Si tengo tus manos

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Esa tarde de junio, antes de la Fiesta de Fin de Curso, alumnos y profesores se reunieron en los jardines de Herbología, con un sentimiento solemne, emocionado y con toques de anticipada nostalgia.

Pese a ello, el conjunto se mostraba alegre y satisfecho, llegado al cabo de nuevas conmociones, felizmente resueltas.

En grupos, sonriendo, cruzaron la zona hermoseada por los trabajos de restauración y los cuidados recibidos desde la última batalla, ocurrida hacia casi cinco meses. Sonriendo, conversando, algunos saltando al caminar esa mañana soleada y fresca, se fueron reuniendo en torno al Árbol de los Amigos.

Snape y los profesores se detuvieron en torno al árbol que daba sombra desde sus ramas fuertes, pues había crecido desde ser una espiga delgada hasta este día donde ya rebasaba los dos metros y medio, mostrando hojas de vivo verde, compactas, extendidas en brazos desde nutridas ramas que prometían hacer de aquel árbol, el más grande del colegio.

Los alumnos se distribuyeron en semicírculo alrededor del vigoroso árbol, que daría sombra y grato espacio a los estudiantes de tiempos futuros, así como a los más jóvenes de hoy, ahora que los exámenes finales estaban aprobados sin excepción y la generación de Harry Potter dejaría Hogwarts esa misma noche, para que pasado el verano arribaran nuevas caras.

Esta mañana, emocionados por el día de sol y viento fresco, los presentes vieron adelantarse unos pasos a Snape en medio de los profesores, pues se le había pedido que diera unas palabras.

-Nadie sabe lo que la vida le depara –afirmó-. El futuro es incierto, y nuestras expectativas no coinciden siempre con la situación. Podemos tener ilusiones, expectativas y ver cumplirse algunas o pocas, ya sea porque nuestros intereses cambien, o por causas ajenas, o incluso por errores. Solo algo podemos saber, y es cómo tomaremos lo que venga.

El Ejército de Dumbledore, con Harry a la cabeza, escuchaba a Snape con especial atención, cuando añadió:

-Lo único que en esta vida nos pertenece, es nuestra actitud. La forma como somos en cada momento esperado o inesperado. Serse fiel a sí mismo. Que cada uno de nosotros sepa haber hecho lo correcto. Nunca traicionarse, nunca abandonarse. Si se comete un error, aun grave, rectificar. Que cuando pasados los años nos veamos en un espejo tengamos la conciencia tranquila de habernos mantenido. De ser los mismos pese a cualquier cambio exterior.

"El camino nunca es fácil. Implica ser sincero con uno mismo, arrostrar la vergüenza del error y después tener la entereza de resolverlo. Eso hacen las personas de valía. Las demás, son quienes creen que nunca se equivocan, que cada hecho en sus vidas es acertado, y se forman una imagen falsa de sí mismos, con la que llegarán a su final. Como colegio, a nivel individual o colectivo, muchas veces nos hemos equivocado, pero si existe una aplicación de la magia, es la magia de transformar.

"Transformar la tristeza en alegría. La distancia en cercanía. La incomprensión en solidaridad. Las diferencias en encuentros. Y es el deseo que el año que finaliza nos deje la enseñanza de tantos años de luchas, y que el siguiente tengamos las promesas más bellas y los cumplimientos más duraderos."

El grupo aplaudió, hubo algunos vivas entusiastas y al volver al silencio, Snape se tomó de las manos, reflexivo. Miró hacia las torres y volviendo a atender a la concurrencia, añadió:

-Uno de mis máximos honores es ser profesor de Hogwarts. Tengo ese galardón como uno de mis bienes más preciados. Lo he llevado en cada hora. Y en este final de año, nuevas realidades, nuevos horizontes me llaman. No obstante, sepan que siempre contarán conmigo y que, cuando se me necesite, acudiré presto a los muros de nuestro hogar, este gran castillo, para volver a defender la paz y la justicia.

Cuando tu mirarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora