Capítulo 17: ¿Cómo es que nos alejamos tanto de donde lo dejamos ayer?

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Phoebe.

¿Holden o Connor?

Ni siquiera es una decisión real, lo sé, pero se siente como si fuera algo un poco importante o que tiene un significado más profundo.

Ajusto el agarre de la toalla en mi pecho mientras observo los dos uniformes sobre la cama.

Connor me dio el suyo esta mañana, dijo que le gustaría verme con eso puesto y yo pensaba ponerme el de Holden porque, bueno... Es de Holden.

—¿Ya estás lista?—pregunta April desde la puerta.

—No. —digo y le abro para que me dé su opinión.

—Vas a tener que venir a secar ese desastre que has dejado en mi piso.—ordena señalando el pequeño charco que se ha formado a mis pies.

—¿Eso no te ha hecho sonar como tu madre?—bromeo recargándome del escritorio.

En algunas ocasiones eso me ha ayudado a conseguir permisos y me resulta gracioso a decir verdad. Aunque April me pone mala cara.

—Nah. Esa señora diría algo como "April, eres un absoluto desastre, limpia esta pocilga antes de que tu padre lo vea, ¿cómo esperas casarte algún día?" —imita con voz aguda.

A veces me pregunto cómo aguantó tanto tiempo esos comentarios.

—¿Que hubiera opinado ella sobre mí de haberme conocido?

Realmente a ellos podría encontrarmelos en la calle y jamás me enteraría porque no tengo ni idea de como lucen.

—Créeme, estamos mejor sin saberlo —asegura para luego ver mi cama con el ceño fruncido—. Sé que últimamente no estoy muy atenta, pero juraría que estabas en atletismo y no en hockey.

Suelto una breve risa y tomo el cepillo para desenredar mi cabello porque no quiero llegar tarde al partido de hoy.

—Lo estoy. No sé qué ponerme para el juego de hockey, ¿tú que opinas?

—Opino qué me gustaría saber de donde sacaste estos uniformes. 

—El de la derecha es de Holden, me lo prestó en el último juego por un problema que tuve con mi sudadera y olvide devolvérselo. El de la izquierda es de Connor —suspiro—, me pidió que lo usara esta noche y que lo animara.

—Oh, no señorita —niega enseguida—, de ninguna manera.

Su respuesta me tiene viéndola con duda.

—¿De ninguna manera qué?

—Yo no críe una novia trofeo. Usted se pone su ropa a menos que realmente quiera usar la sudadera de un chico porque le gusta y no porque se lo piden, ¿que eres ahora, una vaca para querer marcarte de esa manera?

Cuando me habla de usted es porque las cosas están serias.

No permite ni responderle cuando me hace a un lado para buscar ropa en mi armario.

—Pero quiero agradarle a Connor ahora... —mustio insegura.

—¿Y qué, no puedes hacerlo con tu ropa? —bufa—. Creí que nos gustaba el lindo Holden.

Comienza a sacar mis cosas tirando algunas en el piso y contengo mis ganas de gritarle que se detenga porque dejará un tiradero que yo después tendré que limpiar.

—No hagas eso, April. Es espeluznante.

—Que tu madre con buen gusto te ayude a elegir tu ropa no es espeluznante.

—Me refiero a que hables de mis gustos y vida como si fuera una decisión de ambas.—aclaro tomando una de las cosas que tira.

—Bien. Creí que te gustaba Holden.

¿Y nuestro final feliz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora