¿Y nuestro final feliz?

Capítulo 29: ¿Puedes oír cuando te llamo?

Holden.

Desearía no tener esta maldita herida para poder correr como necesito hacerlo, el bastón ayuda un poco, pero sigue sin ser suficiente.

Adelante de mí van Peter y April, totalmente apresurados. Madison dijo que iría a buscar a su hermano para ver si podía ser útil en algo. Convencí a mi familia de que esperaran en casa.

A penas caímos en cuenta de que nadie ha visto a Phoebe desde ayer que se fue a dormir, todos trataron de llamarla cientos de veces. Incluso le hablé a Olivia para preguntarle si Phoebe había ido al velorio de Isabella.

Me llamó imbécil e insensible, no obstante, me aclaró que Phoebe en ningún momento estuvo ahí.

Así que venimos directo a poner la denuncia. 

April llega enseguida a la recepción con Peter. No tardo tanto en alcanzarlos.

—Necesito que me ayude a buscar a mi hija.—dice desesperada.

El hombre tras la recepción es el señor Lewis. Solo levanta la vista del computador con cansancio para vernos a los tres. Su mirada se detiene por más tiempo en mí.

—Queremos ver a otro oficial.—exijo.

Si Bill secuestró o algo a Phoebe, es muy poco probable que este señor nos vaya a ayudar.

—Yo soy el que está a cargo —suspira—. ¿Qué necesita?

—¡¿Es que no la escuchó?! ¡Mi hija está desaparecida, carajo!

—Le voy a pedir que no me grite, señor. No será de mucha ayuda si lo encierro por un rato.

Resisto el impuso de tomarlo del uniforme para exigirle que se mueva un poco. Es su trabajo al final del día.

—¡Ya solo levante el acta o salga a buscarla!—pido.

Cierro los ojos por unos segundos porque el gritar hace que mi herida duela. No quiero que se abra, me quitaría demasiado tiempo el tener que volver al hospital.

—¿Cuánto tiempo lleva desaparecida?

—La vi por última vez en la madrugada —titubea April—. Ella se fue a dormir a su cuarto y todos dimos por hecho que estaba con otras personas.

—Entonces relájese, señora —ríe mostrando lo amarillo de sus dientes—. Su hija debe de estar por ahí con su novio o algo como eso.

—Yo soy su novio. Phoebe está desaparecida, no contesta el celular y hay un loco dispuesto a herir a la gente suelto al que ella no le agrada.

Me arrepiento al instante de haber dicho lo de Bill. A ver, es cierto, pero este hombre es su padre. 

No necesitamos desagradarle en estos momentos, debí quedarme callado.

—Pues es una pena que te enteres de su infidelidad de esta manera —se burla, estiro mi mano para darle un puñetazo, pero April me detiene justo antes de que él se dirija a ellos—. Deben esperar 72 horas. Los veo cuando estás se cumplan.

Estoy seguro de que eso ni siquiera es así.

—¿Desde cuándo tenemos esa política, señor?—la voz de Liam atrás de mí nos sobresalta por completo.

Agradezco infinitamente verlo uniformado para dirigirse a un lado del padre de Bill. 

Observo a Madison entrar corriendo para colocarse a un lado de mí, luce tan desesperada como el resto de nosotros.

—¿Crees que sabes más que yo, novato?

—Mis conocimientos están más frescos —encoge los hombros—. Estoy muy seguro de que en ninguna parte de la academia mencionaron algo como eso, además de que me repitieron en más de una ocasión que las preguntas oficiales se inician mientras se llena el reporte para poder anunciar a todas las unidades cercanas, señor.