La cúpula del hechizo que defendía Hogwarts se desbarató en luces bajo el ataque de los mortífagos, que se lanzaron al asalto.
Pero no fue como si estudiantes y profesores se hubieran limitado a estar a la defensiva, porque Hermione y Snape habían movido hilos para insertar en el castillo un pequeño giro oscuro en su actitud.
Tan pronto desapareció la cúpula defensiva, para sorpresa y sinsabor del Innombrable, de los tejados y azoteas de Hogwarts brotaron proyectiles mágicos brillantes y armas físicas como piedras, flechas y objetos punzocortantes que cayeron sobre las huestes de mortífagos y aliados, atravesándolos y haciéndolos caer muertos.
Sobreponiendose a ello, la primera avanzada del Señor Tenebroso para tomar el castillo, trolls y animales fantásticos, corrió a los muros, pero fueron tragados por fosos disimulados, en cuyo fondo quedaron atravesados en largas picas de madera y metal a las que se habían añadido maleficios.
Instrumentos muggles de guerra, basados en una extraña mecánica de poleas y arcos, también fueron útiles porque Ravenclaw avezados en Estudios Muggles habían elaborado ballestas, accionadas con magia, que lanzaban flechas con puntas envenenadas y crearon catapultas servidas por los refugiados de Hogsmeade y del Valle, que lanzaron grandes piedras que aplastaron enemigos o los distrajeron, pues al defenderse con magia de la lluvia de proyectiles, quedaron inermes ante ataques con conjuros.
Sin piedad, el Innombrable envió a todos, lanzados en una ola que recibía conjuros, piedras, flechas, diezmándolos a medida que se acercaban. Gritos y destellos se mezclaban entre la sangre de los enemigos aplastados por las piedras lanzadas desde las catapultas.
Aceite hirviendo dejado caer desde los tejados bañó a licántropos, trolls y acromántulas que alcanzaron la gran puerta del castillo, cocinándolos en el acto.
Los vitrales y ventanas segadas con roca tenían practicados orificios desde donde se disparaban armas de todo tipo, recibiendo a los que venían en escobas o en animales voladores.
Los atacantes pasaban sobre sus propios muertos y heridos bajo la lluvia de proyectiles.
Furioso, el Innombrable empleaba su fuerza para vencer aquella resistencia inesperada, viendo desde la colina hacia los fosos llenos de muertos animales fantásticos agresivos, cuerpos hacia la entrada, la alfombra de caídos desperdigados y los que intercambiaban maleficios al pie de los muros y desde dentro del colegio. Estaba consternado. Esta no era la respuesta meramente defensiva que podrían armar Dumbledore o McGonagall. Una respuesta llamada a perder, dado que estar a la defensiva es una derrota retrasada.
Aquí había algo más. Alguien que había dado ideas a esos infectos y estúpidos alumnos. Alguien que les había enseñado que la mejor defensa es el ataque. Y trataba de pensar en ello, pero notaba alarmado, escondiéndolo a sus huestes, que algo no estaba bien con su poder. Era la varita, pensó. Es que la varita era de Snape.
Dentro de Hogwarts trataban de mantenerse en orden, aunque el enemigo llegaba a las puertas.
Harry encontró rota la diadema. Ron, al bajar a la Cámara de los Secretos, encontró ardiendo otro horrocrux.
Una a una, las catapultas y ballestas en los tejados se quebraron en pedazos por los contraataques mortífagos, y sus servidores se vieron obligados a replegarse, soltando Fiendfyres y haciendo arder a los que llegaban desde el aire.
La puerta de entrada del colegio tronó ante el choque de los conjuros.
Los que estaban afuera se hicieron atrás ante la marejada que subía por los muros.
Antes de retirarse y con alumnos llevándose a heridos, Pansy en persona voló el puente que conectaba con el castillo, enviando a una muchedumbre de mortífagos al precipicio.
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Grimorio para tu alma
FanfictionSevmione. Long fic. "Un conjuro para que seas libre por haber conocido tus tinieblas." El Libro de Sombras de Snape tiene la clave para destruir a Voldemort. Para obtenerla, Hermione asomará al alma del pocionista.