°Hunt you down eat you alive
Just like animals °
Después de 6 meses del funeral de Talia Hale, Scott McCall trata de honrar la promesa que le hizo a su mate y cuidar de su manada aun con el gran vacío que siente en su interior y como sus f...
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SCOTT ESCUCHÓ el timbre de la puerta y el olor silvestre a jazmín rápidamente lo hizo salir de su habitación corriendo, casi deslizándose por las escaleras, fue hacia abajo a abrir la puerta. Vio desilusionado como no había nada ni nadie, esto hasta que bajo la mirada y una loba de pelaje trigueño le devolvió la mirada gruñendo por lo bajo, molesta.
— En realidad quería hablar contigo.— él abrió la puerta para que ella entrara pero Talia ni se movió, relamiéndose el hocico sin interés, él enfatizó de que ella cambiara de forma—. Hablar los dos.
Sin embargo no se transformo en humana, la loba lo vio expectante, como si estuviera ocupando su preciado tiempo y en cualquier segundo se daría media vuelta y se iría, Scott suspiró vencido.
— Tenemos que hablar.— la vio suplicante—. Vamos, Talia.
La loba se le quedó mirando por unos segundos que parecieron eternos antes de que rápidamente lo que estaba en cuatro patas y peludo se volviera una chica rubia desnuda.
— ¿Esta tu mamá aquí?— preguntó primero que todo con la voz firme y desinteresada.
El sacudió la cabeza en negación mientras rápidamente la hacía entrar a la casa antes de que alguien allá afuera la viera y le pasó una manta de uno de los sillones para que se envolviera en esta y en cuanto la chica lo hizo rápidamente comenzó a ir hacia las escaleras sin darle tiempo a su mate de hablar, ignorándolo por completo.
— Talia, espera.
— No. Vi tu mirada esa noche.— ella siseó mientras entraba a la habitación del alfa y se ponía lo primero que se veía que era suyo, un vestido azul que había dejado días atrás, cuando se veían con adoración antes de que ella lo ignorara hace unos días—. ¿Y adivina que? No te gusta como soy? Pues bien, solo vine aquí a buscar lo que sea que deje. Si no quieres estar en la cama con una asesina se muy bien el camino a la puerta. Después de todo... soy la hija de mi padre.
Talia después de pasar el vestido por su cuerpo, quitándose la manta del cuerpo, fue hasta la puerta sin embargo Scott rápidamente le bloqueó el paso, poniéndose entre la puerta y la chica que lo vio cansada y un poco irritada;
— Déjame pasar.
— ¿Que te dijo Peter?— él preguntó preocupado, la chica solo lo vio más enojada.
— Déjame pasar.— ella siseó mas enojada aun así Scott mantuvo su postura y la chica rodo los ojos, sabiendo que el no la iba a dejar pasar hasta obtener una respuesta—. Que quería ayudarme. No te preocupes, ya conozco el veneno de una víbora ahora, él y Theo... prácticamente iguales, solo usándome para su beneficio, predicando que me aman cuando en realidad solo quieren poder. Solo me tarde un segundo y supe que era mi padre, lo sé porque me vi a mi misma en él. Me vi en mi asesino.
— Tú no eres como él— Scott la detuvo de seguir hablando haciendo que ella diera una risa amarga , dándose la vuelta y sentándose en la cama del chico;
