¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una vez que llegara a casa y asegurarse que todos durmieran comenzó a lavar los zapatos del joven que se los había prestado, los lavaba con tanto cuidado de no dañarlos y de la manera más eficiente que conocía, con ayuda de un cepillo los talló hasta que quedaron como nuevos, su sonrisa jamás desapareció de su rostro esa noche.
A la mañana siguiente buscó al joven músico en donde siempre solían encontrarse, esas gradas donde ella se desahogaba, pero no lo encontró ahí, lo espero durante mucho tiempo pero no daba señales de presencia por ninguna parte, así que optó por ir hasta la guarida de los F4 esperando encontrarlo, cosa que también fracasó, así que sacó los zapatos de la bolsa y planeaba dejarlos cerca; entonces se vio interrumpida por unos pasos.
Yi-Jeong: ¿Y quién eres tu?.. ¿No eres la mujer maravilla? La pesadilla de Jun-Pyo.
Woo-Bin: ¿Qué haces aquí? Jun-Pyo se fue.
Jan-di: ¿Por qué vendría a buscar a alguien como él? - trató de irse.
Woo-Bin: Espera... ¿Son los tennis de Ji-hoo? - la joven tintorera los volvió a guardar y le extendió la bolsa al joven.
Jan-di: ¿Tu los entregarías?... - nuevamente trató de irse pero fue detenida.
Ji-Yeong: Oye... ¿No gustas una taza de té?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Woo-Bin: ¿Eso fue lo que le dijiste a Jun-Pyo?... Wow...
Yi-Jeong: Eso debió de ser asombroso... Creo que nunca lo habían hecho enfadarse tanto.
Woo-Bin: Es Seo-Hyun... Está por regresar a Corea - dijo mirando la televisión.
Yi-Jeong: Ji-hoo ha de estar muy feliz...
Hubo un extraño silencio mientras la tintorera reflexionaba.
Jan-di: Así que... ¿Desde cuando se conocen ustedes? ¿Son buenos amigos?
Woo-Bin: Ajam... Desde el jardín de niños.
Jan-di: Ah...
Yi-Jeong: Me doy cuenta que eres una niña muy curiosa... Pregúntanos, te diremos lo que quieras como retribución.
