Final

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  Cuando Jungkook volvió a la casa, un potente aroma a almendras lo golpeo de lleno, mareándolo.

"De verdad que no controla cuando llegara su celo" pensó, riendo para si mismo ya que el omega seguía siendo un desastre con sus celos a pesar de ya haber tenido otros ocho.

  Se apresuro en terminar de despellejar todo lo que había traído, algo que ya se había acostumbrado a hacer, ya que el omega no solía cazar tantas veces con el. Normalmente en la manadas comían mucha carne ya que eran carnívoros, entonces se les hacia mas fácil cazar y comer animales en sus formas lobunas, pero Jimin había crecido diferente y lo entendía.

  Aunque a veces no se podía controlar y terminaba yendo a cazar liebres con Jungkook, fortaleciendo así el vinculo de sus lobos.

  Corrió escaleras arriba, apresurándose a llegar a la habitación, donde el omega seguramente lo esperaba. El aroma tornándose mas intenso al sentir que su alfa ya había llegado.

  Wow.

  Jungkook realmente no pensó encontrarse con aquella vista; Jimin yacía desnudo en la cama, el culo en pompa y la cabeza apoyada en la almohada, con sus pequeños dedos regordetes tratando de alcanzar su entrada. No sabia si morir de ternura o no, ya que el omega muchas veces le contaba cuan frustrado se sentía por sus brazos cortos, los cuales a veces le dificultaban el satisfacerse a si mismo cuando su alfa no se encontraba con el.

  El calor lo invadió por completo, las feromonas de celo jugando una gran parte, estimulándolo y adaptando su cuerpo para también inducirlo al celo, algo que solía pasarle muy seguido con Jimin. Se suponía que los alfas entraban en celo cada dos meses, pero últimamente su celo se adaptaba al de Jimin.

— A-alfa, te necesito. —sollozó Jimin, frustrándose al ver que su alfa se quedaba estático en la puerta.

— Ya voy, omega. —realmente le estaba costando todas sus fuerzas no saltar sobre él y follarlo allí mismo con fuerza, siempre trataba que la primera vez que lo hacían durante el celo sea cuidadoso, para que Jimin se prepare y estire bien.

— Jungkook. —gimió, agitando las caderas de lado a lado.

  Que se joda la preparación.

  Jungkook se quito rápidamente los pantalones que se había puesto al transformarse, revelando su miembro ya erecto y goteante. Gateo adentrándose al nido y agarro la caderas de Jimin, quien se empujo hacia atrás para hacer contacto con el.

— Por favor. —sollozo necesitado— Duele...

— Tus deseos son órdenes . —llevo sus labios a la entrada del omega, quien pegó un saltito de sorpresa, pero inmediatamente se retorció contra su lengua, la cuál lamía los fluidos que salían para recibirlo— Tan perfecto. —llevó un dedo a su entrada, disfrutando de los escalofríos que tenía el omega cada vez que la rozaba.

— N-no importa, hazlo ya.

— ¿Tanto me necesitas, omega? —recibió un gemido como respuesta— Habla. —una nalgada— ¿Me necesitas?

— ¡S-si! ¡Jungkook, por favor!

  Se introdujo de una sola estocada ocasionando que un gritó salga de ambas gargantas. Jimin apoyo todo su pecho en el colchón, dejando tan solo su cadera hacia arriba, la cual el alfa tenía firmemente agarrada, para darse estabilidad.

  Se empezó a mover con suavidad, pero no pasaron ni cuatro segundos cuando ya estaba empujando con fuerza, golpeando una y otra vez aquel punto que hacía gritar y sollozar de placer al omega.

  En tan solo dos minutos, ambos estaban cubiertos por una fina capa de sudor. En la habitación solo se escuchaba el sonido de las pieles chocando juntas y los gemidos de ambos mezclados, los cuales los incitaban a seguir y buscar aquel sentimiento de bruma que los invadía al llegar al clímax.

Destiny ©Kookmin auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora