°Hunt you down eat you alive
Just like animals °
Después de 6 meses del funeral de Talia Hale, Scott McCall trata de honrar la promesa que le hizo a su mate y cuidar de su manada aun con el gran vacío que siente en su interior y como sus f...
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TALIA SE ABRAZO A LA chaqueta de Theo en todo el camino mientras corrían. Él detrás de ella, eliminando sus huellas. El pulso le latía con violencia, una parte de ella quería darse la vuelta e ir a hacerle frente a Scott McCall. La otra parte solo le decía que corriera y seguía corriendo o la iban a asesinar.
Cuando llegaron por fin a la casa, Talia estaba jadeando, no estaba acostumbrada a correr así, sus piernas no estaban acostumbradas a correr a tanta velocidad. Después de todo había estado muerta por 4 meses, y llevaba dos meses casi encerrada.
— ¿Acaso estás loca? ¡Te dije que te quedaras aquí!— Theo abrió la puerta mientras una jadeante Talia entraba a la casa—. ¿Y si te hubieran visto?
— Tenia... que... salir— ella dio un par de respiraciones mientras trataba de controlarse, se apoyo en la baranda de las escaleras.
— Ellos estaban ahí.
— No eres mi dueño. No soy tu posesión y tú no me das órdenes — ella gruñó.
Theo apretó los dientes. Lo único que mantenía a Talia con él aquí era la manipulación que había construido por semanas y semanas, eso la retenía aquí. Porque en cuanto a poder Talia fácilmente le ganaría, no era inmune a su magia. Y si recordaba a Scott, sería su fin. Los dread doctors le habían asegurado que toda su memoria había sido completamente borrada, pero su magia era impredecible.
Y en cambio, por lo que había sido, Talia seguía las órdenes de Scott McCall sin siquiera ver. Él le podría decir que saltara de un puente y Talia lo habría hecho sin cuestionarlo. Pero bueno según varios rumores aunque él era un alfa verdadero, la protectora sin duda lo había tenido envuelto en su dedo meñique.
Trato de no mostrar su ira al darse cuenta de que Talia no tenia la misma docilidad con él como esperaba.
— Talia...— trató de calmarla, ahora hablándole en un tono mas suave,
— No soy un perro que sacas a pasear cuando empieza a ladrar demasiado.— ella siseó.
— No. Eres una loba, y tienes que poder correr como una. Él esta en la escuela. Liam.— el nombre hizo que Talia abriera la boca sorprendida y algo esperanzada, le estaba dando justo lo que ella quería, para apaciguar al león debía darle un pedazo de carne—. Puedes ir a verlo, no habrá peligro, solo si vas como loba.
Toda ira despareció en ella, siendo reemplazada por una felicidad inmensa, ¡Vería a Liam! Por semanas había querido verlo cara a cara y no solo en una fotografía o en sueños confusos. Podría verlo en vivo, incluso si fuera como loba y entre las sombras, se aseguraría de que Liam estuviera a salvo y feliz.
Y no solo eso, podría correr por la ciudad en cuatro patas, podría correr hasta cansarse en completa libertad. Se saco su chaqueta a la vez que daba un salto y le daba un sonoro beso en la mejilla a Theo, olvidándose por completo de la pelea que empezaban a tener. Se quito los zapatos y cerró los ojos, sintiéndose encoger poco a poco, como su extremidades se tornaban más fuertes y se sentía mas liviana.
