°Hunt you down eat you alive
Just like animals °
Después de 6 meses del funeral de Talia Hale, Scott McCall trata de honrar la promesa que le hizo a su mate y cuidar de su manada aun con el gran vacío que siente en su interior y como sus f...
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TALIA ESTABA agradecida de su elección de vestuario ahora mismo, el vestido le hacía mucho más fácil pasar la ola de calor que estaba sufriendo al contario de si estuviera con jeans y una camiseta como los chicos delante de ella. Aun así eso no evitaba que sudara y se estuviera sofocando, lo peor era la larga melena dorada que tenia, con tanto calor le daban ganas de cortarse el cabello.
Además la información de que Scott McCall era su mate solo la hacía sudar peor. Estaba confundida en cuanto a sus emociones, estaba enojada de que le siguieran ocultando la verdad, no le mentían tanto como Theo pero estaban omitiendo verdades al igual que el quimera había hecho. Estaba muy segura de que si alguno de los dos chicos le preguntaba algo ella daría una respuesta mordaz, estaba enojada con ambos. Aun así ni una mueca hacía, no quería que el viaje se volviera aun peor con un pelea, esperaría que tuvieran a Kira y estuvieran en el húmedo Beacon Hills antes de gritarles a los dos, en especial al alfa.
Volviendo al devastador calor, los chicos no estaban mejor que ella. Stiles al volante del Jeep, dejó escapar un profundo suspiro y se secó una gota de sudor de la frente, a la vez que Scott tiraba del cuello de su camisa para tratar de refrescarse, los dos dejando en claro que el calor comenzaba a afectarlos a ambos. El alfa con el libro de Historia en sus manos, tratando de instruirse en cuanto al termino que era Damnatio Memorae. Talia aun no sabía como entendía el latín, como sabía lo que era Damnatio Memorae, o que podía traducir perfectamente el francés de sus sueños, era como si su cerebro tuviera un diccionario automático.
— Amigo creo que el Jeep se está sobrecalentado de nuevo.— Scott jadeó.
Stiles suspiró molesto, pero a juzgar por su encogimiento de hombros casual, no parecía sorprendido. Talia se preguntó por cuanto tiempo el Jeep celeste tenía mal funcionamiento.
— Probablemente.
— ¿De nuevo? Este trasto está que se hace a pedazos.— ella gimió haciendo a Stiles verla ofendido por el insulto a su querido auto—. Estoy que saco la cara afuera como un perro.
La mirada de Stiles paso al indicador de temperatura, que se movía rápidamente de C a H
— ¿Deberíamos detenernos y ponerle más anticongelante?— sugirió el alfa.
Stiles consideró esto por un breve momento antes de negar con la cabeza y suspirar
— No, solo podemos encender la calefacción.
Se acercó y encendió el calentador, causando un fuerte silbido de aire saliendo por las rejillas de ventilación. Scott se estremeció ante el aire caliente que sopló sobre él, pero hizo todo lo posible por encogerse de hombros, simplemente bajando la ventanilla antes de volver a su lectura. Talia jadeó y se abanico con la mano y no sabía si eso lo hacía peor o no pues estaba igual. Trató de ver por la ventanilla algo entretenido, algo que le quitara a Scott McCall de la cabeza, sin embargo lo único que veía era el vasto desierto y una planta rodante. Se inclinó hacia adelante para ver el grueso libro en las manos del moreno.
