Lauren pov
Abrí la puerta de mi casa mientras me quitaba el abrigo, iba a subir las escaleras cuando Justin llamó mi atención.
-Lauren! Por fin has llegado-
Él me sonrió con algo que deduje era emoción.
-Pasa algo? Es que estoy cansada y quiero una ducha-
-Bueno... tenemos visita-
En ese momento Dinah se dejó ver, detrás de ella venía maría y Gavrel.
-Oh! Dinah, Que gusto volver a verte- La saludé.
Dinah me sonrió y me guiñó.
-Si me disculpan, subiré arriba estoy un poquito cansada-
-Mami, Camila está aquí!- Gavrel gritó con entusiasmo.
Mi corazón se detuvo al ver las sonrisas de todos los presentes. Bajé los dos escalones que antes había subido.
-Es en serio?-
Precisamente en ese instante Camila salió del pasillo que daba a la cocina. El cruce de miradas que tuvimos fue suficiente para mandar toda mi fuerza y estabilidad al demonio.
Respiré hondo, cerré mis manos y miré a mi alrededor para volver a mirarla a ella. Cabe destacar que ahora mismo estoy como una adolescente hormonal, que descontrol ella me provoca.
Quería articular palabra alguna, pero no me era posible en éste instante.
-Hola, Lauren-
Ella...
Su voz...
Ella...
Cuando me mostró una sonrisa pequeña mi corazón se aceleró más de la cuenta, tanto que el pecho me empezó a doler.
Caminé hasta a ella, pasando por el lado de Justin, Dinah, Maria e incluso Gavrel.
En éste momento ellos no existían, nadie solo ella.
Me detuve frente a ella, la miré de arriba a abajo. Me acerqué lo suficiente para poder inhalar su perfume que tanto me gusta. Y terminé de comprobar que estaba ahí cuando ese dulce y adictivo olor me llegó.
-Mierda- Susurré tan bajo que solo ella lo escucho porque sonrió.
-Estoy aquí- Ella colocó una de sus manos en mi mejilla y me acarició, cerré los ojos al sentir el calor delicioso de su mano.
Sin previo aviso me alejé, tomé una postura rígida y aclaré mi garganta.
-Debo controlar mis emociones contigo, pero es muy difícil. Me sorprende bastante verte aquí y las ganas que tengo de besarte me están matando, pero no será ahora- Dije con tanta seriedad que en ella se instaló la vergüenza y el nerviosismo.
-Yo...- Ella bajó la cabeza.
-A qué has venido?- Le pregunté.
Justin intentó decir algo pero levanté una mano a su dirección para que no dijera nada.
-Déjala Justin, si ella quiere que yo me vaya yo me voy-
Negué.
-No te voy a echar, no quiero que te vayas y no te voy a ofender. Solo lo pregunto porque pensé que no te volvería a ver en mucho tiempo-
-Vine para que hablemos, tengo muchas preguntas y no me iré de aquí sin respuestas. Y tengo algo que contarte-
Asentí. -Hablaremos, ya es hora-