3 años después.
Dinah pov
Éstos tres años que han pasado han sido una completa montaña rusa, todo ha pasado como de película. Agradezco que después de la tormenta que me golpeó encontré la paz y la calma, no fue nada fácil pero lo logré. Hoy en día soy propietaria de un bonito y lujoso café ubicado en el centro de Miami. No es completamente mío, solo el cincuenta porciento, el otro restante le pertenece a alguien más.
Todavía hay algo que por las noches no me deja dormir del todo bien, es el pequeño Gavrel, cuánto lo extraño y desearía verlo.
No he intentado comunicarme con Justin o con Lauren en todo éste tiempo, para ser sinceros, no sabía cómo hacerlo. No creí que ella de verdad se fuera aquel día que se lo pedí, simplemente fue como si a ellos se lo hubiese tragado la tierra. Pero mi instinto me dice que Gavrel está muy bien y saludable.
Pensé que en algún momento de éstos años que han pasado, recibiría una llamada de Lauren, o que ella se apareciera de repente en mi casa, pero nada de eso llegó. Esperé a Justin y él tampoco llegó, nada de él llegó hasta a mí lo cual me dolía, nuestra relación no debió terminar así, dejamos que la mala situación que todos estábamos atravesando nos influenciara de una manera tan tóxica. Me estaba enamorando de él, a quién engaño? Aún lo estoy, creo que más que nunca. Pero también estoy enojada y resentida.
Cometí muchos errores y uno de ellos fue pedirle a ellos que se marcharan y jamás regresara, y más aún por lo que sucedió después que ellos se marcharon.
Pero supongo que todo está bien ahora. No?
Zayn. También lo extraño, siempre pienso en él, él fue un gran amigo, cuánto lo quería. Me encantaba burlarme de las cosas y de las personas con él, me hacía reír, y me animaba cuando lo necesitaba. Cuánto te extraño amigo y espero poder visitar tu tumba algún día y llevarte flores.
Zayn es mi ángel ahora.
Por estúpido que suene, cada vez que salgo de fiesta siento su presencia, en cada cosa loca que hago la siento. Incluso he adoptado la costumbre de beber un trago de whisky a su nombre, es lo que más él bebía.
El timbre de mi celular me sacó de mis profundos pensamientos.
Una llamada.
Sonreí con fastidio cuando vi el nombre, sabía bien para qué era.
-Se puede saber dónde estás metida Dinah? No te puedo dejar a cargo de nada porque haces siempre lo que te da la gana- Ella me gritó en cuánto cogí la llamada.
Sonreí para luego reír imaginándome la cara que de seguro tiene ahora mismo.
-Te podrías calmar? Ya estoy de camino, el tráfico no ha dejado que llegue-
-Apúrate, te necesitan en el café-
-No puedes resolverlo tú? No entiendo para qué es tan solicitada mi presencia-
-No estoy en el café, estoy en busca del regalo de cumpleaños de Jacob-
-Tú querido novio te está desviando de tu afamado y querido negocio-
Escuché su risa.
-Por qué lo odias tanto si es tan lindo conmigo. Y contigo-
-No me interesa que tu novio lunático sea lindo conmigo-
Doblé a la izquierda para poder tomar un atajo y llegar más rápido y si resultó.
-Bueno, no sé que harás cuando él y yo nos casemos. Tendrán que convivir si o si-