Amor de una noche

1.2K 128 10
                                    


Amor de una noche




Harry sentía aquel beso como si fuera el primero en su vida. No es que no hubiera recibido otro antes, había besado a Ginny y a Cho, y ellas le gustaban, pero su cuerpo no reaccionó de la misma manera que cuando un chico lo hizo por primera vez, entonces supo que no era una mujer lo que necesitaba, pero tampoco un chico cualquiera, quería un hombre que fuera sólo para él. No fue necesario siquiera buscar, desde el primer momento su corazón le gritó un nombre: Severus Snape.


Era con él con quien se sentía realmente auténtico, no tenía que fingir ni ser el niño-que-vivió. Era como si de pronto se corriera un velo que le había impedido siempre ver la realidad, reconocer sus sentimientos por Snape le hizo sentirse como encontrarse a sí mismo, saber quién era y lo que deseaba.


Pero al mismo tiempo le sumió en la agonía de saber que le era prohibido, que nunca tendría ninguna oportunidad con él.


Y sin embargo, ahora estaban besándose, y por eso sentía que era el primer beso real de su vida. Besaba a quien amaba, le besaba quien lo amaba ¿qué más perfecto podría ser?


Se olvidó del momento y del lugar tan sólo para cerrar los ojos y corresponder a la caricia. Se sentía torpe y ansioso de entregarle su amor entero, pero no importaba, porque estaba convencido de que Snape podría sentir cuánto le quería.


Se escuchó gemir excitado como nunca en si vida cuando Severus restregó su pelvis contra su suya, ambos ya mostrando durezas erguidas bajo sus ropas. No se resistió ni un poco cuando las manos de su ex profesor empezaron a desabotonar su uniforme de Auror, al contrario, ofreció su cuerpo para él.


Sus manos se acariciaban lentamente, y al mismo tiempo presurosas, ansiosos por conocerse. Sus respiraciones agitadas eran la prueba de que ninguno podría dar marcha atrás. Muy pronto quedó la ropa tirada en el piso, el uniforme de un Auror y la túnica de un presidiario revueltas en la humedad fría de esa celda.


"Te amo" Susurró Harry cuando Severus se abrió paso entre sus piernas uniendo sus dos intimidades. El mayor no respondió, tan solo le abrazó con fuerza, como si fuera su objeto más preciado, como si temiera que se tratara de una ilusión que se desvanecería en cualquier momento volviendo a dejarle con los brazos vacíos.


Harry se giró boca abajo, ofreciéndose plenamente al hombre que amaba. Severus lo envolvió por completo besando su nuca mientras iba introduciéndose poco a poco en la núbil cavidad. Harry se estremeció de dolor, apretó los dientes gimiendo guturalmente.


— ¿Te hago daño? —preguntó Severus preocupado, casi tentado a salirse y ofrecer voluntariamente su alma por haberse atrevido a creerse merecedor de tan hermoso regalo.

— Escoce un poco. —aceptó respirando profundo—. Pero amo saber que es porque mi cuerpo despierta a ti, Severus, sé mío y tómame con todas tus fuerzas.


Y Severus lo hizo, las primeras embestidas le supieron a gloria, casi tanto como los suaves gritos de Harry manifestando su virgen placer. Poco a poco, conforme fue sintiendo que el chico iba disfrutando más, Severus se movía con más fuerza, mezclando sus gemidos con el rechinido del viejo catre hasta que por fin dejó salir todo su esperma en el interior de Harry Potter quien ya convulsionaba sudoroso por el gran orgasmo que lo embargaba.


— Dios... —jadeó Harry lamiéndose sus resecos labios—... te amo, Severus, te amo tanto que siento que mi corazón estallará.


Severus salió lentamente del interior de Harry, se tomó unos segundos para disfrutar mirando como un chorro de esperma resbalaba por los glúteos de su ex alumno. Luego lo giró buscando sus labios con la intención de besarlo, pero ya no pudo hacerlo, Harry lloraba y no pudo hacer nada más que abrazarlo y permitirle llorar destrozado.


*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*



— Lo siento. —se disculpó Harry respirando resguardado en el abrazo de Severus—. No debí llorar, no en nuestra noche especial.

— Puedes hacer lo que quieras, estás en tu derecho, pequeño. —respondió acariciándole el rostro y secando las lágrimas a la vez.

