POV Soojeon:
Mis manos estaban temblando, sosteniendo el libro una vez más, mientras suplicaba a la diosa Luna que Jimin esté bien, que lo estén cuidando.
Había pasado tiempo desde que leí éste libro, ojeé con cuidado las páginas, buscando aquel detalle que me había shockeado al ver a Jimin por primera vez, cuándo su padre -mi hijo- me lo había traído por primera vez.
Segui ojeando rápidamente, hasta detenerme en una página en especifico, una ilustración de aquella unión entre las manadas.
Un lunar de una luna en el cuello del "humano"
Y otro de un sol en el del lobo.
Toda su familia había tenido esa luna, empezando con ella. Todos habían estado destinados a romper con aquella separación, pero ninguno pudo lograrlo.
Habia sido duro. Ella era tan solo una humana, quien había chocado con un lobo y se había enamorado perdidamente de él, pero no pudieron congeniar y antes de llegar a comentarle acerca de su embarazo... el se fue... y nunca más lo pudo volver a ver.
Su hijo nació con las capacidades más desarrolladas, pero nunca se habia presentado como lobo, así que ella asumió que era un beta y cuando encontró a la mamá de Jimin lo pudo confirmar...
La mirada que tenía su hijo y sus ojos brillando cada vez que la veía le hacían doler el corazón, pues le recordaba a su amado.
Aquel que la había abandonado.
Cuándo el embarazo de Rose se complicó lo supo, ella no aguantaría.
Su embarazo fue complicado, pero era diferente, ella estaba destinada a portar con aquel bebé, pero Rose no. Rose era frágil y tuvo que quedarse en cama los últimos meses de embarazo, con fuertes dolores y sin medicamentos, ya que el embarazo te los prohíbe.
Cuando nació Jimin todo se vino abajo. Rose murió y el padre de Jimin realmente lo intentó, intentó superar su muerte y ser fuerte por su bebé, pero no lo aguantó.
Un lobo no puede aguantar una vida sin su destinado.
Cuando vió la luna en Jimin nuevamente, se asustó. No quería que su nietito sufriera por una vieja Leyenda, la cuál había destruido su vida y la de su familia por el simple capricho de unir manadas nuevamente. Así que hizo lo que tenía que hacer.
Guardó el libro bajo llave y se mudaron hacia las afueras de la ciudad, ocultando a Jimin del mundo y manteniéndolo lo más cerca posible, limitándolo a lo más básico si se podía.
Pero Jimin creció y ya no podía negarle las cosas, empezó a caminar por los alrededores, cada día alejándose un poco más en sus caminatas.
Hasta que un día ya no volvió.
Había llorado a mares, pero con la esperanza de que la madre Luna haga lo suyo y por primera vez, rogándole para que cumpla con aquella Leyenda.
Para que su nieto se encuentre sano y salvo bajo la protección de alguien.
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Destiny ©Kookmin au
Fanfiction❝ Existe la leyenda de que cambiaformas habitan en el bosque, una antigua sociedad oculta del mundo "moderno" Jungkook intenta mantener oculta a la manada, pero todo cambia cuando un humano empapado y temblando de frío toca la puerta de su casa. ❞ ...