Al caer la tarde y después de clases Jan-di fue directamente a la piscina, había estado buscando al cobrizo pero no logró encontrarlo; al llegar a su destino se percató que ahí esperándola estaba Seo-Hyun.
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Jan-di: Seo-Hyun... ¿Qué haces aquí?
Seo-Hyun: Vine porque tenía que darme de baja en la escuela... También deseaba verte por última vez y encontrarte para despedirme.
Jan-di: ¿Vas a dejarla?.. ¿D-De verdad ya no vas a volver?
Seo-Hyun: Así es
Jan-di: ¿Y cuándo vas a irte?- dijo desanimada.
Seo-Hyun: Mañana
Jan-di: Pero es muy pronto ¿No?.. No he podido darte las gracias ni te he pagado lo que haz hecho por mi, estoy en deuda contigo.
Seo-Hyun: Me voy a molestar contigo si sigues diciendo esas cosas... Desde la primera vez que te vi, entendí que... Tu eras la indicada, Ji-hoo siempre sonríe cuando habla de ti o dice tu nombre.
Estas palabras dejaron sumida en sus pensamientos a la joven tintorera, jamás lo pensó así y se negaba a creer en estas palabras, a sus ojos Ji-hoo y Seo-Hyun eran una pareja perfecta y a pesar de que ella comenzaba a tener unos leves sentimientos prefería poner la felicidad del cobrizo antes que la suya.
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Ambas chicas estaban sentadas junto a la piscina Jan-di ni siquiera lo pensó, se arrodilló frente a la mayor, su objetivo estaba claro, implorarle que se quedara al lado de Ji-hoo.
Jan-di: Seo-Hyun...
Seo-Hyun: Jan-di ¿Qué?.. ¿Qué estás haciendo?
Jan-di: Yo... Desde hace mucho tiempo, antes de conocernos era tu admiradora... Así que yo entiendo porque tuviste que tomar esta decisión pero aún así te ruego... Que no te vayas... Por favor no lo hagas.
Seo-Hyun: Levántate ya Jan-di..
Jan-di: Se que no soy nadie para pedirte que no te vayas y no hay razón para pedirte que me escuches y...
