Lauren pov
Desperté por una fuerte carcajada seguido de algunos movimientos en la cama, abrí los ojos poco a poco encontrándome con Gavrel quien reía muy eufórico mientras miraba algo en la televisión.
Me froté los ojos y me incorporé en la cama, busqué a tientas mi celular pero no lo encontraba.
-Mi celular Gavrel-
Él me entregó el celular de inmediato, era él quien lo tenía. Miré la hora en éste y eran las ocho de la noche.
-Gavrel tienes hambre?-
-Si-
Lo tomé en brazos y bajé con él a la cocina, él me pidió que lo sentara en uno de los taburetes que habían ahí, María como de costumbre se encontraba en la cocina organizando todo.
-Tenemos hambre- La interrumpí.
Ella me miró con una sonrisa y asintió.
María no tardó demasiado en tener listo dos platos de una jugosa lasaña.
-Se puede saber dónde está Mike?-
-Tu padre lleva todo el día en casa de su hermano, en éstos últimos días ha estado yendo mucho allá y llega a altas horas de la noche, aveccs ni llega a dormir-
-Él te deja sola, no es debido-
-Tranquila Lauren, no estoy sola, y me alegra que él salga y se distraiga-
-Quiero más!- Gavrel gritó, las dos dirigimos nuestra atención a él. Él sonreía con inocencia y tocó el plato ya vacío.
-En serio tenías hambre- Reí.
Marta le sirvió otra porción más. Poco después acabé con mi plato y sorpresivamente, Gavrel también.
Él se frotó los ojos suavemente y me extendió los brazos para que lo cargara. Complaciendo su pedido, lo cargué y caminé de regreso a la habitación con él. Me gustaba sentir su tranquila respiración y sus manitos jugando inocentemente en mi pelo.
Lo senté en la cama y él volvió a ver la televisión.
Mi celular comenzó a sonar, era Alek.
-Alek- Hablé.
-Escuché por ahí que estás en la ciudad, sabes que estaba esperando eso por hace días y no me dijiste nada-
-Fue un viaje que surgió de imprevisto, pero si, estoy aquí-
-Ven a verme en mi club, tengo que ponerte al día-
-Iré en algunas horas, ahora estoy con mi hijo-
-Bien-
La llamada finalizó.
Me senté en la cama a mirar las caricaturas que Gavrel veía.
-Extraño a mamá- Dijo él de la nada, ya no miraba la tv, ahora me miraba a mi con una mirada triste.
Cómo podía un niño decir eso si él apenas tenía dos meses cuando dejó de ver a su madre?
-Pero estabas muy pequeño cuando ella dejo de verte, cariño-
Él se quedó pensativo.
-Extraño fotos de mamá-
Y ahora lo entendí bien, arregló lo que quería dejar dicho. Extraña ver fotos de su madre.
Busqué fotos de Camila en el celular y se las mostré. Él sonreía feliz y miraba profundamente la foto, incluso la tocaba con su pequeño dedo.