— Mataré a Lucius. —dijo con voz rasposa de rencor—. No me temblará la mano para hacerlo, me sobra odio para formular el más efectivo de los Avada.

— No traigas a Lucius a nuestra noche especial, sólo dime una vez más que me amas, Harry, quiero grabarlo en mi alma que pronto morirá.

— Te amo, Severus, te amo con locura, pero no morirás o moriré contigo. Sí, así debe ser, juntos siempre, hasta el final.


Severus le sonrió con cariño y volvió a besarlo, la noche era joven y necesitaba amarlo otra vez, las horas pasarían demasiado rápido ahora que era feliz y debía aprovecharlas. ¿No era irónico? Estaba a las puertas de la muerte y fue entonces que pudo conocer la felicidad.


Pero era demasiado tarde para permitirse ninguna esperanza.


*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*



Harry no supo en qué momento se quedó dormido. Cuando abrió los ojos continuaba oscuro, no podía saber si era de día o no, y por un momento no recordó donde estaba, lo único que podía sentir era una inmensa felicidad. Severus le estaba abrazando ¡Se sentía tan bien despertar rodeado por él!


Suspiró enamorado, pero su suspiro se cortó al escuchar de lejos el goteo de la humedad de aquel lugar. Se incorporó de un solo golpe, batallando para respirar, le dolía el pecho, el alma, le dolía la vida.


Severus despertó con el movimiento y se incorporó sentándose a su lado.


— ¿Te sientes mal?

— No puedo respirar. —dijo Harry jadeando ansioso—. Es como si tuviera una piedra atorada en mi garganta.

— Harry, estaré bien, no sufras por mí.

— Quizás tú te has resignado, pero yo no. No puedo, Severus. —confesó con nuevas lágrimas—. El tiempo se agota, debo irme... ¡Tengo que matar a Lucius Malfoy!


Harry abandonó el catre buscando su ropa en el suelo, Severus le imitó pero con menos prisa, y antes que el chico abandonara la celda, le sujetó por los hombros para calmarlo.


— Aunque pudieras matarlo, eso no probaría mi inocencia.

— Ron tuvo un plan, quizá no sea tan malo, usaríamos veritaserum en Draco para demostrar que Lucius mintió.

— ¿Veritaserum? —respondió con amargura—. Bien, con eso Draco confirmaría que yo maté a Albus Dumbledore ¿dónde está mi salvación? Él piensa que lo hice por orden del Señor Tenebroso, Harry, así que de nada serviría.

— ¡Pero yo puedo declarar también, decirles que fue una petición de Dumbledore!

— Tú sabes eso por mí, pero ahora ni tú ni yo podríamos ocultar lo que sentimos. —Severus suspiró entristecido estrechando a Harry contra su pecho—. ¡No sabes cuánto daría en estos momentos para que me odiaras tanto como cuando me viste matar a Dumbledore! Aunque tuviera que renunciar a la vida y a esta felicidad tan grande de saberte amándome, no importaría, tú podrías seguir adelante sin sufrir por mi causa.

— No digas eso, me siento aterrado con la idea de no amarte, el universo estallaría, por lo menos mi universo lo haría.

— Harry, Lucius me dijo que si algo le pasaba, una carta se abriría al público, en ella nos delata, y afirma que si tú haces algo en su contra es por la manipulación que ejerzo sobre ti. Por favor, pase lo que pase, no intentes vengarme, no quiero que nada malo te pase, Lucius es peligroso, no puedes ni imaginar hasta dónde sería capaz.

— No puedo creer que sea tan cruel.

— Por favor olvídate de intentar salvarme, no sufras más, yo estoy tranquilo, Harry, si debo pagar lo que hice, lo haré sin protestar. Lo único que quiero es que seas feliz después de que todo acabe, no llores más por mí, olvídame y encuentra alguien que te merezca y con quien puedas ser feliz.

— ¡No! —gruñó furioso—. Te amo a ti y solo a ti quiero amar y recordar por siempre. Aún me queda un día, encontraré una solución, Severus, ¡te lo prometo!


Severus sonrió sin esperanza, se abrazó más a Harry disfrutando de su calor y compañía. Ninguno de los dos se imaginó que el tiempo se acababa. Justo en esos momentos Lucius Malfoy, acompañado por los integrantes del Wizengamot entraban a la prisión de Azkaban con la finalidad de cumplir la sentencia de Severus Snape.



*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*

El beso del dementorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora