Por siempre amigos
Al regreso a su departamento, Ron encontró a Draco aún despierto y esperándole en la recámara.
— ¿Porqué no descansaste un poco?
— Lo intenté, pero tuve un mal sueño y al despertar creí que seguía en Azkaban... no quise volver a dormir.
— Tengo poción para dormir sin soñar ¿quieres un poco?
— No, gracias.
— De acuerdo, sólo tomaré mi pijama, dormiré en la sala, tú puedes quedarte con la cama.
— Quédate conmigo... por favor. —pidió afligido.
— No creo que sea buena idea. —dijo dirigiéndose a la salida.
— Seguiré teniendo pesadillas si despierto y estoy solo... Ron, no te vayas otra vez.
Ron se sentía agotado de luchar contra sí mismo, ya no podía más. Se puso el pijama y fue a meterse a la cama junto a Draco. A pesar de que la cama era lo suficientemente grande, cuando Draco se giró de espaldas a él, en una muda invitación para que le abrazara, no lo rehusó. Atrajo al rubio contra su pecho como muchas veces lo hizo en el pasado, seguía amoldándose a la perfección a él. Aspiró el olor de su cabello y sonrió cerrando sus ojos.
— Nox. —susurró apagando las luces, nunca se había sentido tan cómodo y relajado en aquella cama como ahora que volvía a tener a Draco envuelto en sus brazos.
— Te amo, Ron... pero sé lo que quieres de mí. —dijo el rubio en voz baja—. Pídeme la vida y te la daré, pero no puedo entregarte a mi padre... él no podría sobrevivir un encierro en Azkaban, lo he vivido, puedo asegurarte que jamás le haría eso.
— ¿Ni aunque te prometa mi perdón, Draco?
Draco sollozó con dolor, sabía que en sus manos estaba recuperar a Ron, y realmente se sentía capaz de hacer lo que fuera, pero no eso, era un precio que no estaba en sus manos pagar. Para su sorpresa, Ron no le recriminó, al contrario, le hizo girar para mirarle el rostro que acarició con ternura, le costaba trabajo pensar que alguien tan bello pudo estar recluido casi dos años en una oscura prisión.
— Esta noche olvidémonos que existe Lucius Malfoy... que existe el mundo entero. —propuso Ron cariñoso—. Tan sólo déjame abrazarte, mi hermoso hurón malcriado, quiero soñar que no hay nada ni nadie en el mundo que nos impida estar juntos.
Draco pensó que Ron lo besaría, pero eso no sucedió, tan solo le estrechó más en sus brazos y estaba bien con eso. Suspiró enamorado, esa noche también quería soñar que nada los separaba, después de todo, de lo único que estaba seguro es que Ron era suyo y que él era de Ron.*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*
Harry y Severus también se encontraban ya en cama disponiéndose a dormir después de ese peculiar día.
— Sigo pensando que Hermione es muy raro.
— "Rara" —volvió a corregirle—. Es que no estás acostumbrado a ella, pero te quiere mucho, intenta ser más cordial cuando vuelvas a verla.
— Dice que fue mi amigo... amiga. —se corrigió ahora él mismo—. Parece desilusionada de mí.
— Sólo está triste, creyó que podrías recordarla.
— Pues lamento no poder hacerlo. No, es más, no lo lamento mucho, me desesperaría si no pudiera recordarte a ti, pero los demás no. No sé cómo era yo antes, Severus, pero no creo que me haga falta recordarlo, soy feliz como estamos ahora.
— Lo sé, yo también.
— ¿No extrañas el mundo de afuera?
— Para nada. —aseguró estrechándole contra su pecho—. Aquí tengo lo que más amo: a ti y a Ángel, no necesito nada más.
— Yo tampoco, Severus, ojalá que Hermione lo entendiera y me dejara tranquilo.
— Sé paciente.
— Intento serlo, pero es difícil, ¿crees que si salgo, aunque sea una sola vez, se convenza que mi mundo sólo es contigo?
— ¿Salir? No, no creo que sea buena idea. —manifestó contrariado.
— Lo mismo pienso, Sev, que bueno que estés de acuerdo conmigo.
Severus no quiso responderle que se rehusaba a abandonar ese lugar hasta no saber que Lucius Malfoy ya no representaba un peligro para ellos. Harry aún era muy inocente, y no lo creía preparado para comprender el porqué había un hombre intentando separarlos.
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El beso del dementor
FanfictionTodo inicia con una condena. Dos personas ven su mundo transformarse por la crueldad de un despiadado corazón. Snarry