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  La pareja se encontraba armando el nido del omega, quien soltaba cada vez mas feromonas sin darse cuenta.

— ¿Estás bien? —preguntó Jungkook una vez terminado el nido. Jimin lo ignoró completamente y se tiró en el hueco que quedaba en medio de toda la montaña de ropa— ¿Jimin?

  El rubio palmeó la cama, una invitación indirecta al nido. A veces Jungkook esperaba varios minutos el permiso de su omega, a quien le gustaba primero saturar de su aroma el nido. Al parecer esta vez no sería así.

— ¿Todo bien? —no le gustaba forzar a que Jimin le cuente las cosas, usualmente esperaba a que el contrario se sienta listo como para hablarlo, pero esta vez era diferente, el celo estaba por empezar y a veces Jimin no estaba muy consiente durante ellos, no como su primer celo donde su omega le dejo el control.

— Si, solo estoy algo ansioso, creo que esta vez si podremos... ya sabes...

— ¿Sientes que tu cuerpo ya esta listo? —inquirió.

— Mhm, algo así... ¿lo siento diferente? no sé como explicarme.

— Lo entiendo, lo darás en anatomía el año que viene.

— No puedo creer que haya terminado la escuela para venir aquí a dar clases de nuevo. -hizo un puchero, el cual fue besado por el alfa, sin poder resistirse a los labios de su omega— Uhm, ya.

— Ven aquí. —el rubio gateó hasta donde estaba éste, quedando en medio de sus piernas y apoyando su cabeza en el pecho del pelinegro— ¿Cuántos días?

— Mhm, creo que empezara mañana, aún no lo calculo bien.

— Ugh, tendré que salir de caza de nuevo esta noche. —el omega ronroneo ante esa declaración, por dentro su omega se sentía consentido y mimado, ya que el alfa constantemente le proveía comida saludable –para un lobo–

— Si quieres puedes ir ahora antes de que se haga tarde, estoy bien.

— ¿Seguro?

— Sip, solo me siento raro, pero nada de lo cual preocuparse.

— Está bien. -le dio un besito en la frente y lo aparto con cuidado, dejándolo recostado y bien tapadito con una mantita que solían usar para no tener tanto calor, ni tampoco morirse de frio.

— ¿Amor? —el alfa retrocedió dos pasos y lo miró con todo el cariño que le tenía, los ojos de Jimin se pusieron morados por un segundo— Te amo...

— Yo también te amo Mimi.

  Y con eso, se marcho para ir a proveerle comida a su omega y, probablemente, a sus futuros cachorros.

Destiny ©Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora