Camila pov
Mis días con Lauren y Gavrel ya han terminado. Traté de disfrutarlo al máximo y creo que lo hice. Pero lo cierto es que Lauren me ha dejado un poco agotada y saciada, todos los días que estuvimos aquí Lauren y yo lo hicimos dos veces al día.
No sé de dónde ambas sacamos tanta energía, no me sorprenderé si me entero que estoy embarazada.
Por otro lado. Gavrel se acercó mucho más a mi y ha creado un fuerte apego hacia a mi, lo cual no me molesta porque ese mismo apego lo siento yo por él.
-Y por Lauren- Dije para mi misma.
Estaba terminando de empacar mis cosas para luego empacar las de Gavrel. Dejé a Gavrel y a Lauren en la cocina.
Poco después me dirigí a la habitación del pequeño, ahora que me pongo a pensar, cómo es posible que un niño de tan solo tres años le guste dormir solo? Lo que digo es, a esa edad si yo no dormía en medio de mis padres yo no podía dormir. Pero él es diferente, y eso me conmueve solo tiene tres años.
Al terminar de todo bajé las maletas. Se me hizo un poco pesado y las maletas cayeron al piso con brusquedad, eso hizo que Lauren se acercara con rapidez a donde estaba, detrás de ella viniendo Gavrel a la misma velocidad que su mamá.
-Camila todo bien?- Lauren miró las maletas. -Por qué no me dijiste que las bajara?-
Sonreí.
-Creí que podía hacerlo, bueno, realmente lo hice porque las bajé y solo se cayeron ahorita-
Lauren relajó su postura y sonrió. Me tendió su mano y con gusto me acerqué y la tomé. Ella me besó con amor y escuchamos una risita de Gavrel y él salió corriendo hacia la cocina. Ambas sonreímos cuando nos separamos del beso.
-No me quiero ir!- Dije.
Lauren rió. -No será la primera ni ultima vez que vamos a venir, te lo puedo prometer-
Asentí para luego besarla.
Ya era hora de irnos, nos despedimos de las chicas de servicio y subimos al auto. De camino al aeropuerto Gavrel se quedó dormido.
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El auto se estacionó frente a mi casa, miré el edificio y suspiré.
Hora de volver a la realidad.
-Te pasa algo Camila?- Lauren entrelazó una de sus manos con la mía y me miró con curiosidad y preocupación.
-Quería seguir en aquel paraíso contigo y con el niño-
Lauren rió.
-De qué te ríes?-
-De que hablas como si jamás fueras a regresar-
Fruncí el ceño.
Lauren sacó una caja de tamaño medio de regalo, tenía un lazo negro y la caja también era negra. Lauren sonreía cuando me la extendió.
La tomé en mis manos, sin decir nada y con el ceño fruncido abrí la caja. Ahí dente había un juego de llaves, no eran cualquier llaves, éstas eran bonitas y elegantes.
-Ok?- Me reí. -No me digas que es lo que creo que es-
Lauren sonrió y asintió. -Podrás ir las veces que quieras y cuando quieras donde estábamos anteriormente-
Me reí sin poder creerlo. Agité la caja con las llaves y miré a Lauren.
-Qué acabas de decir?- Le pregunté.