Sabrina pov
Miré con atención a Lauren. Ella no es tonta y es muy lógico que piense eso de éste negocio.
-No perderás, ambos ganaremos. Te aseguro que ésta droga te dejará mucho dinero-
Ella se veía dudosa, pero poco después fue firme en su respuesta.
-No.-
Me rehúso a perder a Lauren, solo ella tiene las armas del calibre que necesitamos. Nuestro cartel está teniendo serios problemas con un poderoso cartel de Colombia, y estamos seguro que una guerrilla se aproxima, por lo tanto necesitamos un buen armamento.
Saqué de un pequeño maletín un paquete de cocaína. Lo tiré en la mesa.
-Pruebala y dime que tal- Le dije.
-No consumo drogas- Se encogió de hombros.
Harta de la situación, le di un fuerte golpe a la mesa y me puse de pie. Me incliné hacia a ella apoyándome en la mesa con las dos manos.
-Vine de muy lejos a hacer negocios contigo, yo te necesito, eres la única que tiene lo que ando buscando. Por favor considera el trato, qué más pides?-
-No cambio armas por drogas, yo las vendo. La droga no es de mi interés, el dinero si. Así hago negocios, y ese intercambio de drogas por armas me da a demostrar que ustedes no tienen dinero suficiente para comprar mis armas-
Bufé. Lauren ha salido más difícil de lo que creí.
Volví a tomar asiento, la miré expectante, ella me miraba con serenidad mientras bebía de su whisky. Necesito que esa mujer me diga que si.
-Por qué tanto interés en lo que tengo?- Preguntó mientras aún seguía mirándome directo a los ojos.
-Podemos hablar a solas?- Pregunté.
Ella asintió, en total silencio los dos hombres que estaban aquí dentro salieron, me puse de pie y le coloqué seguro a la puerta.
Caminé despacio hasta estar frente a ella.
-Estoy teniendo muchos problemas con un cártel de Colombia, mi cártel se encuentra vulnerable y sin el armamento adecuado ante ellos. Por eso te necesito-
-Cómo puedes estar segura de que ésta droga puede dejarme mucho dinero?-
Señaló el paquete en la mesa.
-Porque es cocaína de primera, y puedes ponerlo al precio que querías y te la van a comprar. Es lo que hago en mi país-
-Tu país y éste no es lo mismo, mis compradores son muy exigentes-
Sonreí. -Ni siquiera la has probado, cómo puedes estar segura de que no cumple con las exigencias de tus compradores?-
Ella lo analizó, se puso de pie y llamó a aquel hombre que nos habló de ella, creo que se llama Alek.
-Pruébala y dime que tal- Ella le pidió a Alek.
Él sacó una fina navaja y la clavó en el paquete, se llevó a la nariz un poco del polvo blanco. Él mantenía los ojos cerrados mientras inhalaba todo lo que podía.
Remojé mis labios comprimiendo una sonrisa.
-Vaya! Ésto es otra cosa- Él lamió la navaja y la guardó. -Oye Lauren, ésto se vendería muy rápido, es muy bueno!-
Lauren me miró con el ceño fruncido y sonreí con orgullo.
-Te lo dije-
-Haremos el trato, pero tengo una condición para ti-