Inocencia aminorada

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Inocencia aminorada



Harry respiró profundamente para recuperar al aliento. Tan abruptamente como había empezado, Severus se apartó y ahora estaba sentado en el borde de la cama, su respiración tan agitada como el del más joven.


Sin dejar de sonreír, Harry gateó hasta colocarse a las espaldas de su pareja, suavemente le retiró el cabello de su nuca besándole cariñoso.


— Perdóname, Harry, pero creo que esta noche no podría detenerme.

— ¿Y quién quiere que te detengas? —cuestionó rodeándolo por la cintura para apoyar su mentón en el hombro de Severus, suspiró enamorado inhalando su aroma que tanto le gustaba.


Severus sonrió sin fuerzas, algo entristecido al pensar que Harry no tenía idea de lo que estuvo a punto de pasar.


— A veces es tan difícil. —suspiró para sí mismo.

— ¿Qué quieres decir?


Severus no respondió, temía herirlo si le decía que por un momento creyó haber visto al Harry de quien se enamoró. La forma tan aguerrida y valiente con la que defendió a su familia lo trasportó al pasado, a su primera y única noche juntos, y se moría de ganas por volver a hacerlo suyo.


— Será mejor dormirnos... esta noche preferiría no hacer nada más.


Severus se giró buscando el rostro de Harry para acariciarlo cariñoso, tenía que esperar hasta que estuviese preparado antes de dar el siguiente paso, por eso no se esperó la pregunta que Harry le hizo.


— Sev... ¿quieres follarme?


*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*X*



Ron no podía creer lo feliz que era. Draco había vuelto a ser suyo, totalmente suyo y para siempre. Desde el día en que Lucius pronunció su inclemente sentencia de muerte para Severus Snape, y Ron se enteró que Draco estaba involucrado, supo que tendría que perderlo. Ahora entendía que su lealtad siempre fue solo hacia Harry y se sentía culpable tan solo de imaginar la pesadilla que tuvo que haber sido eso para alguien como Draco Malfoy.


"Draco no es malo, no lo merecía" Pensó mientras acariciaba su cabello después de amarse intensamente. Draco no era como su padre, y si se equivocó en algún momento, pudo arrepentirse a tiempo y hacer lo correcto. Sin embargo, Ron siguió sin perdonarlo, no intercedió a su favor para impedirle ir a Azkaban.


Pensó que era lo que le debía a Harry, que por lo menos uno de los Malfoy pagara por lo que había sucedido. Sacrificó a Draco, al hombre que amaba con todas sus fuerzas, a favor de su mejor amigo.


Y aun así, Draco continuó esperándolo. Esperando siempre que llegara el momento en que fuera él, y no Harry, la persona más amada por Ronald.


Pero eso parecía no suceder, y por eso le pidió su muerte. Ron lo entendió al fin.


Draco no le pedía que levantara su varita contra su mejor amigo, sólo quería que lo amara más que a él. Y eso haría. Para Ron, ahora sería Draco siempre lo primero en su lista, su prioridad más amada, antes que todos y que nadie... antes incluso que Harry Potter.


— Gracias por esperarme. —suspiró abrazándose de su pareja, ahora podía hacerlo plenamente, sin restricciones ni culpa.

— Valió la pena, te amo, comadreja. Pero tienes que darme algo a cambio por todo este tiempo que me alejaste de ti.

— Lo que tú quieras.

— Cásate conmigo ya.


Ron sonrió enamorado, casarse con Draco era algo que supo que sucedería desde el momento de su primer beso en Diagon.


— Nos casaremos cuando tú digas. —respondió uniendo su frente a la del rubio.

— Ahora mismo.

— ¿Ahora?

— Sí, tomemos un poco de ropa y vamos a un lugar donde nadie nos conozca. Casémonos a solas, Ron, donde pueda ver que tus adorables ojos azules sólo me busquen a mí.

— Sólo te veré a ti, aun cuando estuviésemos en medio de una multitud. Te he recuperado, Draco, y no pienso perderte nunca más.

— Repíteme que me amas más que a nada, dímelo siempre que me veas o temeré nuevamente haber hecho algo que te aleje de mí.

— Te amo, y ya nada podrá separarme de ti... ni siquiera Harry. Eres lo que más amo en el mundo, y si me alejo, eres libre de matarme porque duele demasiado no tenerte en mis brazos.


Ron jadeó al recibir un nuevo demandante beso de Draco, pero éste enseguida se retiró jalándolo fuera de la cama para ir en busca de un sitio hermoso para casarse.


Ron hubiera querido continuar enrollado a él toda esa noche, pero no se opuso, también tenía prisa por unir oficialmente su vida a la de quien amaba. Convertir a Draco en un Weasley... o él ser un Malfoy. Eso no importaba, que fuera lo que Draco prefiriera... siempre.


El beso del dementorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora