t r e i n t a y o c h o

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— ¿Por qué no puedo ver nada? —preguntó Seungmin sentado en el asiento de copiloto con los ojos vendados— ¿A dónde vamos?

—Ya mero llegamos —contestó Chan con una sonrisa que él rubio no pudo ver —No seas impaciente, pequeño.

—Uh, bueno —hizo un puchero y espero impacientemente a que llegaran al lugar.



Jisoo había ayudado demasiado a Chan, sinceramente ella había hecho la mayoría, ya que, él pelinegro no estaba acostumbrado hacer ese tipo de cosas románticas, pero había hecho lo posible por poner de su parte y sentir que aquello era un detalle suyo.

Estaba nervioso, tenía los sentimientos a flor de piel y temía que las cosas no salieran como él lo planeaba, pero también estaba feliz y emocionado, porqué se animaría a pedirle a Seungmin que fuese su novio oficialmente, es decir, empezarían una relación seria y estaba seguro de qué si Seungmin le decía que sí, daría lo mejor de él.

Llegaron a un lugar lejano, en donde los padres de CB—cuando su madre vivía— solían ir cuando querían pasar tiempo juntos alejados de todo, era un lugar muy especial y perfecto para aquella ocasión. Chan y Jisoo habían preparado una cena romántica, había velas aromáticas en la mesa y vino, era algo elegante, cómo el siempre solía ser. Bajó del auto y ayudó a Seungmin hacerlo, lo guío hasta el interior de la cabaña y finalmente le quitó las vendas, Seungmin parpadeó varias veces para poder ver bien y quedó sorprendido por lo que sus ojitos veían, era un lugar muy lindo.



— ¿En dónde estamos? —preguntó con una sonrisa mientras volteaba a verlo— Es un lugar muy lindo.

—Estamos en la cabaña de mis padres, es un lugar muy especial y quise traerte aquí —colocó una mano en su mejilla y le dio un beso corto y rápido.

— ¿Alguna ocasión especial? —Chan asintió— ¿Cuál?

—Espera un poco, ¿cenamos? —preguntó mientras señalaba la mesa, Seungmin asintió y él le movió la silla para qué se sentará.

— ¿Tú cocinaste?

—Digamos que me ayudaron un poco —sirvió las crepas de camarón que Jisoo había preparado y se sentó en la otra silla quedando frente a él.

— ¡Wow, esto se ve delicioso! —sonrió haciendo sus ojitos en una raya— Me encanta, gracias por tomarte el tiempo de hacerlo.

—Con gusto —colocó su mano encima de la de Seungmin y la apretó— Haría todo por ti.



Seungmin se sonrojó y mordió sus labios sin saber que decir.



—¡Provecho! —contestó y soltó su mano para tomar los palillos, él mayor sirvió vino en ambas copas y empezaron a disfrutar de la cena.


«¿Debería decirle que fue aquel chico a verlo?» se preguntó Seungmin. «No, no le digas» se contestó a si mismo.

Oh Daddy ᶜʰᵃⁿˢᵉᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora