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Un día había pasado desde aquello.

  Había estado encerrado todo ese tiempo en la habitación de Jungkook, teniendo incluso miedo de salir de ella. No quería abandonar aquel aroma que lo hacia sentir seguro.

  Que lo hacia sentir en casa.

  Era una sensación extraña, no sabia explicar la razón y no sabia si quería saberlo de todos modos.

  Le asustaba.

  Tenia miedo de como lo hacia sentir estar allí, porque aunque le guste de una extraña manera, ansiaba volver a su hogar, con su abuela. Pero también tenia curiosidad, y es algo a lo cual no quiere ceder, porque sabe que le gustara. Le fascinaban las cosas fantasiosas, y le fascinaba el hecho de que existieran los cambiaformas.

  Cambiaformas...

  Aquello lo extraño, es como si el termino estuviese grabado en su cabeza, como si conociera aquello... ¿de donde lo habrá sacado?

  Recuerda Jimin.

Recuerda.

  Se sobresaltó con sus propios pensamientos y miro hacia todos lados, como si estuviese buscando algo, pero sin saber que.

  ¿Qué había sido aquello?

— Oye. —giro su cabeza hacia la voz de Jungkook, quien lo miraba con los brazos cruzados, apoyado en el marco de la puerta— ¿Quieres... salir? —preguntó, no teniendo respuesta, pues Jimin estaba aun algo desconcertado por lo anterior—. Digo, e-es que estas aquí encerrado y tal vez... querrías ver un poco de mi mundo... antes de irte.

  Aquello dejo un mal sabor en la boca de ambos, pero solo uno de ellos sabia la razón del malestar en sus corazones.

  Dicen que la curiosidad mato al gato.

— Si quiero. —dijo con una sonrisa, formando dos medialunas en sus ojitos, enterneciendo al alfa frente a el.

— Vístete, seguro ensuciaras tu pijama si vas con esa ropa.

— Pero no tengo más ropa. —dijo obvio.

  Oh el alfa tenia todo planeado desde antes de que aceptara.

— Puedes usar mi ropa —dijo encogiéndose de hombros, fingiendo indiferencia cuando en su interior su lobo estaba aullando y saltando por todos lados—, no me molesta.

  "Claro que no, maldito posesivo" pensó el pelinegro.

— Está bien. —Ambos se miraron por un momento, como esperando que el contrario haga algo— Puedes salir....

— Oh si, lo siento —balbuceó y con torpeza se retiro, cerrando la puerta. El rubio soltó una risita y se empezó a quitar la pijama para luego acercarse al ropero, inspeccionando la ropa del mas alto.

  Todo era muy grande.

  Optó por ponerse unos joggers, tuvo que atar con fuerza los cordones de estos, pues se le resbalaban; y un buzo con capucha, ambos negros. Le faltaba un poco de color a su armario, pero no diría nada porque cada uno tiene gustos diferentes en la ropa. Una vez vestido, salio de la habitación, encontrándose con Jungkook, quien lo esperaba pacientemente, apoyado contra la pared.

— ¿Listo?

— Sip. —verbalizó, poniéndose rojo al instante por su forma de responder.

— Vamos. —tomando su mano sin permiso, lo guió hasta el primer piso, bajando con cuidado las escaleras y teniendo un ojo en el, como si fuese que se caería en cualquier momento.

  Eso lo hizo sentirse como un niño, pero al mismo tiempo... protegido y cuidado.

  ¿Desde cuando le gustaba que cuiden de el? Tal vez solo fue el momento y nada más, se dijo a si mismo.

Destiny ©Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora