Hacia una nueva vida
Aunque le destrozaba el corazón, Harry sabía que era imposible evitar que Ángel marchara de casa. Esa noche, después de bañarse y vestirse con su pijama fue hacia la habitación de Ángel, respiró hondo antes de atreverse a tocar.
— ¿Puedo pasar? —preguntó asomándose un poco. Ángel también ya estaba vestido para dormir pero se había sentado en su ventana.
— Claro, pá.
Harry le sonrió cariñoso y fue a sentarse a su lado, algo incómodo por la tensión de lo sucedido durante la tarde.
— Nunca habías pedido permiso para entrar. —dijo Ángel, intrigado.
— Hoy me hicieron ver que ya no eres un niño, y como un joven te llegarán grandes responsabilidades, pero también derechos, como tu privacidad.
— En mi caso, nunca tienes que llamar a mi puerta, papá. Siempre está abierta para ti.
Harry sonrió agradecido de que aún pensara así, pero el tiempo pasa demasiado rápido y pronto se despertará en su hijo esa ansiedad de control por su intimidad. Pero esperaba que aún faltara mucho para ello.
— ¿Me perdonas? —suplicó esforzándose por no llorar nuevamente.
— ¿Perdonarte qué?
— Por arruinar tu gran momento, bebé. Este día debía ser muy feliz para ti.
— Es tu cumpleaños, en todo caso creo que fue mi culpa arruinarte el día.
— Tú no hiciste nada malo.
— ¿Me darás permiso de ir a Hogwarts?
— No necesitas mi permiso, es tu decisión.
— Quiero ir. —dijo con firmeza y Harry tuvo que obligarse a asentir aunque esas palabras le destrozaban el alma.
— Bien, así será, entonces tenemos que planear el paseo en Diagon para comprarte todo lo que necesites. ¿Pero porqué no has abierto tu carta? —preguntó luego de notar que el sobre continuaba en la mesa de noche, aún sin abrir.
— Quería hacerlo contigo, después de todo, tú no recuerdas cuando te pasó a ti.
— Es cierto, no lo había pensado.
— He leído tantas cosas de ti en Historia de Hogwarts que ansío poder dormir en tu cama, caminar por los mismos pasillos, hacer amigos como tú los hiciste... ahora mismo solo conozco niños más pequeños, papá, quiero ser un jugador de quidditch y romper todos los récords, como tú lo hiciste.
— Recuerda que muchos de esos pasajes de Historia de Hogwarts fueron basados en memoriales de tu tío Ronald... pudieran ser un poquito exagerados.
— Ya sé. —rió divertido—. Pero la tía Hermione también dice que me divertiré mucho y que seré un gran mago como tú y papá Severus.
— Lo serás, serás mejor que él y yo juntos, te lo prometo.
— ¿Entonces no estarás triste si me voy a estudiar?
— ¡Claro que voy a estar muy triste! —enfatizó de inmediato—. Voy a llorar mucho, que note quepa duda, pero también te aseguro que estaré feliz por ti, y me sentiré muy orgulloso de tener el hijo más inteligente que haya asistido a ese colegio o a cualquier otro.
Ángel se abrazó feliz de su padre, realmente le emocionaba esta nueva aventura. Amaba a Harry y a Severus y hubiera sido feliz aprendiendo en casa como Harry tuvo que hacerlo por segunda vez, ahora con Severus como tutor, pero Hogwarts era una tentación demasiado grande como para no desearla.
— ¿Puedo entrar? —preguntó ahora Severus desde la puerta, sonriendo al ver a su esposo e hijo abrazados.
— Es nueva costumbre suya no me gusta. —bromeó Ángel—. Entra papá, sólo hacías falta tú.
Severus fue hacia ellos haciéndose espacio para sentarse en la ventana junto a las dos personas que más amaba en el mundo.
— ¿Aún no abres la carta?
— Quería hacerlo con ustedes ¿les parece que ya es un buen momento?
— Muero por saber qué dice. —respondió Harry esforzándose por mostrarse animado aunque aún podía ver en ese sobre amarillento el motivo de que pronto esos momentos donde estarían los tres juntos ya no sucederían cuando así lo quisieran.
Ángel rasgó el sobre, y con la solemnidad que creyó ameritaba la ocasión empezó a leer:Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería
Querido Señor Ángel Snape-Potter:
Tenemos el placer de informarle que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería...
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El beso del dementor
FanfictionTodo inicia con una condena. Dos personas ven su mundo transformarse por la crueldad de un despiadado corazón. Snarry