Otro desayuno...

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De camino a la cocina, Xerry le comentó a Crocodile como era su vida de pirata en el pasado... muy en el pasado, ella casi al igual que Roo, formaba parte de una especie casi extinta. Solo con la diferencia de no ser la unica con vida. Ya que gracias al gran cariño que se tuvieron sus padres...bueno...tuvo 299 hermanos sin contarla a ella. Mismos hermanos que eran compañeros y formaban parte del grupo de Roo.

- En fin, suele haber más gente en este lugar pero por el momento estamos dispersos...

- ¿Que pasó? ¿Una mala organización? -.pregunto con sarcasmo el pelinegro

-Pues...digamos que como todos los hermanos...peleamos, tenemos diferencias o simplemente buscamos otro tipo de cosas...

- Así que, muchos son piratas activos e inactivos.

- Algo así, cuando se aburren de la piratería solamente se esconden por años hasta que vuelven a tener ganas de entrar en acción...son unos cabrones indecisos a veces

- ¿Años?

Xerry no escucho la incógnita de Crocodile ya que algo llamo su atención y era el rubio quien salía de la cocina con 3 niños que prensados de él. Los 3 adultos se observaron mutuamente por unos segundos.

- ¿Que tienes ahí? -.dijo Crocodile señalando a la persona de Doflamingo.

- Un café -.Respondió el rubio, causando que ambos sujetos con garfio ladearan los ojos.

- Tu marido se refiere a los engendros que cuelgan de ti...que por cierto, ¿no estaban castigados ustedes? -.dijo Xerry con una voz seria, en respuesta los tres infantes salieron corriendo a esconderse de la mujer.

- Fu fu...que ruda eres mujer ¿Que pudieron haber hecho esos críos? -. Pregunto Doffy con su típica sonrisa.

- La ultima vez quemaron todo el bosque solo por querer deshacerse de los discos de musica que rompieron de Roo y tuvimos que ir a sacarlos de una fosa en la que se quedaron atrapados por querer esconderse...y eso solo fue el sábado pasado...

Ninguno de los dos adultos presentes menciono nada al respecto, solo se quedaron callados hasta que uno de ellos cambio el tema de la conversación.

- Bueno...Croco-chan ¿Quieres comer algo? Aun quedan unos hot cakes, anda ven a comer que ya pasan de las 12 y no has comido nada y eso no es bueno para el bebé. -.mencionó el rubio. Entrando a la cocina para prepararle el desayuno a Crocodile.

- Hmp, tampoco para mi peso -.mencionó entre dientes Crocodile.

- Si te hace sentir mejor, mi madre tuvo 25 partos y tenia mejor cuerpo que yo...o bueno, al menos más busto que yo.-mencionó Xerry quien caminaba junto a Crocodile directamente hacia la cocina.

- ¿Que tus padres no tenían otra cosa que hacer?...

Mientras Crocodile desayunaba sus hot cakes, Xerry les acompañaba bebiendo una taza de café, era una escena acogedora, un simple desayuno después de tanto alboroto. El silencio no era incomodo, solo era tranquilo para que todos los presentes disfrutaran de su merienda. Pero como siempre, en esta casa nunca faltan las preguntas...

- Y...a quien tuvo que matar este mocoso para lo dejarás reproducirse contigo? -.lo que dijo Xerry provoco que Crocodile casi se ahogara con su comida y que el rubio escupiera su cafe en la taza por la inesperada pregunta.

- Tu...-.alcanzo a decir Croco mientras trataba de recuperar el aliento.- Tienes la lengua larga mujer...

- Dime algo más creativo, Sir Crocodile, además, ya estas bastante grande como para que te siga avergonzado hablar del tema...y me refiero de edad porque de tamaño...bueno, es obvio.

Croco se puso rojo como un tomate, no se sabe si de ira o de vergüenza por el comentario de aquella mujer. Estuvo a punto de mandarla al diablo pero nuevamente el rubio tomo las riendas del asunto.

- Por que la curiosidad por saber mujer, ¿acaso quieres saber como es tener a alguien que te ame? -.Crocodile miro al rubio quien se limpiaba el café de la boca, no esperaba menos del rey de las palabras y la manipulación.

- Buena respuesta mocoso pero por desgracia no pregunte eso, se que eres listo y no quiero subestimar tu inteligencia. Así que para no dejarte en ridículo frente a tu marido, lo volveré a decir más claro para que entiendas mejor ¿Como se conocieron ustedes dos?

La audacia de la mujer era sorprendente, tanto que dejo sin palabras al rubio por un momento...

"Joder...es tan sarcástico como Crocodile..."

Pensó el rubio, la actitud de ellos era similar, solo que a ella aparte del brazo le faltaba una pierna. Dejando de aun lado las comparaciones entre ambos sujetos, el rubio volvió a servirse un poco de café antes de empezar su relato.

- Veamos...si no mal recuerdo, la primera vez que lo conocí...
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Cuando la piratería aun era muy primeriza y quienes gobernaban los mares eran unas bestias. Dos chicos con vidas diferentes pero metas similares no creerían que terminarían formando una relación de adultos.
Un rubio risueño jugueteaba con unas latas usando su nueva habilidad, al principio no le parecía la habilidad mas destructiva o poderosa pero si creativas solamente el ingenio le permitía explotarla más allá. Los hilos pueden ser peligrosos si el titiritero sabe como manejarlos.
Mientras practicaba a con su habilidad, trato de crear una cuerda gruesa para utilizarla como látigo y golpear las latas. Concentrado trato de crear varios hilos y entrelazarlos entre si, y cuando creyó estar listo, estiro lo más que pudo su mano y apuntó a las latas, esto funcionó pero en vez de golpearlas terminó partiendo a la mitad el barril donde se encontraban estas latas, las cuales terminaron saliendo disparadas junto a la mitad del barril.

- Ahg!

Escucho Doflamingo un quejido luego de que la mitad del barril saliera disparado. En otro tiempo hubiera huido pero el chico se había vuelto más sádico y estaba dispuesto a usar este nuevo movimiento con la persona que se atreva a reclamarle por el golpe. Bajo la pila de chatarra para encontrarse con el desafortunado que golpeo, esperaba ver a un grupo de maleantes pero en su lugar solo vio un par de piernas debido a que la mitad del barril cubría la mitad superior de su cuerpo, pensó el rubio que lo habita matado pero no, este se empezó a mover.
No sabía porque pero la curiosidad invadió la aun infantil mente del pequeño rubio, quien de una patada le quito de encima el medio barril al cuerpo.
Nada lo preparó para lo que vería en ese momento, una cabellera negra que brillaba cual obsidiana, un rostro con rasgos finos y una piel pálida. Le recordaron a aquel amor platónico qué tuvo antes de abandonar la tierra de los dragones celestiales.

- ¿Una...chica?

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⏰ Última actualización: Nov 09 ⏰

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