°Hunt you down eat you alive
Just like animals °
Después de 6 meses del funeral de Talia Hale, Scott McCall trata de honrar la promesa que le hizo a su mate y cuidar de su manada aun con el gran vacío que siente en su interior y como sus f...
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CUANDO ALAN DEATON vio a Talia Hale entrando a la veterinaria de la mano de Scott y riendo de un tonto comentario que Stiles dijo se preguntó a donde se había ido el tiempo. Lo que antes habían sido dos niños normales y una niña con un secreto se habían vuelto tres increíbles jóvenes de los que se sentía orgulloso. En especial ella, aun sin memoria, e incluso muy distinta a la mujer por la cual se llamaba, tenía la misma sonrisa que la anterior Talia Hale.
— Hola, soy Talia— la chica estiró una mano pero al ver la mirada incrédula del veterinario la quito —. Pero.... es obvio que ya nos conocemos ¿verdad?
Deaton le respondió abrazando a la chica con fuerza, la hibrida se quedo congelada por unos segundos antes de recibir el abrazo un poco extrañada, sin saber lo que ella significaba para este hombre. Una promesa rota. Una promesa rota que le había hecho a alguien que había amado. Prometió ver por el bien de Talia y había sido en su opinión una completa decepción. La chica no pudo evitar sonreír ante el cariño, algo que hizo feliz tanto a Scott como a Stiles, después de que la chica se enterara quien era el verdadero responsable de su muerte, lo único que ellos deseaban era que ella se sintiera querida como verdaderamente lo era.
— Bien, imagino que estas feliz de que estoy de vuelta. Eres el emisario no? Una especie de brujo— Talia preguntó haciendo al hombre sonreír sin poder evitar recordar a Isaac Lahey.
— En realidad soy veterinario— él respondió pacientemente—. No tengo ni una pizca de magia en mis venas al contrario de ti.
— Oh. Bueno me alegra que hayas vuelto, gracias por ayudar a mi hermana— Talia sonrió con agradecimiento y gentileza, lo vio con duda mientras se revolvía las manos—. Esperaba que pudieras ayudarme a mi también con recuperar mis memorias.
— Deucalion nos informo que había una manera, que tú podías ayudarnos— Scott afirmó. El veterinario apretó los labios, quedándose en silencio por un par de segundos, ante la mirada de suplica de Talia por fin habló;
— Es peligroso.
— ¿Que tan peligroso?— preguntó Stiles.
— ¿Recuerdan cuando metimos a Isaac en la bañera para liberar sus recuerdos?— el hombre vio a los dos chicos que asintieron—. Multipliquen eso por un millón.
— Uh.. miren no se que le hicieron a Isaac, pero lo tomo. Lo que sea lo soportare. Pero con tal de rescatar primero a Lydia— la hibrida vio a Deaton—. Necesito estar con mayor fuerza cuando la saquemos de allí.
El veterinario asintió, aceptando la decisión de la chica. Se dio la vuelta buscando entre los cajones y por fin encontrando un paquete amarillo que tomo entre sus manos, viendo a los tres adolescentes frente a el y alzándolo un poco en el aire
— Hablando del tema de Lydia o que les estoy a punto de mostrar se supone que no debería existir.
Deaton abrió el sobre sacando una gran pila de fotografías Polaroid que parecían variar en edad, según cómo algunas de ellas comenzaban a ponerse amarillas. Puso las fotos sobre la mesa una a la vez para que los chicos las vieran mientras seguía hablando;
