El Campo del Violín

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-Has matado a mi amigo

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-Has matado a mi amigo.

Morfeo y Myra se giraron viendo a Rose allí, cosa que no debería porque el hombre había terminado el sueño.

-¿Qué haces aquí? -preguntó casi sonando alarmado. Ella se había vuelto más poderosa de lo que había imaginado.

Rose siguió hablando.

-Delante de su mujer, ¿y amenazas con quitarle al bebé? ¿Es porque no podéis tener hijos? ¿Tenéis que ir de sueño en sueño robándolos? -acusó, a lo que Myra dio un paso al frente para hablar.

-¿Sabes por qué ha pasado esto? Un vórtice que cobra fuerza puede debilitar los muros entre reinos. Lo que ha pasado con tu amiga, inconscientemente tú lo causaste.

-Yo no he pedido que pase -se defendió ella.

-Aún así -comenzó a decir Morfeo alzando la voz, sonando muy enfadado, aunque Rose no pareció captarlo.

-¡No! No quiero que vuelvas a
acercarte a mí ni a mis amigos.

-Rose, escúchame -pidió Myra.

-Ya os escuché. Dijisteis que un vórtice puede crear universos o destruirlos. Así que os sugiero que dejéis el mío en paz de una puta vez -amenazó.

- Rose... -volvió a probar Myra, pero de nada sirvió.

-Este sueño se ha acabado -declaró con fuerza antes de desaparecer de allí.

Un silencio siguió después.

-Se ha despertado ella sola -murmuró la chica sin creérselo-. ¿Crees que querrá destruir el Sueño?

-Si es así, me encargaré de ella -habló en voz baja Morfeo, mirando al lugar donde había estado hacia un momento.

-Esto fue un error. Lucienne tenía razón, estamos exponiendo al Sueño -murmuró Myra preocupada-. Voy a hablar con ella, necesitara estar al día.

-Voy contigo -dijo Morfeo, y ante la sorpresa de la otra añadió-. Debería disculparme, al fin y al cabo esta fue mi idea.

Myra sonrió y sin decir nada asintió. Él no solía disculparse a menudo, aparte que solo con unas pocas personas.

Era un avance.

X

-¿Lucienne? -llamó Myra en la biblioteca, pero no se la veía por ningún lado, hasta que apareció por uno de los pasillos laterales.

-Mi señor, mi señora -saludó-, debo deciros una cosa.

-Te escucharé, pero antes déjame decirte que tenías razón -comenzó a hablar Morfeo antes que nadie-. El vórtice es el responsable de los daños a nuestro reino, y yo hice... mal al arriesgar nuestra seguridad por si hallaba a los Arcanos.

-No lo hicisteis mal del todo -habló Lucienne cuando acabó-. Rose los ha encontrado.

-¿Qué? ¿Al Corintio y al Campo del
Violín? -cuestionó Morfeo sorprendido por esta noticia.

-¿Dónde? ¿Cómo lo sabes? -quiso saber Myra, pues no esperaba encontrarlos tan rápido.

-Me lo ha dicho el Campo del Violín -aclaró la bibliotecaria mirando detrás suyo.

Un hombre mayor inglés con traje verde y bastón se acercó a ellos. Una sonrisa se plasmó en los labios de Myra.

-Gilbert -dijo el nombre que le había dicho el Arcano antes de que se fuera.

-Mi señora -se inclinó con una pequeña sonrisa jugando en sus labios-. Me alegro de volver a verla, y recuperada de su fuerza. -Luego se fijó en Morfeo, quien claramente exigía respuestas-. Señor, disculpadme por haberme ido.

-¿Por qué? ¿Por qué te fuiste? -cuestionó, su tono siendo una muestra de lo traicionado que se sentía por él-. Yo confiaba en ti. Eras
el corazón del Sueño.

-No, señor -negó el Arcano-. Vos erais el corazón del Sueño, y os ausentasteis. Me entró curiosidad por la vida humana, y tras consultarlo con Lady Myra y tener su permiso, me embarque en una aventura. Resulta que la vida como humano es de una riqueza que jamás imaginé en mi estancia aquí. Por eso he regresado, porque él los está matando -agregó con más ímpetu.

-¿El Corintio? -preguntó Morfeo, aunque todos sabían muy bien que así era.

-Ha amasado legiones de seguidores que matan por placer y hacen peligrar el mundo despierto y la vida de una amiga llamada Rose Walker.

-¿El Corintio ha encontrado a Rose Walker? -quiso saber alarmado el Eterno.

-Sí -afirmó.

-¿Os imagináis el daño que puede hacer con Rose? -recordó Lucienne.

-Sería peor que cuando te apresaron -confirmó Myra.

-Debes decirme dónde están -ordenó Morfeo al Arcano.

Según parece, Rose Walker estaba en un hotel buscando a su hermano ya que el Corintio había llamado diciendo que Jed estaba allí con él. El problema era que había una convención de asesinos que se ocultaban bajo el pretexto de que aquello era una convención de cereales.

-Voy contigo -declaró Myra con el semblante serio.

-Es peligroso -contrarrestó Morfeo.

-Esos críos están por ahí con un montón de asesinos a su alrededor. No voy a permitir que los maten -habló con dureza, pues recordaba a la perfección cómo había muerto ella hacía ya tanto tiempo.

Sueño de los Eternos se encargó personalmente de hacer de su vida una pesadilla viviente antes de otorgarle la tortura máxima en el Infierno.

-Yo voy a por el Corintio, pero tú céntrate en Rose y su hermano -aceptó al fin el hombre-. Y si sientes que estás en peligro, regresa al Sueño de inmediato.

Myra asintió, antes de notar cómo la arena de Sueño los envolvía y los enviaba al mundo despierto.

X

Cuando Myra encontró a Rose y Jed, estaban en la habitación en la que se hospedada el Corintio. Ambos estaban durmiendo.

-Mierda -susurró la joven colocándose a su lado, con la mano en la frente de Rose.

Se adentró en el sueño compartido de ella y su hermano. Parecía que estaban en el ascensor del mismo hotel.

-¿Qué haces aquí? -gritó Rose poniéndose delante de Jed, pero Myra no tenía tiempo para charlar.

-Rose, Jed, estáis en peligro. Ahora estáis durmiendo, pero este hotel está plagado de asesinos. Todos los de la convención no dudarán en mataros.

-¿Al igual que el rey de los Sueños? Sí, sé que quiere matarme por ser el vórtice. Así que, haz el favor de alejarte de mí y de mi hermano -gritó agarrando la mano de su hermano, corriendo al frente hasta entrar en otra sala.

Los ojos de Myra se abrieron.

-¡No vayáis por ahí! ¡Esos son los sueños de-

Rose y Jed no la escucharon, y se adentraron de lleno en los sueños de los asesinos.

Only In Dreams (Sandman x Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora