Prólogo

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La familia de los Eternos está compuesta por siete hermanos: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desesperación y Delirio

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La familia de los Eternos está compuesta por siete hermanos: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desesperación y Delirio. Cada uno cumplía su función desde que el primer ser humano comenzó a respirar.

Y para sorpresa de todos, uno de los Eternos, el que menos esperaban, se enamoró de una mortal. Fue el silencioso y misterioso Sueño quien se encontró cautivado por una joven que cada noche entraba en su reino.

En un inicio, Sueño tan solo la observaba de lejos y no fue hasta mucho más tarde que comenzó a entablar conversaciones y pasear por su reino junto a ella, dejándola ir más allá de lo que cualquier durmiente había ido nunca.

Se llamaba Myra. Ella vivía en el campo con su familia, trabajando todos los días para poder sacar adelante su humilde estilo de vida, lo que convertía el sueño en su único descanso.

Las noches seguían y las preguntas de Myra crecieron. ¿Quién era ese misterioso hombre de ropas negras y ojos llenos de estrellas? ¿Por qué ahora recordaba todos sus sueños cada vez que se despertaba? ¿Por qué no había tenido ni una sola pesadilla desde que empezó a ser visitada por él?

Cada vez que daba voz a alguna de estas preguntas, aquel hombre respondía que no era importante y se despedía con una leve inclinación de cabeza. Myra siguió preguntando hasta que un día, él sí que respondió.

-Yo soy el rey de los Sueños y las Pesadillas. Entre los tuyos se me conoce como el príncipe de las Historias o Sandman. Pero tú puedes referirte a mí como Morfeo.

Y en aquella ocasión, en vez de despedirse con una inclinación, sujetó su mano y la besó con suavidad.

Cuando Myra despertó en el mundo de la vigilia, todavía sentía los fríos labios de Morfeo en la palma.

Así continuaron, llegando a considerarse un cortejo por parte del rey de los Sueños y Pesadillas. Sin embargo, todo debía hacerse en su reino para evitar miradas indiscretas.

Morfeo no cortejaba igual que los mortales, ni tampoco amaba igual que ellos. Su amor era silencioso, mostrado únicamente por sus ojos y la forma en la que una pequeña sonrisa aparecía en su rostro al hablar con Myra.

El hecho de que su amada no tuviera pesadillas fue el primero de sus regalos, aunque nunca se ofrecían como tal. La llevó hasta el corazón del Sueño y en ocasiones la sorprendía con sueños creados específicamente para ella. Claro que su rostro no expresaba nada... pero sus ojos... sus ojos lo mostraban todo.

Esto no pudo alargarse mucho más, pues Myra fue visitada por un segundo Eterno tras ser asesinada por un hombre con un cuchillo.

Cuando Muerte fue a recogerla, Sueño ya estaba con Myra.

-Hermano -saludó Muerte observándolos a ambos, comprendiendo al instante qué ocurría ahí. ¿Deseas llevártela a tu reino?

-Sí.

Muerte asintió antes de dirigirse a Myra, que lloraba en silencio mientras observaba su cuerpo sin vida.

-Myra -llamó esta arrodillándose frente a ella, cogiéndole las manos-. ¿Deseas ir con mi hermano o prefieres que te lleve al más allá?

Muerte comprendía los deseos de su hermano, y sabía lo terco que podía llegar a ser, pero la decisión final recaía en la humana.

Fue la primera vez que Muerte dio tanto tiempo a una fallecida para tomar una decisión así. Myra soltó una de sus manos para agarrar la de Morfeo, regalándole una suave sonrisa que amenazaba con romperse.

-Si me permites quedarme en tu reino, iré con gusto.

A pesar de que la expresión de Morfeo no cambió mientras asentía, sus ojos brillaron con más fuerza, complacido con su respuesta.

Y Muerte permitió que Myra se quedara en el reino de Sueño, siendo una de las primeras residentes previamente humanas que habían decidido servir al señor de los sueños. Sin embargo, los deberes de Myra nunca eran excesivos ni difíciles. En muchos casos, solía acompañar a la bibliotecaria, Lucienne, ayudándola a anotar los nuevos libros que aparecían, o solía hablar con Morfeo en la sala del trono o en los terrenos del Sueño.

El tiempo pasó y un día, Morfeo hizo una petición que cambiaría todo.

-Casate conmigo y conviértete en mi reina.

Pero Myra lo sabía mejor que nadie. Ella no podía convertirse en reina. No era como los Eternos, era una humana que había muerto hacía ya tiempo.

Con una sonrisa triste, denegó la propuesta.

Morfeo, demasiado orgulloso para aceptar esa respuesta de la persona que más amaba, exigió saber el por qué. Myra le dijo que si su hermano mayor, Destino, leía en su libro que debía ser reina, entonces ella aceptaría con gusto, pues sería su destino y ella no lo negaría.

El rey llamó a su hermano en busca de respuestas. Mas Destino dijo que no, que Myra no podía convertirse en reina, en cambio, su destino era convertirse en Dama del Sueño y cumplir los deberes de tal título.

Morfeo sintió el dolor de saber que no podría tener una reina a su lado, al igual que el hecho de no poder casarse con su amada.

Tras días de reflexión, juró a sí mismo que no se casaría con nadie más, pues solo Myra merecía todo su ser. Poco después, Morfeo la pidió que se convirtiese en Dama del Sueño y que se quedara junto a él no como su reina, amante o consorte, sino como la portadora de su alma.

Ya estaba claro que Morfeo no era como los mortales, era un Eterno y amaba como tal, algo que había demostrado hacia tiempo.

Myra aceptó y como regalo, el rey del sueño la ofreció un brazalete plateado con un zafiro en él, creado a partir de la arena de su bolsa de cuero. Aquel objeto la permitiría tener una parte del poder del señor de los Sueños, algo que nadie había obtenido nunca.

Los habitantes del sueño aceptaron esto con alegría, sabiendo algunos lo solitario que se veía su rey en muchos ocasiones. Hubo otro que se burlaron, como Deseo, el hermano menor de Sueño, que repetía que Myra era una simple concubina con ropas de Dama. Lo cual era muy hipócrita porque sabía perfectamente que ninguno de los dos se movía por el deseo.

La vida continuó con Morfeo mostrando a Myra los secretos de su propio mundo y cómo el mundo al que ella había pertenecido iba evolucionando con el pasar de los siglos.

Hasta que Sueño de los Eternos, Sandman, fue capturado en 1916.

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¡Hola a todos!

Cuando se anunció la serie de Netflix, decidí empezar a leerme los cómics de Sandman y me encantaron. La serie me gustó muchísimo y al final decidí hacer un fanfic.

Las actualizaciones se harán cada martes, jueves y sábado.

Espero que os guste y lo disfrutéis.

¡Hasta la próxima!

P.S.: Si os habéis dado cuenta, lo que a Sueño le da más poder es su rubí, y él le ha entregado a Myra un brazalete con un zafiro en él.

Only In Dreams (Sandman x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora