Capitulo 4

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Lauren pov

Bajé del auto, caminé entre las tumbas hasta llegar a la de Zayn. Tenía varios meses sin venir aquí porque estuve todo ese tiempo en Dubai. Lo primero que hice al llegar a Moscú fue venir directo aquí.

Encendí el cigarrillo e inhalé el humo mientras me paraba frente a la tumba.

Llevaba puesto un traje negro, y mi usual gafa de sol Ray Ban.

-Estoy de regreso-

Le hablé a él, sé que podía escucharme, él siempre lo hace. La última vez que él me habló fue hace tres años, aquella vez que me dijo que Camila estaba viva.

Me senté en el césped mientras fumaba el cigarrillo y dejé que mis pensamientos me invadieran.

Tres años y todo lo recuerdo como si fuera ayer, no he dejado de pensar, de extrañar, de amar y de llorar a mi mujer, a Camila. He extrañado cada maldito día a Zayn.

Fue mucho lo que sufrí y aún sufro, pero ya me acostumbré, ahora tengo mas control sobre eso.

Aquella noche en que Camila se me apareció, fue una de las mejores después de todo lo que pasó. Tal y como ella lo dijo, la sentía cada momento del día, podía sentirla a mi lado todas las noches. Ella me ayudó a salir adelante, a no dejar que el dolor me consumiera, después de esa noche ella duró conmigo seis meses, después simplemente no volví a sentirla. Pero le agradezco, porque esos seis meses bastaron para que me recuperara y volviera a retomar mi vida. Pero eso no evitaba que por las noches yo llorara.

En éstos tres años me volví alguien inexpresivo y frío. Dediqué todo mi tiempo a mi hijo, al gimnasio -que de una u otra manera me ayudó a mantenerme, ahí es donde desquitaba la rabia que sentía- al negocio, a mi misma. Incluso tengo muchos tatuajes, nunca imaginé que haría tal cosa pero un día simplemente desperté y quise tatuarme.

Llevo tres años sin mirar a una mujer en lo absoluto, siento que es traición a mi esposa aunque ella ya no esté con vida. Respeto mucho la memoria de Camila, conservo su anillo y llevo puesto el mío en todo momento.

Y sobre mi hijo. Gavrel sabe quién es Camila, le he mostrado muchas fotos de ella, le digo lo mucho que ella lo ama, él es un pequeño inteligente y me ha preguntado que dónde ella está y por qué no lo visita.

Siempre que lo escucho decir eso mi corazón se estruja.

Con él es que me muestro muy sentimental, le demuestro todo mi amor cada momento. Amo la relación que tenemos de madre e hijo.

Hace un año y medio Mike Jauregui me asignó como jefa de la mafia, ahora soy yo quien controla todo éste imperio, y es por eso que adopté una actitud más arrogante, más fría y sin sentimientos alguno.

El tráfico de armas y de drogas se ha vuelto mi mayor hobbie, algunos negocios con empresas, comprar acciones y etc, también me ha resultado muy bien.

Si antes tenía poder, ahora tengo el triple, lo cual me hace sentir muy superior a todos.

Salí de mis pensamientos. Tiré la colilla del cigarrillo a un lado.

-Es increíble todo lo que ha pasado en los últimos tres años-

Respiré profundo.

-Te prometí que las personas responsables de tu muerte y la de Camila iban a pagar. Pues está casi hecho, a esas personas les queda solo horas de vida, acabaré con todos y no dejaré a nadie de esa familia con vida. Mañana a primera hora viajaré a Miami-

Sonreí con amargura.

-Creí que nunca volvería allí, será un poco difícil para mí. Tantos recuerdos me van a golpear, pero es por una buena causa, quizás sea bueno viajar allí y cerrar un ciclo que es muy doloroso para mí-

-Señora, perdón que la interrumpa. El cielo está muy nublado y pronto la lluvia caerá, será mejor que la lleve a casa- Uno de mis hombres de seguridad me interrumpió la charla.

Después de un camino lluvioso por fin había llegado a casa, uno de mis hombres abrió la puerta del auto por mi y salí, me apresuré a entrar a la casa y buscar a Gavrel.

Subí las escaleras hacia las habitaciones, de una de ellas escuché una risa alegre y de inmediato sonreí. Mi pequeño Gavrel.

Abrí la puerta de su habitación y él se giró de inmediato.

-Mami!- Gritó corriendo hacia a mi.

Lo abracé y lo cargué. Besé sus mejillas tantas veces como pude.

-Te extrañé tanto pequeño. Cómo has estado?-

Él no dejaba de sonreír.

-Muy bien, cuidé muy bien de abuelo y de abuela-

Gavrel con tan solo tres años y medio ya hablaba muy bien, no tan perfecto porque aún no sabe pronunciar algunas palabras. Su intelecto es muy alto, habla como si fuera un adulto.

-Me alegra escuchar eso, sabía que podías hacerlo-

Él asintió levemente.

No me había percatado de la presencia de María. Bajé a Gavrel y la saludé con un simple movimiento de mano.

-Perdón, no te había visto-

-No te preocupes- Ella me sonrió.

-Por favor y en cuanto tengas tiempo, prepara el equipaje de Gavrel, mañana viajaremos a Miami-

Ella asintió con una sonrisa.

-Y tú pequeño- Me agaché a su altura.
-Conoceras un lugar nuevo y probablemente visitemos a tu mami. Te gusta la idea?-

Él daba pequeños saltos emocionado mientras asentía.

Sonreí. Verlo feliz es lo único que me importa.

Salí de la habitación de Gavrel y fui a mi despacho, María me había informado que mi padre se encuentra en Italia en casa de Fabio. Solicité la presencia de Justin en el despacho y mientras él llegaba me serví un vaso de whisky.

En ese momento él entró.

-Lauren-

-Que tal Justin- Le sonreí. -Prepárate un trago y hablemos un poco-

Él soltó una risita.

-Tienes todo listo?- Le pregunté.

Él asintió. -Tenemos ubicado a cada miembro de la familia Quintanilla. Solo estamos esperando tu orden para capturar a todos y cada uno de ellos, lo haremos por parte para que ellos no se den cuenta y las cosas salgan mal. Pero a decir verdad, las posibilidades de que salgas ganando en todo ésto es muchísimo mayor-

Asentí feliz de escuchar eso.

-Qué hay de Matías y Roger?-

-Matías está casado y con dos hijos pequeños. Roger sigue siendo el mismo miserable de siempre-

-Espero que cuando ponga un pie en Miami ya Roger esté muerto, y como prueba de ello necesito su cabeza en una caja-

Justin asintió. -Cuenta con ello-

-Matías no merece la felicidad, haré sus últimos minutos de vida, muy miserable-

-En serio vas a matar a los niños?-

-Si, no tendré piedad de ninguno de ellos. Matías violó a mi esposa frente a mi y luego mató a Zayn, no tendré compasión-

Justin se limitó a asentir.

En cuanto me volví jefe de todo, investigué cada cosa de los Quintanilla, estudié sus movimientos y siempre me mantuve al tanto de todo lo que hacía. Me preparé por mucho tiempo para la venganza y ya es hora.

-Después de todo no puedo ser tan cruel con unos niños, busca el método menos doloroso y matalos-

-Una inyección estaría bien. Tengo gente para eso-

Asentí.

-Que todo esté listo para mañana, viajaremos a Miami-

Justin asintió, se pudo de pie y se marchó.

Una sonrisa adornaba mi rostro, estoy muriendo de ganas de ver la cara de Quintanilla y Matías.

La sed de venganza es abrumadora.

Desde Cero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora