Keana pov
Había intentado de todas las maneras posible de acercarme a Lauren, y más después de que su esposa falleció. Pero ella nunca me lo permitió, siempre me rechazaba.
Me dijeron que estaba en su despacho así que fui allá, me asomé y la vi con un vaso de whisky y mirando la pantalla de su celular.
"Hoy serás mía"
Entré al despacho, ella me regaló su típica mirada ruda.
-No quiero discutir lo mismo contigo, si viniste para eso te puedes ir-
Sonreí. -Tranquila primita, solo vine a hacerte un poco de compañía. Me dijeron que habías regresado y quise pasar a saludarte-
Ella se encogió de hombros.
Me senté frente a ella y crucé las piernas.
Cuánto daría por que ella me mirara con otros ojos, por lo menos una vez. Pero sé que eso nunca iba a pasar.
Mi plan es éste; drogarla y hacer con ella lo que me plazca.
Noté como bebió todo el whisky. Esa era mi oportunidad.
-Te sirvo otro trago?- Mordí mis labios reprimiendo una sonrisa.
Ella pareció pensarlo pero finalmente asintió con cansancio.
Tomé el vaso de mis manos y me alejé,
Saqué de mi bolsillo una pequeña bolsita con unas pastillas trituradas, las eché en el vaso sin que ella se de cuenta y serví el whisky.Regresé a ella y le entregué el vaso, ella de una vez bebió de él y yo me senté a esperar con paciencia que las pastillas hagan efecto.
"Solo quiero que estés un poco boba para poder hacer contigo lo que quiera"
Lo tengo todo planeado y sé que dará resultados. La llevaré a mi departamento y haré de todo con ella.
Media hora después ella había terminado el vaso, y vi como se tambaleaba en su lugar. Ella cogió el vaso en sus manos y lo miró con el ceño fruncido.
Bingo.
-Qué le echaste a la bebida?- Ella me miró.
-No le eché nada, solo el whisky. Te pasa algo?-
-Si. Me estoy sintiendo mal, todo me está dando vueltas-
-Ven Lauren, vamos a llevarte a tu habitación-
Ella negó. -Puedo sola-
Ella se puso de pie, intentó caminar pero se sujetó del escritorio.
-Mierda. Por qué me siento así?-
-Es la bebida, has abusado de ella. Déjame llevarte a la habitación-
Me acerqué a ella y la ayudé a caminar. Salimos del despacho y me caminé con una Lauren drogada hasta la entrada, agradecí que en ese momento no había nadie cerca, la entré a mi auto y salimos de la mansión. En el camino Lauren iba balbuceando cosas, sus ojos estaban casi cerrados, ella se miraba las manos para luego mirarme a mi.
-Estoy drogada, no?- Ella arrastró las palabras.
Solté una risita.
-No me dejaste otra opción Lauren, era el único modo de tenerte en mi cama-
Estacioné el auto en el sótano del edificio y subí a mi departamento en el ascensor con una Lauren que incluso se estaba riendo sola.
Abrí la puerta de mi casa y entramos, ella ubicó el sofá y estaba caminando hacia el pero la detuve.