Volumen 1: Preludios y Nocturnos
Había una jerarquía clara en el reino de los sueños. Cada residente era consciente de su papel y lo cumplía.
Al cerrar los ojos, los humanos dejaban el mundo despierto y se adentraban en el reino de Sueño, buscando libertad, aventuras, enfrentarse a sus miedos y fantasías con sueños y pesadillas creadas por su rey.
Y mientras Morfeo se encargaba de estos, Myra, la Dama del Sueño, cuidaba de que las personas no se perdieran en lo más profundo del Sueño, devolviéndonos al mundo despierto u a otra zona del reino.
En este caso, el durmiente era un niño que soñaba con un bosque oscuro. Estaba solo, rodeado por una niebla que le impedía ver el camino. Su corazón latía con fuerza mientras notaba cómo las ramas de los árboles se lanzaban contra él.
Cerró los ojos aterrado, pero entonces, una mano se apoyó en su hombro, haciendo que saltara. Cuando miró en su dirección, se sorprendió de ver a una chica joven, con cabellos castaños recogidos en una coleta. Vestía unos pantalones azules y una camiseta blanca.
Una sonrisa estaba plasmada en sus labios.
-Hola, ¿estás perdido? -preguntó.
El niño observó el bosque, viendo que era de día y que la niebla había desaparecido. Las ramas de los árboles se veían menos amenazantes ahora con sus hojas verdes.
-¿Quieres que te lleve fuera? -volvió a preguntar la mujer.
Este asintió mientras dejaba que le guiara hasta las afueras del bosque, donde se quedó maravillado con el gran barco pirata que había frente a él.
Sin acordarse de la mujer que le había ayudado, salió corriendo hacia el barco.
La Dama del Sueño se quedó observando al pequeño Danny desde la distancia, sabiendo muy bien que al despertar, él no se acordaría de ella. Ninguno lo hacía nunca.
-Haces un trabajo magnífico, querida Myra -se escuchó una voz profunda a su lado.
La joven se giró encontrándose a Morfeo, con sus ropas negras y piel blanquecina. Se le veía sereno mientras observaba cómo transcurría el sueño del durmiente, solo sus ojos serían capaces de revelar algo.
-Eso es lo que dices siempre -negó la mujer agarrando el brazo del Eterno, dejándole que la guiara a otros sueños.
-Porque es verdad -respondió este con una leve sonrisa en sus labios.
Myra rodó los ojos, sin darle más importancia, prefiriendo centrarse en otros temas.
-He oído que el Corintio está en el mundo despierto matando a humanos -murmuró ella en un tono más oscuro y pesado.
Sabía quién era esa pesadilla, aunque nunca había lidiado con ella porque era uno de los muchos sueños que se consideraban una amenaza, y Morfeo nunca le permitía encargarse de ellos.
-Voy ahora a lidiar con él -confesó mientras llegaban al puente que conectaba con su palacio, cruzándolo sin que los visitantes durmientes les dieran una segunda mirada. Ante la expresión de Myra, volvió a preguntar-. ¿Te perturba algo?
-No me fio del Corintio, hará todo lo posible para evitar que lo destruyas -comentó mientras las puertas de palacio se cerraban tras ellos.
-Yo soy más fuerte que él. No será ningún problema -tranquilizó deteniéndose para mirarla a la cara-. E iré con Jessamy. Siempre voy con un cuervo.
-A menos que me los envíes cuando estoy en el mundo despierto -comentó Myra-. Hace mucho que no voy allí.
El rostro de Morfeo se mantuvo serio mientras hablaba.
-Es peligroso ir. Al menos mientras su gran guerra siga en curso -recordó cogiendo su mano-. Cuando acabe, te llevaré a donde desees -prometió besando la palma con suavidad, como siempre hacía.
La soltó antes de entrar con elegancia a la sala del trono, pero sin dejar atrás a Myra. Desde la biblioteca apareció Jessamy, su cuervo actual, posándose en el hombro de Sueño. Lucienne también llegó de la misma habitación, observando a Lord Morfeo.
-Mi señor, vais a volver, ¿verdad? -cuestionó sonando preocupada.
El Eterno se detuvo, y en vez de colocarse su yelmo, se giró para enfrentarse a ambas mujeres.
Sabía que eran amigas y hablaban a menudo, por lo que, las dudas de Lucienne habrían hecho que Myra estuviera menos tranquila y eso era algo que no podía permitir.
-¿Por qué no iba a volver, Lucienne?
-No lo sé, un presentimiento -confió ella-. Por poderoso que seáis en vuestro reino, los sueños rara vez sobreviven el mundo despierto. Por otro lado, las pesadillas parecen prosperar allí.
Su forma de hablar era calmada. Myra, en cambio, se removía inquieta. El rey bajó de su trono, primero dirigiéndose a su bibliotecaria.
-Es mi deber no permitir que mis creaciones caminen entre los vivos y maten a los mortales por placer. No los creé con ese propósito. Y al igual que ese es mi deber, también es mi deber regresar a cumplir mis obligaciones. -Miró a Myra-. Volveré -prometió antes de colocarse el yelmo y utilizar su arena para desaparecer junto a Jessamy.
La chica se quedó un rato mirando el lugar donde él había estado. Solo se giró cuando Lucienne se acercó a ella.
-Tengo que anotar lo nuevos títulos que han llegado a la biblioteca y sé que también hay que registrar a los nuevos humanos que han entrado por primera vez al Sueño. ¿Trabajamos juntas? -cuestionó con una sonrisa.
Myra asintió.
-Sería perfecto.
Y de esa forma, ambas se dirigieron a la biblioteca.
X
Mientras Lucienne estaba subida en las escaleras colocando los libros, Myra estaba sentada en la mesa con los libros de nombres de los durmientes nuevos.
Hablaban tranquilamente cuando unos pasos rápidos llegaron a sus oídos. En menos de un medio minuto tenían ante ellos a Mervyn, el conserje con cabeza de calabaza.
Al ver a Myra, se alivió.
-Jefa -saludó rápidamente-. Está sucedido algo terrible.
-¿Qué pasa? -preguntó, preocupada de lo que podía ser.
-Se trata de los durmientes. Algunos no se están despertando del sueño -dijo moviendo los brazos.
Myra dirigió una mirada a Lucienne, buscando respuestas.
-Esto nunca antes había pasado.
La joven cerró los ojos. La respuesta era clara: algo le había pasado a Morfeo.
-Lucienne, envía a un cuervo para encontrar a Sueño. Mervyn, muéstrame a aquellos que no han despertado.
Así fue como la Dama del Sueño hizo todo lo posible para mantener el reino en pie tras la desaparición de su rey.
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Only In Dreams (Sandman x Oc)
ФанфикSueño de los Eternos era conocido por ser misterioso y silencioso. Había recogido muchos nombres a lo largo de la historia: Morfeo, Oneiros, Sandman... Lo que nadie se esperaba era que terminara enamorándose de una mortal y la convirtiera en Dama de...