Lauren pov
Me encontraba en la cocina tomando el café, mis maletas estaban ya en la sala, solo esperaba por Gavrel.
Desperté sin ganas de nada, sin humor, no quiero soportar a nadie hoy, solo a mi hijo.
Cuando bajé de mi habitación con las maletas me encontré con la niñera, ni siquiera la miré, solo ignoré su presencia.
Escuché la dulce voz de Gavrel en la cocina y salí de mis pensamientos. Lo miré y le dediqué una sonrisa, se veía guapo con su abrigo color negro. Me ha dicho muchas veces que le gusta vestir de negro, igual que yo.
-Quieres algo de comer?- Le pregunté.
-Jugo-
Extendió sus manos para que yo lo tomara en brazos y así lo hice, besé repetidas veces su frente y también su mejilla.
-Estas hermoso- Le murmuré.
Caminé hasta la nevera, pero me giré cuando escuché unos pasos, claramente los de la niñera.
-Sirvele un poco de jugo a Gavrel por favor-
Salí de la cocina para que ella entrara, caminé con Gavrel en brazos hasta la sala.
-Por qué nos vamos mami? Me gusta estar aquí- Él me miraba expectante con sus enormes ojos verdes.
-Tu mami tiene cosas que hacer allá y no te quiero dejar solo aquí-
-Quiero estar con Camila-
-Pero debes entender que Camila es una mujer que ya hizo su vida, no puedes llegar y creerte dueño de ella como si nada-
-Pero ella me quiere- Hizo un puchero.
No supe que contestar, agradezco que en ese momento la niñera apareció con el vaso de jugo. Lo coloqué en el suelo y ella le entregó el jugo.
Él se veía disgustado, su ceño estaba arrugado mientras bebía el jugo sin siquiera saborearlo.
Éste muchachito tiene una actitud muy similar a la mía y es medio caprichoso.
Será que lo he mal acostumbrado?
No creo que sea eso, creo que él se apagó a Camila, quien después de todo es su madre. El vínculo es muy fuerte.
Me siento tan jodidamente impotente por no poder decirle que ella es su madre, por no poder llevarla con ella, por separarlos, y lo más importante, por no poder estar unidos los tres como una verdadera familia.
-Ya nos vamos Gavrel-
En ese momento tocaron la puerta, fui a abrir y era el personal de seguridad quienes venían por las maletas.
-Quiero ir donde Camila- Me pidió de brazos cruzados.
-Está bien, te llevaré-
Miré a la niñera por un momento, ella se veía avergonzada de mi mirada.
-Ahí hay un cheque- Señalé la pequeña mesa del otro lado de la sala. -Te llamaré en cuanto volvamos aquí, creo que la cantidad de dinero es suficiente y si no es así, se lo comunicas a Justin para que duplique la cantidad. Gracias por cuidar de él-
Ella asintió. -Lo... lo siento, por lo de anoche. Y fue un placer cuidar de él-
Asentí y me despedí.
Cuarenta minutos después, me encontraba tocando el timbre del departamento de Camila con un Gavrel sonriente a mi lado.
-Cómo es que te encariñaste tan rápido con ella?- Hablé más para mí misma que para él.