuerpo se congelo, la taza de té que sostenía se cayó de sus manos, no podía ser.

- Alteza, creí haber sido claro al decirle que no llorara, pero no escucha cierto – avanzó hacia él con pasos lentos, mirándolo a los ojos, Jungkook retrocedió un par de pasos, estaba soñando acaso, si, debía ser eso, porque no podía ser real.

- T-ta – lo tuvo a dos metros de él y se veía tan real que dudo que lo fuera, sus piernas le fallaron y se tambaleo, pero el fue más rápido y lo sostuvo de la cintura, el pestañeo viéndolo más de cerca, era real, no parecía un sueño, aunque ya había tenido varios así, no quería confiarse.

- En verdad eres tú, no es.. un sueño – alzó su mano que estaba algo temblorosa y la acercó a su mejilla con miedo de que al tocarlo desapareciera cómo el humo, pero no fue así, sintió su piel, respiraba agitado, llevo su otra mano a la otra mejilla y las lágrimas volvieron, si era él.

- No llores, por favor ya no llores, ha sido suficiente para ambos, no crees – pero también tenía lágrimas en los ojos, los cuales cerró al sentir el suave tacto de las manos del menor, se recostó en una de ella para verlo.

- E-eres tú, cielos, en verdad estás aquí, p-pero.. cómo, creí que, quiero decir, yo ví cuando.. – el sonrió, si había mucho que decir, pero lo único que quería hacer en ese momento era..

Prometo explicarte todo después, ahora solo quiero una cosa – tomo sus mejillas con toda la delicadeza y junto sus labios.

Cuánto ha la deseado hacer eso en todo ese tiempo que fue una total tortura, besarlo, tantas noches dónde soñó con eso, ahora lo estaba haciendo, sintió lo saldo de las lágrimas suyas mezcladas, pero no importaba, bajo sus manos a l cintura ya no tan delgada y lo estrecho contra el, sintiendo que algo se interponga en ese, corto el beso bajando la mirada.

Ya que lo tenía rodeado por la cintura, su camisa se había pegado y claramente pudo ver el vientre abultado, sonrió, entonces era cierto y no mentiras de padre del príncipe Jimin, sin poder resistir más llevo una de sus manos, no era suave, dejo salir más lágrimas, todo eso parecía un sueño para él también, desde que abrió la puerta y lo vio, dudo si era real, pero estaba ahí, con él.

- No puedo creer que en verdad estés… no sabes cuánto deseé volver a verte, te extrañe tanto – lo abrazo ahora sí, con tanto anhelo, sin aplastarlo mucho, podía sentir como su vientre se pega a su abdomen, se sentía extraño, pero bonito a la vez.

- Yo también te extrañe, mucho, mucho –

Froto su nariz en el cuello ajeno, había extrañado su aroma, era dulce y varonil a la vez, la forma en que sus fuertes brazos lo sostenían pegado a su cuerpo, los besos en su cabello, incluso podía escuchar su corazón golpear con fuera, el suyo estaba igual, no quería soltarlo, no aún, él pensaba igual, por lo que se quedaron así unos largos, largos minutos abrazados.

Jimin observaba desde afuera, había derramado algunas lágrimas al verlos tan.. no podía describir, pero estaba tan feliz de que la fin pudieran volver a verse, sabía lo duro que fue para manos, merecían tener un mejor final, uno alegre, había  pasado por algo tan duro.

Ahora podrían hacer lo que tanto desearon, sin que nadie intente separarlos de nuevo, porque ahora tendrían el apoyo de todos, no importaba si Jungkook no asumía el trono, contaba con el pueblo, ahora sí podría tener todo lo que por años quiso.

Una verdadera familia, su propia familia con la persona que ama.

My princeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora