Capítulo 4

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Naruto abrazó el cuello del peliblanco encajando su cabeza en su hombro. Jiraiya comenzó a caminar por el túnel fuera de la aldea, el pequeño vio como el Nara regresó por el tunel, comenzó a llorar quedito, tenía que dejar a su gente preciosa -no llores renacuajo, yo te voy a cuidar, te voy a querer como si fueras mi propio hijo, te entrenaré, serás el ninja más fuerte de todos -el pequeño sonrió en su cuello, sintió un calor lindo en su pecho -gracias señor-

Jiraiya sonrió -no soy señor, me llamó Jiraiya, uno de los sannin de la aldea, soy el sabio de los sapos -el rubio levantó el rostro, le puso atención con los ojos enormes, sonaba que era importante y poderoso- ¿qué es un sannin?- el mayor lo vio con diversión- mi equipo ninja tuvo el privilegio de ser entrenado por el tercer Hokage, Sarutobi-sensei -Naruto abrió su boca en "o" bastante sorprendido, el sannin sonrió divertido -en la segunda guerra ninja combatimos con un shinobi demasiado poderoso, nadie podía con él, nuestro equipo fue el único en hacerle frente y sobrevivir, nos llamó los sannin, su nombre era Hanzo la salamandra -Naruto veía con estrellitas en los ojos al mayor -mis antiguos compañeros y yo manejamos el triple punto muerto, se refiere a nuestras invocaciones- el rubio lo vio con duda- ¿qué es una invocación?- Jiraiya entendió que le habían enserio limitado la información a su renacuajo, se prometió tener mucha paciencia.

-Existen animales con chakra en este mundo, con los cuales puedes hacer un contrato para recibir su ayuda y poder brindárselas si es al revés, es ayuda mútua- el pequeño brinco sobre sus brazos- ¿y tú tienes a los sapos?- el mayor sonrió- así es renacuajo, yo soy el único invocador de sapos que existe, desde renacuajos hasta gigantes tan altos como la torre Hokage -el rubio abrió sus ojos con estrellas -¿me enseñarás?- el sannin soltó una carcajada por su entusiasmo- claro que sí renacuajo, te enseñaré así como enseñé al cuarto Hokage-

El rubio abrió sus azules con sorpresa, tomó su rostro, lo giró hacía él, se puso serio, lo vio directo a los ojos -quiero ser más fuerte que él, siempre ha sido mi sueño, es mi ídolo, es genial, si lo consigo los aldeanos me respetarán y dejarán de tratarme como basura -el sannin abrió los ojos al escucharlo, le daba gusto que viera a su padre como su ídolo, pero… -te enseñaré y tendrás que esforzarte para superarlo, es una meta demasiado grande, pero no imposible, tu determinación lo decidirá todo. Pero, no te enseñaré para complacer a los aldeanos, te enseñaré para que te hagas fuerte y cumplas tu sueño de superarlo, ser shinobi significa más que sólo ser fuerte, ser shinobi significa sacrificio, nos sacrificamos a diario y ponemos nuestra vida en riesgo por nuestra gente preciosa, para defenderlos y cuidarlos de todo lo que los amenaza ¿entiendes?- el rubio abrió sus ojos, brillitos aparecieron en ellos -si me hago fuerte puedo defender a mis seres queridos -el mayor sonrió, sobó su cabello -así es renacuajo- el pequeño mostró una enorme sonrisa, se volvió a abrazar del mayor con cariño.

Escape (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora