Capítulo 36

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Naruto se encontraba sometido en la ducha, lo penetraban con fuerza, las manos del Uchiha apretaban su cadera, mientras el sentía el frío del azulejo en su rostro y manos, gemía disfrutando el momento tratando de retener el placer, podía sentir el miembro del azabache palpitar y crecer un poco en su interior -me vuelves loco pequeño ahh -el rubio se sonrojó bastante. Itachi sentía delicioso como comenzaba a ser apretado su pene por las paredes del pequeño, una de sus manos viajo al miembro del rubio masturbándolo duplicando el placer -ahhh ahhh ya… casi ahhh -el azabache aceleró el ritmo golpeando ese punto que llevaba a la locura a su pequeño, un sonido morboso se dejaba escuchar con fuerza entre su piel al chocar, los pies del rubio se separaron del suelo siendo cargado por el mayor para penetrarlo con más agilidad, el rubio arqueó su espalda soltando un grito intenso -ahhhhh -Itachi no aguanto más al escucharlo liberándose con fuerza en su interior.

Ambos reían divertidos, había pasado dos años desde que iniciaron su relación, disfrutaban de su amor al máximo, la aldea conocía su situación de ambos, fue un impacto al enterarse sus amigos, todos creían que terminaría con el Nara, pero no fue así, a los meses de iniciar su relación, Shikamaru comenzó a salir con Temari, en la cual los dos se veían felices, aunque tanto Shikamaru como Naruto no dejaron ir su amistad, su cercanía continuó ahora con un poco de espacio para evitar los celos de sus parejas. Itachi comenzaba a ser amigo del Nara, entre genios se entendían bastante bien, sumándole que ambos adoraban al rubio aunque el Nara ahora sólo como amigos, hermanos de otra madre.

Al salir del cuarto después de su ducha de placer, en la sala había un sannin con los brazos cruzados bastante molesto, veía a ambos con la mirada afilada. El rubio se puso pálido -espero que te hagas responsable Itachi -el azabache asintió con una leve reverencia -iré a hablar con Tsuna antes de que haga una estupidez -la pareja lo vio salir -no sentí su chakra Ita, lo lamento -el mayor negó con una sonrisa -de hecho, mmmmm -Itachi guardó silencio un momento, tomó su cabello con ansiedad, su otra mano jugaba en la bolsa de sus pantalones, respiró hondo, tomó valor, se hincó frente a su pequeño con una rodilla, sacó de su pantalón un cajita. Naruto abrió sus ojos con sorpresa, una gran sonrojo lo invadió, ¿podría ser? -te amo demasiado hermoso, eres mi otra mitad, mi vida entera, me haces muy feliz, alegras todos mis días ¿sabes? pensaba pedirte matrimonio este fin de semana, pero tu abuelo se adelantó- guardó silencio un momento- ¿quieres casarte conmigo? -Naruto abrió sus gemas demasiado, lo escuchó divagar como pocas veces, sonrió emocionado, pero se contuvo -¿en… en serio? ¿no es por jiji? -el mayor negó divertido -no llevo una argolla diario en mis pantalones cariño, bueno, llevo con ella una semana -el rubio sonrió feliz, se lanzó sobre él -te amo, te amo, te amo Ita, si quiero -el mayor se levantó emocionado, el pequeño pataleaba emocionado colgado de su cuello.

El sannin se había regresado por el pergamino de misión que dejó en el comedor por la molestia al atraparlos, escuchó la declaración, recordó a Minato y Kushina con cariño, una escena similar en su mente, sonrió feliz por su nieto, entró con sigilo, sacó el pergamino dejándolos disfrutar a ambos de su juventud y de su gran amor.

…..

Sakura poco a poco y en tutela de la Hokage ha ido cambiando su forma de ver la vida, comenzó a dedicarse a su carrera como médico ninja y kunoichi restándole tiempo a todo lo demás, los chismes y celos hacia su compañero rubio quedaron en el pasado desde aquel día que hablaron con ella con dureza, poco a poco fueron conociéndose y generando una bonita amistad, no de mejores amigos, pero si de compañeros de equipo. Un día Sasuke llegó al hospital mientras ella salía de su turno, creyendo que tenían misión la pelirrosa respiró con cansancio. Cuando llegó a su lado comenzaron a caminar uno junto al otro -vendré diario por ti cuando salgas de tu turno -la chica abrió sus ojos con sorpresa, un gran sonrojo cubrió su rostro -no es necesario Sasuke… -el azabache marcó su ceño -es necesario si queremos que esto funcione -la chica casi se desmayaba ese día, sonrió ligero mordiendo sus labios reprimiendo una gran sonrisa. La mano del Uchiha tomó la suya mientras caminaban, Sasuke sonrió ligero al verla reprimir la sonrisa.

El sensei del equipo tampoco se quedó atrás, Naruto no mintió al decirle a su sensei que lo acomodaría con Ayame, el rubio hizo de casamentero un buen tiempo hasta que el mayor cedió y aceptó una cita con la chica. Ayame siempre lo había amado, pero no era como esas fangirls que lo perseguían y acosaban, ella se conformaba con verlo de vez en cuando comer satisfecho en su puesto, siempre creyó que no la vería. Un día Naruto se paró frente a ella -tienes una cita hoy con Kakashi-sensei, ponte bonita Ayame-nee, pasará por ti en dos horas ttebayo, no necesitas exagerar, eres hermosa, con un poco de maquillaje en los labios tendrás, no finjas, sé tu misma, si finges se dará cuenta y todo mi esfuerzo quedará en la basura -Teuchi los vio con sorpresa -eres bueno Naru-chan, gracias por ayudar a mi hija, ella nunca se iba a atrever a acercarse a él -el pequeño sonrió divertido, la chica salió del shock -Naruuuu-chan ¿qué me pondré? me voy papá, esto es urgente, vámonos Naru-chan -ambos corrían divertidos por la calle. Cuando el sensei llegó a la casa de la chica horas después con notable fastidio tocó, la puerta se abrió, el sensei abrió sus ojos con un sonrojo ligero en la orilla de su máscara.

Escape (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora